domingo, 19 de febrero de 2017

La Columna de Jose: TARIJA, EL GRAN MARISCAL DE AYACUCHO Y EL CHACO TARIJEÑO EN EL AÑO DE 1827 por José Luis Claros López

La Columna de Jose (*)
TARIJA, EL GRAN MARISCAL DE AYACUCHO Y EL CHACO TARIJEÑO EN EL AÑO DE 1827

Para el Presupuesto General de Bolivia de 1827 (aprobado por la Ley de 2 de enero de 1827) la provincia de Tarija, solo tiene de entradas siete mil pesos, y consume más del doble. La villa de Tarija se erige en ciudad, por Ley de 3 de enero de 1827 durante la Administración del Gran Mariscal de Ayacucho, Antonio José Francisco de Sucre y Alcalá, Segundo Presidente de la Nación Boliviana durante los años de su gobierno la llamada “Cuestión de Tarija” fue según el Mariscal de Ayacucho resuelta mediante la promulgación de la Ley de 30 de Octubre de 1826 la cual en su Art. 2º establece lo siguiente: “…En virtud de las reiteradas solicitudes de Tarija, y de su libre y espontánea resolución por reincorporarse á Bolivia, se admitirán en el Congreso Constituyente, sus diputados que se hallan en esta capital…” posteriormente quedará establecida la dependencia eclesiástica del territorio Tarijeño mediante la Ley del 22 de Noviembre de 1826 en su Art. 1º “…Queda reincorporada la provincia de Tarija al arzobispado de Charcas…” y su dependencia para temas legales con la Corte de Distrito de Chuquisaca (Art. 95 de la Ley de 8 de enero de 1827) señalando además que la masa decimal de sus impuestos deberán destinarse a la construcción de infraestructuras educativas.

Para esos años de comienzos de la historia republicana de Bolivia, el Chaco Tarijeño era una región lejana, aunque ya para esos años había comenzado la distribución de la tierra de aquellos parajes conocidos como los territorios de la Frontera, el testimonio de tal situación es relatado por Burdett O'Connor en sus memorias: “…En el año de 1827 se empezaron á vender muchos terrenos, pagando el valor de algunos de ellos en vales y billetes del Crédito Público…” (Burdett O'Connor, 1915, p. 253); también en el Gobierno del Mariscal Sucre, se realizan tareas de reconocimiento y administrativas en el Chaco Tarijeño: “…En el mes de Mayo de 1827 me dirigí por primera vez á la frontera por orden del presidente á arreglar las milicias de los cuatro cantones que había allí: el de San Luis, Salinas, ítau y Zapatera y el de Caraparí. Todos estos cuerpos de milicias, como se llamaban entonces, eran de á caballo. Antes de salir de Tarija, averigüé que uno del Cabildo se llamaba Comandante General de la Frontera, que gozaba un sueldo anual de quinientos pesos, pero que jamás se iba á la frontera. Le pasé una orden de acompañarme en mi visita… De San Luis pasé á la misión de Salinas, segundo cantón. Aquí encontramos al comandante principal de la frontera, con el sueldo de doscientos cuarenta pesos, pariente del comandante general y que había estado enfermo de terciana… y después de arreglar el escuadrón de ese cantón, seguí con el comandante general para Itau, por la quebrada larga de las Cañas, con ciento diez vados y tres saltos muy feos, y llegamos al hermoso campo de Nuhuaso (en territorios del Actual Municipio de Carapari), y de allí á Itau, adonde nos esperaba el escuadrón formado y el padre Conversar de esta misión á la cabeza de todos sus neófitos. Arreglé el escuadrón de Itau y Zapatera y seguí á Caraparí, adonde me esperaba el cuarto y el último escuadrón, el mejor de todos, montado en buenos caballos. De todos estos escuadrones resultaron, por el estado que formé de ellos, más de mil doscientos hombres útiles… De Tarija remití al presidente el estado de fuerzas de los cuatro escuadrones, las listas nominales de todos ellos y las propuestas para nombramientos de jefes y oficiales…” (Burdett O'Connor, 1915, p. 254:255). La razón que justificaba el interés por poseer la tierra de un lugar tan distante, pasaba por las características prodigiosas de la geografía de la región: “…Durante mi visita á la frontera me agradó mucho la naturaleza de ese país, con muchos bosques, campos verdes y ripos hermosos corriendo por en medio de ellos. Particularmente me gustó el campo elevado de Nuhuaso, rodeado por todos lados de arboleda alta. No había visto país semejante, desde los confínes de Panamá hacia el Norte, hasta el río de Suipacha, y me entró la idea de avecindarme en la frontera, aunque toda ella tenía indios salvajes y feroces al frente, Tobas, Chiriguanos, Chaneses, Matacos y otras muchas naciones. A mi regreso á Tarija pregunté al gobernador Trigo de quiénes eran esos terrenos de la frontera; me contestó que todos eran baldíos y pertenecientes á la Nación; que los terrenos de Nuhuaso en que me interesaba más, habían sido de una misión, pero extinguida ya y entregada al ordinario, por falta de misioneros conversores. Me dijo en seguida el gobernador, que si quería hacerme dueño de alguna parte de esos terrenos no tenía más que hacer que pedir una merced al presidente de los lugares que quería en propiedad y que á vuelta de correo sería el dueño y propietario de ellos. Así hice. Pedí la merced al general Sucre, haciendo en mi solicitud mención de las denominaciones de todos los diferentes trechos de terrenos en la frontera, cuyos nombres había adquirido de los vecinos en mi visita, á fin de tener de qué escoger. Mi solicitud fué decretada en La Paz, cuando el Gran Mariscal estuvo allí, de paso para el Desaguadero, á tener una entrevista con el general Gamarra. Todo fué acordado como yo pedía, y llegó la solicitud á Tarija por correo…” (Burdett O'Connor, 1915, p. 257)

