domingo, 25 de febrero de 2018

La Columna de Jose: LA COMUNALIDAD Y LA PARTICIPACIÓN CIUDADANA EN LAS POLÍTICAS PÚBLICAS LOCALES.

La Columna de Jose (*)
LA COMUNALIDAD Y LA PARTICIPACIÓN CIUDADANA EN LAS POLÍTICAS PÚBLICAS LOCALES.

Comunalidad, es lo opuesto a la individualidad, es una apuesta por otra visión del mundo una en donde no son el mercado ni el poder los motores de la existencia. Para el etnólogo José Manuel Del Val, “la comunalidad es una articulación de lo humano, toca presente, pasado y futuro”. Justamente para el caso yacuibeño, existe una especie de voto secreto establecido por las elites locales que tiene por objetivo la negación del pasado, el olvido como una mala señal para que luego de un cierto tiempo se vuelvan a cometer los mismos errores. Alcides Arguedas, atribuyo al ex presidente boliviano José María Achá haber dicho: “Bolivia no tiene memoria”. Tal parece que Yacuiba, tampoco tiene memoria, cuando trasladamos está concepción a la cuestión de la elaboración de planes, programa y proyectos que deben ser parte de una agenda de un Plan de acción que implemente políticas públicas que posean la cualidad de tener continuidad y no sólo responder a factores coyunturales, encontramos que casi todo lo que se propone para los vecinos, se transforman con el tiempo en elefantes blancos, se puede definir a un “elefante blanco” como activos que tienen un costo de mantenimiento mayor que los beneficios que pueden aportar. También se puede extender a aquellos que proporcionan beneficios a unos, pero ocasionan problemas a otros.

Por esa razón es importante, que los vecinos se den cuenta que deben despertar y hacer a un lado su silencio en temas políticos, tienen que ser capaces no sólo de criticar, sino también de proponer y ayudar con la propuesta desde abajo en la construcción de una Yacuiba mejor. Los de abajo, los vecinos yacuibeños de todos los barrios y sus comunidades, debemos asumir también la corresponsabilidad en la situación actual de crisis que vive Yacuiba, la solución de la crisis es un plan de emergencia, pero también es cambiar el modelo, cambiando el modelo local e implementando desde abajo políticas públicas en espacios de participación ciudadana podremos garantizar la planificación de recursos públicos, en planes, programas y proyectos que beneficien a todos pero también se necesita garantizar un permanente control social. No basta con cambiar autoridades, cambiar autoridades es como cambiar al conductor, pero el conductor sólo conduce y el pueblo acompaña, sí el pueblo acompaña entonces debe asumir la responsabilidad de permanecer despierto y advertir al conductor las equivocaciones que cometa para que así pueda conducirnos a todos rumbo al buen destino al que deseamos llegar. La crisis financiera que golpea cada día más los hogares yacuibeños, es un problema, como también es un problema la disminución de la confianza en la clase política para gestar políticas públicas que de verdad solucionen los problemas de la gente, pero no existen problemas que no tengan solución; como dijo Lyndon Johnson: “No hay problema que no podamos resolver juntos, y muy pocos que podamos resolver por nosotros mismos”.

(*) El autor, José Luis Claros López es Comunicador Social y Director de la Fundación Nemboati.



    

domingo, 18 de febrero de 2018

La Columna de Jose: PORQUE LOS YACUIBEÑOS, DEBERIAMOS RECHAZAR LA CARTA ORGÁNICA MUNICIPAL.

La Columna de Jose (*)
PORQUE LOS YACUIBEÑOS, DEBERIAMOS RECHAZAR LA CARTA ORGÁNICA MUNICIPAL.

