miércoles, 1 de abril de 2009

Fallecio Raul Alfonsin

COMUNICADO DE LA JUVENTUD RADICAL
 
 
El mejor Presidente

Se nos fue Raúl Alfonsín, el padre de la democracia moderna. Su legado trasciende a la Unión Cívica Radical, le pertenece a todos los argentinos porque gracias a su incansable lucha por la democracia y los DDHH hoy podemos vivir sabiendo que nunca más el terrorismo de estado nos dirá como vivir o como pensar.

Raúl Alfonsín, el militante, fue quién no dudó en firmar los habeas corpus y defender presos políticos cuando eso significaba jugarse la vida. Su incansable lucha diaria junto a correligionarios y compañeros es reconocida por todas las fuerzas políticas. Siempre desde la legalidad y desde el único lugar desde el cual se puede transformar la realidad, la política, buscó que la argentina sea un mejor país, más justo y solidario.

Raúl Alfonsín, el candidato, fue el único que no titubeó al denunciar el pacto sindical militar que garantizaba la impunidad de quienes sembraron el terror durante las oscuras noches del período 1976 – 1983. Es Alfonsín el que durante la campaña presidencial nos devolvió en forma de rezo laico esas palabras que parecían olvidadas, nos hizo recordar a todos los argentinos el preámbulo de nuestra Constitución Nacional tan avasallada por ese entonces. Hizo de ese preámbulo su programa de gobierno, siempre serán recordados los cierres de esos multitudinarios actos diciendo “vamos a constituir la unión nacional, afianzar la justicia, consolidar la paz interior, proveer a la defensa común, promover el bienestar general, y asegurar los beneficios de la libertad para nosotros, para nuestra posteridad y para todos los hombres del mundo que quieran habitar en el suelo argentino”

Raúl Alfonsín, con sus aciertos y errores fue sin dudas el mejor Presidente que ha tenido la argentina en los últimos 25 años. Cumplió su promesa de enjuiciar y condenar a los responsables del terrorismo de estado, sentando el precedente para que en la Argentina nunca más se toleren atrocidades entre hermanos por el sólo hecho de pensar distinto. Avanzó en cuestiones donde el estado había estado ausente durante mucho tiempo, el plan alimentario nacional logró que incontables familias pudieran alimentarse sin prebenda o favor a cambio, se sancionó la ley de divorcio y la patria potestad compartida logrando una histórica reivindicación equiparando el género ante los hijos, se concretó el Acuerdo de Paz con Chile (a través de la Consulta Popular por el Beagle), se avanzó en la integración regional. Durante su gestión se ejerció un verdadero federalismo, dándole a las provincias lo que realmente les correspondía por la ley de coparticipación federal, cualquiera fuera el signo de gobierno de esa provincia, es destacable la permanente consulta que ejercía con la oposición para aquellas medidas que fueran superadoras de su propia gestión de gobierno y comprometieran el futuro del país. Además se experimentó un gran crecimiento en materia de servicios públicos, una política petrolera seria y un inmenso desarrollo gasífero trasladado en el acceso al gas natural barato para miles de ciudadanos que carecían de este servicio. La política educativa de Raúl Alfonsín es reconocida aún por sus adversarios políticos como la más democrática y transparente; autonomía universitaria, concursos de cátedras y acceso a las minorías estudiantiles a los consejos académicos fueron algunos de los logros.

Hubieron sueños no concretados: el proyecto del traslado de la Capital Federal a Viedma hubiera sido una gran medida para integrar y descentralizar el territorio argentino, una verdadera política de Estado. La reforma de régimen presidencialista fue otro de sus grandes anhelos, una democracia parlamentaria hubiera permitido la canalización de las tensiones políticas para enfrentar situaciones de crisis sin el desgaste a que se ve expuesto el poder ejecutivo de manera permanente evitando las tensiones entre los diversos poderes del estado.

Se fue Raúl Alfonsín, padre de la democracia moderna, militante, candidato, presidente, estadista, hombre de bien, correligionario. Ese hombre que daba cátedra y que nos enseñó que con la democracia se come, se cura y se educa. Ese mismo hombre que siempre buscó un mejor país donde las instituciones funcionen correctamente sin demagogia ni populismos. “Sigan ideas, no sigan a hombres” nos dijo en su última aparición pública, y es por eso que somos radicales, sus ideas no son ni más ni menos que las raíces y la matriz ideológica de la Unión Cívica Radical.

Raúl querido, te vamos a extrañar.

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