Sin embargo, podemos concluir que a pesar de la existencia de una presencia militar en la zona, eso no significaba que los peligros para los civiles en estos parajes fuese menor: “…No estuve muchos días viviendo en el campo de Nuhuaso, cuando tuve una visita del cura acompañado del comandante José Manuel Sánchez, del escuadrón de Itau, y de don José Manuel Valdivieso, vecino de Caraparí, que se llamaba pariente de la madre de mi mujer; todos con objeto de persuadirme á que fuese á Itau, cuyo fuerte tenía habitaciones que ofrecían un poco más de comodidad que la casita en que vivía en el campo, y diciéndome que estaba allí muy expuesto á una sorpresa de los indios bárbaros de las inmediaciones… En Itau me ocupaba, con el Comandante General y con don José Antonio Valdivieso, que era capitán de la primera compañía del Escuadrón de Caraparí, en paseos de reconocimiento de una situación cómoda para hacer construir una casa donde vivir. Hallamos una al pie del alto de Santa Rosará unas cuatro leguas río abajo de Itau, camino llano…” (Burdett O'Connor, 1915, p. 260).

Antonio José Francisco de Sucre y Alcalá, Segundo Presidente de Bolivia, había nacido en Cumaná (Venezuela); el 3 de febrero de 1795 a pesar de la distante lejanía de los territorios conocidos como “la frontera” que comprende la región del actual Chaco Tarijeño y del estado del Gobierno para 1827 que atravesaba por una difícil situación financiera, emite las ordenes correspondientes para que se pueda verificar el estado de la zona, como también la situación de los destacamentos de soldados en estos parajes situados en los límites de la nación boliviana. Incrementando la población no indígena de la región al distribuir la tierra del Chaco mediante la venta de terrenos.

(*) El Autor, José Luis Claros López, es Comunicador Social y Escritor.

Bibliografía.

Burdett O'Connor, Francisco. Independencia Americana Recuerdos de Francisco Burdett O'Connor Coronel del ejército libertador de Colombia y General de División de los del Perú y Bolivia. Editorial América, en Madrid España. 1915