Desde la perspectiva del concepto de la comunalidad, el problema en la cuestión de la Carta Orgánica Municipal de Yacuiba, es que fue diseñada siguiendo un criterio en el cual los de abajo, participaron poco y nada, no tanto porque no quisieran, sino porque no les dejaron, el proceso para elaborar el proyecto de carta orgánica en Yacuiba, no fue inclusivo para las voces de las grandes mayorías, que deberán ir a votar por una Carta Orgánica que a nadie la importa socializar, según funcionarios del Tribunal Electoral de Tarija, el referéndum para decidir sobre la carta orgánica en Yacuiba, se desarrollará en julio de 2018, eso quiere decir que los vecinos de Yacuiba, deberán votar por algo que lamentablemente desconocen y que sí es votada por la mayoría de manera positiva, regirá los destinos de nuestro pueblo durante muchos años.

Hay que construir desde abajo, para que las cosas en Yacuiba puedan mejorar, la cosa es proponiendo cambiar el modelo, solamente cambiando el modelo actual, podemos soñar con la posibilidad de construir una sociedad distinta. Es necesario, la construcción de un modelo diferente, más inclusivo para las mayorías, que cambie la concepción del modelo económico asociativo que se utiliza para el fomento del desarrollo productivo local y reemplazarlo por el sistema cooperativo, es importante que las grandes mayorías puedan tomar el poder, ejerciendo un verdadero control social, influyendo positivamente para la creación de políticas públicas que realmente cambien la vida de la gente; para lograrlo es necesario ir más allá del actual sistema en el cual los de arriba, terminan decidiendo que los recursos de todos se destinen a cosas intrascendentes, que no solucionan las problemas y necesidades básicas insatisfechas de la gente. Para lograr, estos cambios, sólo hay un camino, ese camino es rechazar la carta orgánica propuesta y trabajada entre cuatro paredes, para regresarle al pueblo la oportunidad de construir desde abajo un proyecto nuevo que cambie realmente al modelo, permitiendo a los Yacuibeños, soñar con un futuro mejor y es que al final, la democracia debe resolver los problemas cotidianos que tienen los vecinos.


(*) El autor, José Luis Claros López es Director de la Fundación Nemboati, Comunicador Social y Escritor.   

    

domingo, 11 de febrero de 2018

La columna de Jose: LOS POLITIQUEROS SON LOS ENEMIGOS DE YACUIBA

La columna de Jose (*)
LOS POLITIQUEROS SON LOS ENEMIGOS DE YACUIBA

Los politiqueros yacuibeños, en realidad son vendedores de mierda que utilizan a la gente prometiendo el cambio, pero cuando ganan ya no quieren cambiar nada, en Yacuiba, los politiqueros acostumbran a sacarse fotografías, entregando al pueblo regalos que no salen de su bolsillo sino del presupuesto público, se bajan del lujoso auto y caminan por las calles que ayudaron a mantener en el subdesarrollo solo cuando son días de campaña, prometerían hasta vacaciones en la luna, pero jamás se atreverían a utilizar los impuestos de los vecinos en generar condiciones de vida más dignas para los de abajo, el discurso de los politiqueros yacuibeños, cada vez convence menos pero lamentablemente los votantes prefieren soportarlos porque no encuentran todavía un discursos diferente, con ideas no destinadas a enamorar a la gente, sino a transformar y dar solución a la realidad económica local, los yacuibeños están convencidos que los enemigos son los politiqueros, porque para los politiqueros, el enemigo no es el subdesarrollo, para los politiqueros, el enemigo no es la pobreza de los de abajo, para los politiqueros, el enemigo no es la falta de inversión en la educación pública, para los politiqueros, el peor enemigo resulta ser otro politiquero. Mientras el poder en Yacuiba siga en la manos de los politiqueros, los problemas seguirán sin ser solucionados, pasaran los años y quizás cambiemos al alcalde, pero sí entregamos el gobierno del pueblo a otro politiquero, los de abajo seguiremos lamentando que con cada lluvia Yacuiba quede bajo el agua, otros sufrirán por la falta de agua en días de sequía, los servicios básicos seguirán sin ser para todos, la corrupción va continuar siendo el pan nuestro de cada día y la economía local seguirá estando mal. 

