martes, 5 de julio de 2016

La Columna de Jose: EL ALCALDE NO TIENE QUIEN LE DIGA LA VERDAD



La Columna de Jose (*)
EL ALCALDE NO TIENE QUIEN LE DIGA LA VERDAD

En algún lugar del sur cuyo nombre no quiero escribir para no acordarme que hace frio, había una vez un Alcalde que cada que hablaba lo embarraba todo y cuando creían que ya no la podía embarrar más, la embarraba todavía peor y vivía rodeado de una cofradía de lo más picaresca, pero no entraremos en la polémica. El caso es que nuestro Alcalde de la historia que voy a contar no tenía el mínimo reparo de andar ausente por largas y prolongadas épocas, al punto en el cual ya había otro que ocupaba su lugar porque como dice un dicho, todo barco necesita tener un capitán, no importa que sea el peor ó el mejor, pero siempre se necesita de un voluntario que no tenga problemas en ponerse la banda de Alcalde así no se la ponga en público, para que la gente no le tire tomates.

El Alcalde, de esta historia era tan chévere que sonreía todo el tiempo porque vivía en un mundo mágico donde no existían problemas, así que cada que alguien no le aplaudía le largaba todo el lenguaje florido que se había aprendido y por ese su mal carácter y comportamiento es que va terminar siendo una estadística más, sin nada nuevo que contar. Porque quien promete mucho y no tiene la intención de cumplir ni el uno por ciento de lo que prometió nunca termina bien; por eso no tiene quien le diga la verdad y quiere creer a toda costa que las promesas se las lleva el viento bien pero bien lejos, hasta desaparecer de la memoria igual que desaparece la pintura de mala calidad de la señalización de los pasos de peatón. Y hasta tiene un poco quizás del complejo, de los que les gusta ver su reflejo, no sólo en un espejo sino también en tapas de revistas y computadoras, en gigantescos retratos y sobre todo su nombre en placas honorificas que le permita seguir creyendo lo que sus aduladores le dicen a cada rato, porque los tipos soberbios, son los que peor caen ante los cortesanos que le rinden honores al Megalómano de turno que desea ser poderoso antes que encantador, y prefiere ser temido a ser amado, ya lo ven es cien por ciento cierto eso de que sí le das poder a un ciudadano, él te demostrará quién es en realidad. A ningún pueblo le gusta ser gobernado por hombres de doble moral, por eso el voto del pueblo premia y castiga; menos mal los malos gobernantes no son muchos y eso me recuerda que Dolly, el primer mamífero clonado a partir de una célula adulta, nació el 5 de julio de 1996, pero espero que jamás lleguemos a ver el día en que un mal gobernante que se crea el más capo de todos decida clonarse a sí mismo. Es una pena que no a todos les guste recordar lo que Pedro Calderón de la Barca escribió en, El alcalde de Zalamea: “¡Cuántos, teniendo en el mundo algún defecto consigo, le han borrado por humildes; y cuántos, que no han tenido defecto, se le han hallado, por estar ellos mal vistos!”

(*) El autor de la Columna es Comunicador Social y Escritor, artículo publicado en http://www.desdeyacuiba.blogspot.com

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