domingo, 12 de febrero de 2017

La Columna de Jose: EL FUTURO DE YACUIBA por José Luis Claros López

La Columna de Jose (*)
EL FUTURO DE YACUIBA

A las 10 de la noche del segundo sábado de febrero del 2017, mientras algunas de las céntricas calles de Yacuiba se convertían en arroyos y ríos, situación incómoda que sucede siempre que llueve por la falta de una red de alcantarillado pluvial, absorto en mis pensamientos y protegido por la comodidad del techo de un restaurante veía la lluvia caer, entonces se acercó también hasta ese lugar un niño de unos 8 años que acostumbra vender de día y de noche al menudeo por la Plaza Principal de Yacuiba, de todo, desde un llavero hasta un libro para colorear, de seguro llevaba varias horas ofertando sus productos caminando con los pies mojados y todo empapado, después de comprarle un librito con letras del alfabeto, el niño se sentó en una silla y después de contar sus ventas del día se quedó mirando por un breve momento una televisión en el interior del local que transmitía unas caricaturas; según los resultados del Censo de 2012 en Yacuiba existían aquel año la cantidad de 11.869 niños de 0 a 5 años, uno de aquellos niños era este niño que ahora ya con sus 8 años en lugar de asistir a un colegio sale a ganarse honradamente su pan de cada día, la primera vez que lo vi fue hace 3 años atrás un medio día de sol él me detuvo el paso mientras cruzaba la Plaza 12 de Agosto y prácticamente me convenció de comprarle una lapicera, aquel medio día le pregunte por curiosidad sí él ya estaba en algún Colegio, creo que me mintió porque me dijo que estudiaba por las noches, luego en muchas otras ocasiones en días hábiles de semana lo encontré hasta casi cerca de la media noche vendiendo sus productos, algunas veces enfrentando la burla de personas que como él decía “me hacen perder el tiempo porque no compran nada”, ese niño engrosa ese 45% de la población Yacuibeña que tiene por categoría ocupacional el ser “Trabajador por cuenta propia”. Tal parece que durante todos esos años de abundancia de recursos provenientes de las regalías, no se solucionaron los problemas de generación de empleo de calidad para los ciudadanos de Yacuiba y se gastaron muchos recursos en estúpidas competencias de Ego entre las Autoridades Políticas; para tratar de demostrar quien organiza la mejor fiesta, pero cuando la fiesta se acaba sólo queda la resaca, sembramos lo que cosechamos y tal parece que durante los últimos 20 años, parte de la cosecha no salió como se la esperaba. Será que cuando pasen los años, en Yacuiba, niños como aquel pequeño que no puede ir a la escuela por tener la necesidad de trabajar todo el día colaborando con la economía de su familia, tendrán la oportunidad de ir a la escuela, luego ir a la universidad y al final ejercer su profesión en beneficio de su región sin tener que terminar trabajando por necesidad en cualquier cosa y acabar tirando su título universitario a la basura, las autoridades de Yacuiba deberían tener la visión de priorizar sus recursos para generar condiciones en las cuales nuestros niños tengan la oportunidad de formarse como un recurso humano dispuesto a transformar su realidad, generando así justicia social. Nuestros niños son nuestro futuro, pero también son nuestro presente y qué futuro tiene nuestra querida Yacuiba si nuestros niños hoy dedican más de 15 horas del día para trabajar en las calles en lugar de disfrutar de su infancia, sin poder acceder al sistema educativo.


(*) El autor es José Luis Claros López, Comunicador Social y Escritor.

lunes, 6 de febrero de 2017

La Columna de Jose: ERRORES QUE SON HORRORES por José Luis Claros López

La Columna de Jose (*)
ERRORES QUE SON HORRORES

En la vida muchas veces se cometen errores, pero grandes errores en la política son el resultado de la presión impuesta por actores foráneos que realizaron una mala interpretación del escenario total, desde Presidentes que quieren prolongarse más tiempo del constitucional en el poder como el caso que sucedió en 1930 con el Dr. Hernando Siles R. ó elegir como acompañante de Binomio Presidencial a un potencial dictador como paso con el Binomio Víctor Paz Estenssoro y Rene Barrientos Ortuño, en fin la historia Boliviana tiene varias páginas sobre situaciones donde los errores políticos fueron el resultado de decisiones que no fueron pensadas con la cabeza fría. En el Chaco Tarijeño por ejemplo, durante muchos años se lanzaron más de un grito de furia contra un Centralismo Departamental que desde Tarija imponía sus decisiones sobre las voluntades de los Chaqueños, ahora el Centralismo subió más arriba viene desde La Paz, según varios políticos locales fue desde La Paz que llegaron las “órdenes” para que la decisión asumida por los Asambleístas Regionales en Sesión del día jueves 2 de febrero de 2017 fuera la que al final asumieron.

Obviamente nada es por azar de seguro también existieron presiones desde lo local para que los Asambleístas Regionales decidan lo que decidieron y es que tal como van las cosas en el Chaco Tarijeño, sí hoy los ciudadanos tuvieran la oportunidad de volver a expresarse mediante las urnas, de seguro que más de un actual autoridad transformado de nuevo en candidato encontraría que su carrera política queda en pausa ó peor aún en un final apresurado. Por otro lado, allá por julio del año 2010 en los pasillos del palacio legislativo cuando se debatía la Ley Marco de Autonomía y Descentralización, ya más de un Diputado suponía que aquel diseño de Autonomía Regional ocultaba el deseo del entonces Diputado Willman Cardozo de convertirse en Gobernador del Chaco, hoy parece que los escenarios para tal fin también han cambiado para él, pues sí bien de todos los políticos del Chaco es el único con una estructura de militantes, con un disponibilidad logística demostrada en los días previos al Referéndum del 20 de noviembre de 2016 y otros factores que lo transforman en un aspirante natural a tal cargo, también para su mala suerte desde hace rato que ya empiezan a dañar su imagen política el tener que defender una gestión de un Gobernador Departamental que no es uno de los mejores en su trato con los pueblos del interior del Departamento, ser oficialismo siempre será complicado pues a veces toca defender lo indefendible. De todas maneras, lo que parecía ser el accionar de los Asambleístas Regionales que pondría “paños fríos” a un complicado dolor de cabeza, no está resultando como lo esperaban, más por el contrario parece que con cada día que pasa su decisión está produciendo que se alborote un avispero, con futuros resultados inesperados y es que la verdad hay errores en política que pueden ser horrores que terminen por transformar las buenas intenciones en sólo eso y es que al final el camino al infierno está lleno de buenas intenciones.


(*) El autor es José Luis Claros López, Comunicador Social y Escritor.        

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