El problema, no es quien promete más o quien cumple menos. Cada cierto tiempo los yacuibeños podemos votar y cambiar a nuestro alcalde, pero la ilusión del cambio se acaba pronto, entonces los vecinos escriben en los muros que los políticos son corruptos y que nunca trabajan para solucionar los problemas de los vecinos. Los de abajo podemos cambiar al político que gobierna, pero esa no es la solución a los problemas, la solución a los problemas de los yacuibeños pasa, por cambiar el modelo y construir desde abajo un sistema distinto, que sea inclusivo, diseñando una planificación de las políticas públicas que responda realmente a dar satisfacción a las necesidades básicas. En Yacuiba, los de abajo somos víctimas del mal gobierno. Pero, por otro lado; “el pueblo tiene, en todo tiempo, el inalienable derecho de alterar o modificar la forma de su gobierno”.

(*) El autor, José Luis Claros López es Comunicador Social y Escritor. 




domingo, 4 de febrero de 2018

La Columna de Jose: PORQUE LAS POLÍTICAS PÚBLICAS EN YACUIBA, NO RESPONDEN A DAR SOLUCIÓN A LAS NECESIDADES DE LOS DE ABAJO

La Columna de Jose (*)
PORQUE LAS POLÍTICAS PÚBLICAS EN YACUIBA, NO RESPONDEN A DAR SOLUCIÓN A LAS NECESIDADES DE LOS DE ABAJO.

La ciudad es de todos y la voz de los vecinos debe ser escuchada, porque sólo así caminaremos rumbo a la justicia social. Mientras eso no suceda, las grandes mayorías continuaran sintiendo que las autoridades trabajan poco y hablan mucho. Uno de los grandes problemas de los políticos cuando ya ocupan el cargo de autoridad, es poder no sólo cumplir las promesas de campaña, sino también gestar políticas públicas que permitan la solución de los problemas de los vecinos. Sucede que la Planificación desde arriba que se suma con una socialización muy limitada, no permite que los beneficiarios visibilicen los cambios que se producen en su barrio y comunidad por la implementación de planes, programas o proyectos planificados desde arriba. El Gobierno Local, debe ser consiente que la participación ciudadana es importante durante todas las etapas de la planificación de las políticas públicas. Por esa razón, crear un espacio y un mecanismo que permita la participación activa de los vecinos y no sólo de dirigentes, en la planificación de políticas públicas locales, es la mejor forma de conocer los problemas de la ciudad y del campo, al mismo tiempo los resolverá y garantizará un escenario de discusión y resolución pacífica de los problemas evitando llegar hasta las movilizaciones, concretando la gobernabilidad que se necesita para construir entre todos el desarrollo sostenible que nuestra comunidad necesita.     

Yacuiba, necesita un Plan de Emergencia para salir de la crisis, un pacto local por el desarrollo, un gran acuerdo que permita que los vecinos puedan volver a creer en su clase política, pero también un pacto social incluyente una Carta Orgánica que sea la verdadera garantía de que la voz de los vecinos debe ser escuchada. Por otro lado, no se puede construir un verdadero pacto social, entre los vecinos del campo y de la ciudad sin pensar en la necesidad de implementar una Ley Municipal que permita la participación vecinal mediante una instancia comunal de planificación y control social, como espacio de concertación y de construcción de políticas públicas que luego deben transformar la protesta en propuestas, las ideas en soluciones concretas de problemas reales de los vecinos. Porque ahora ya los de abajo, están cansados de reuniones que al final solo sirven para hacer una foto y después no cumplir lo prometido. Al mejorar, las políticas públicas que desarrolla el Gobierno Municipal, se podrá recuperar la cohesión social y se incrementará la sustentabilidad, legitimidad y buen funcionamiento de la democracia local. Porque mientras continúen construyendo en Yacuiba políticas públicas desde arriba para los de abajo, diseñadas desde una perspectiva centralista, nada va cambiar y los problemas van a continuar; en este momento las autoridades y los políticos parece que se olvidaron de los vecinos, como sostenía Pierre Joseph Proudhon: “el sistema centralista es muy bueno con respecto al tamaño, la simplicidad y la construcción: le falta sólo una cosa - el individuo deja de pertenecerse a sí mismo en tal sistema-,  no puede apreciar su propio valor,  su vida, y nadie se da cuenta de él”.


