domingo, 21 de noviembre de 2010

En México, nosotros encontramos una revolución espontánea, sin programa apenas, una revolución de instinto, sin ciencia. México habría llegado a cumplir una misión para América Latina quizás tan grande como la de Rusia para el mundo, si su revolución hubiera obedecido a un programa. Pero la revolución mexicana no ha tenido teóricos ni ... líderes. Nada hay organizado científicamente. Es una sucesión maravillosa de improvisaciones, de tanteos, de tropezones, salvada por la fuerza popular, por el instinto enérgico y casi indómito del campesino revolucionario. Por eso es más admirable, la revolución mexicana: porque ha sido hecha por hombres ignorantes”. El Antimperialismo y el Apra, pp. 116-117-118, Obras Completas, Tomo IV, Víctor Raúl Haya de la Torre, Lima, 1977, Editorial Mejía Baca.

En México, nosotros encontramos una revolución espontánea, sin programa apenas, una revolución de instinto, sin ciencia. México habría llegado a cumplir una misión para América Latina quizás tan grande como la de Rusia para el mundo, si su revolución hubiera obedecido a un programa. Pero la revolución mexicana no ha tenido teóricos ni ... líderes. Nada hay organizado científicamente. Es una sucesión maravillosa de improvisaciones, de tanteos, de tropezones, salvada por la fuerza popular, por el instinto enérgico y casi indómito del campesino revolucionario. Por eso es más admirable, la revolución mexicana: porque ha sido hecha por hombres ignorantes”. El Antimperialismo y el Apra, pp. 116-117-118, Obras Completas, Tomo IV, Víctor Raúl Haya de la Torre, Lima, 1977, Editorial Mejía Baca.

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