(*) El autor, José Luis Claros López es Comunicador Social y Escritor. 


jueves, 1 de febrero de 2018

"LA PRINCESA, EL MAGO Y LA BANDIDA"

"LA PRINCESA, EL MAGO Y LA BANDIDA"

Un cuento escrito por José Luis Claros López

 

Debo confesarte que, desde que mi pensamiento ha cambiado, ya no existen para mí palabras ambiguas ni dichos: cada palabra tiene decenas, centenares de significados. Y ahí empieza lo que temes… La magia. Lo había escrito Hermann Hesse dentro de su cuento "Dentro y Fuera"; decido recordártelo porque soy un tipo complicadamente aburrido que recordaba ese fragmento cuando intentaba ser quien consiguiera robarte una sonrisa.

 

Lo que recuerdo, era que la luna grande iluminaba el cielo sin nubes, hasta que comenzó a soplar un viento premonitorio de la pronta llegada de una lluvia de noviembre y al no existir más testigos, la plaza se quedó en un cómplice silencio absoluto.

 

Recuerdas Princesa que, a las once de la noche, confesaba ser un Mago y tú ni siquiera reíste con la ocurrencia. Pero decidiste hacerme caso, cuando te pedí que cerraras los ojos y mientras murmuraba unas palabras ininteligibles; arruinaste todo el encantamiento al abrir tus ojos y muy molesta dijiste que los magos no existen.

 

Lo recuerdo, ese fue otro momento de silencio absoluto, la lluvia se acercaba y todavía no sonreía.

 

Pero todavía recuerdas, que justo en ese instante con su andar vagabundo, sucia y desaliñada, se fue acercando sigilosamente aquella perrita. Con su mirar tierno, consiguió lo que no había conseguido; robarte no solo una sino también muchas sonrisas.

 

Y tú para hacerme sonreír, hasta intentabas ser un mago... Te quedaste mirando consternado la escena. Y fue cuando sacabas tú pañuelo, que sin querer quedaste al descubierto, porque todos los caramelos que utilizabas en tus trucos; quedaron regados por el suelo.

 

Lo recuerdo Princesa, eran los caramelos de frutilla que sacaba de atrás de tú oreja. También recuerdo, que tú sentiste tanta pena de aquellos ojos de hambre, con los cuales te miraba el triste animalito y le ofreciste un poco de comida; pero sobre todo caricias de afecto.

 

Y entonces llegó la lluvia, nos fuimos rápidamente intentamos que la perrita que bautizaste como la bandida nos siguiera; pero se fue con rumbo a otra dirección.

 

Princesa, lo más difícil era conseguir que se dibuje una sonrisa sincera en tus labios, sé que me contaste que pocos hombres pueden provocarte tal efecto. Por eso bautice como “la bandida” esa noche de noviembre, a la perrita del camino, que se acercó a nosotros en la plaza y te robó tantas sonrisas.

 

Y para que me confiesas todo esto justo ahora. Habíamos quedado, que ya no recordaríamos nada de aquellos momentos.

 

Te los confieso, porque anoche, salí a buscar a "la bandida" y la busque por todas las calles de Yacuiba; pero no la puedo encontrar. Es como, si te la hubieras llevado con tú partida. O como si vos y "la bandida" nunca hubieran existido, si vos no eres un sueño respóndeme para saber si "la bandida" está contigo...

 

La respuesta jamás llegó. La conexión a Internet se había cortado. 

Fotografía: La Bandida, una noche de enero de 2013 en Yacuiba.


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