miércoles, 13 de junio de 2012

HOMBRES DE LETRAS, QUE REGRESARON A TARIJA Y QUE SOBREVIVIERON A LA GUERRA DEL CHACO




HOMBRES DE LETRAS, QUE REGRESARON A TARIJA Y QUE SOBREVIVIERON A LA GUERRA DEL CHACO.
Por José Luis Claros López*

Introducción.

Tarija nunca dejo de amar el poder esotérico de la palabra[1] escribía Edmundo Torrejón Jurado. Es por ese motivo que su actual cultura literaria, es el resultado lógico de un largo proceso del cual aunque muchas veces ignorado está presente su aporte de quienes al llamado de la patria no dudaron en jugarse la vida en su defensa, la necesidad de defender el Chaco constituyo un momento decisivo para el propio reconocimiento de la nación boliviana. Sin embargo es por la responsabilidad de la historiografía oficial el desconocimiento de la contribución de Tarija durante los años de la Guerra del Chaco (1932-1935) desconocimiento que da lugar al menosprecio del esfuerzo de guerra realizado por los ciudadanos tarijeños en los días del conflicto bélico. Y hacen eco a este menosprecio sobre todo los medios de comunicación radicados en La Paz no solo en el pasado distante sino también en el pasado reciente, como sucedió por ejemplo en octubre de 2003 cuando un periódico de circulación nacional desde La Paz difundía que: “...contados fueron los tarijeños que han defendido el territorio patrio lleno de riquezas. Paceños, orureños, cochabambinos, potosinos y chuquisaqueños, en su mayoría, hemos marchado a las arenas del infierno verde y muchos han ofrendado sus vidas…”[2] pero más grave aún, es no contribuir al esclarecimiento de aquellas aseveraciones.

A lo largo del siglo XX Boliviano, se ha escrito bastante sobre los aportes literarios de la llamada “Generación del Chaco”, producto de aquel impacto emocional que significo en la vida de los escritores de aquella generación su contacto rutinario con la muerte en las trincheras de la guerra. Es por ese motivo que casi todos los nombres de esa generación, empezaron escribiendo sobre ella o le dedicaron sus mejores páginas. Augusto Céspedes publicó “Sangre de Mestizos”, Augusto Guzmán dio a la estampa “Prisionero de Guerra”, Luis Toro Ramallo se reveló con “Chaco”. Oscar Cerruto debutó con “Aluvión de Fuego”. Jesús Lara escribió “Repete” y Roberto Leytón firmó “La Punta de los Cuatro Degollados”.[3] Pero también es cierto que buena parte de la producción literaria de la generación del Chaco, no hubiera hallado eco ni tenido estímulo, sin la cooperación de los editores; como, Julio César Velarde, que vaporizó una fortuna en patrocinar valores jóvenes. Sin lugar a dudas la Generación del Chaco, en el terreno artístico como en el literario, significó un evidente enriquecimiento de la historia cultural boliviana.[4]

No se puede pasar por alto el aporte a la literatura boliviana, de la Generación del Chaco sin el cual no se podría entender en el presente la Bolivia de los años venideros sin entender primero lo que sucedió en el Chaco y comprendiendo luego que aquel proceso de gestión de la literatura posterior a la Revolución Nacional de 1952 fue influenciada por la obra literaria de la Generación del Chaco, caracterizada por una aspiración de cambio. Por otra parte, sin tener en cuenta el impacto resultante de esa obra, tampoco podría explicarse integralmente[5] aquel cambio, cuando ocurrió años más tarde.

Pero así como es cierta la participación de la juventud Tarijeña de la década del 30 en los diversos puntos en el teatro de operaciones de la Guerra del Chaco; también es cierto que esa generación, en su retorno al lar y a su paisaje tranquilo del Guadalquivir también contribuyó a la cultura boliviana, produciendo una obra literaria cuyo mensaje gira en torno a la esperanza, incluso a pesar de la crisis económica que siguió a la Guerra del Chaco que se complemento con esa crisis espiritual en la cual el panorama era oscuro, como resultado de la derrota de una guerra a cuyo inicio el triunfo había parecido tan fácil y tan rápido, que produjo un sentimiento de frustración, enorme y amargo, que se volvió contra el pasado, animado por una irrefrenable determinación de cambio[6]. Ya que sin lugar a dudas los hombres de letras, como testigos transitorios de todo lo humano, dejan en sus personajes, en sus ficciones, en sus ensayos, su propia y exclusiva cosmovisión.[7]   

Sin embargo, en el caso de los hombres de letras a veces el tiempo permite la llegada del olvido. Olvidos que no deberían suceder, en especial por la contribución y el aporte a la literatura de Tarija, realizado por esos hombres de letras de la generación de ciudadanos de Tarija que sirvieron a la Patria en la Guerra del Chaco (1932-1935) cuya producción intelectual fue referente los años venideros para que llegado el presente Tarija disfrute con una cultura literaria y nuevas generaciones de prolíficos autores. En el presente bosquejo se mencionan 8 hombres de letras que participan de las acciones de la Guerra del Chaco, cuya obra literaria a influenciado a las generaciones posteriores de los escritores de Tarija; porque siempre será necesario como escribía Edmundo Torrejón Jurado un escritor Tarijeño nacido en 1945 diez años después de finalizada la contienda bélica del Chaco, “en la medida que construyamos literatura, construiremos la patria y la vida misma en función de nuestro futuro”.[8] Esta reflexión es necesaria sobre todo cuando esa generación de la que formaron parte los héroes del Chaco ahora se extingue, tan solo para junio del año 2011 sobrevivían 527[9] excombatientes de la Guerra del Chaco en toda Bolivia, lo que testimonia que nuestros héroes del sudeste, inexorablemente pronto serán trágicamente sólo un recuerdo[10] que muchas veces fue ignorado.  

Hombres de letras de Tarija que sobrevivieron a la Guerra del Chaco.

Franz Ávila del Carpio. Nació en Tarija, el 11 de agosto de 1914. Participa como soldado en el Regimiento Castrillo 6 de Caballería, toma parte de la defensa de Carandayti, Pozo del Burro, Algodonal el 6 de septiembre de 1934 y Loma de Irindague, permaneciendo en el frente hasta el cese de hostilidades, por sus servicios prestados a la patria obtiene el grado de Sargento Primero, la Medalla Cruz de Guerra, y recibe a su retorno la Medalla de Plata Escudo de Tarija. Luego se desempeña como maestro, jamás dejará de escribir. Falleció a las 17:30 del miércoles 26 de agosto de 1987 en Tarija.

Para él “La poesía es la madre de la humildad y de la grandeza de los seres humanos. El poeta asume a plenitud un mandato de Dios y por eso, es sencillo como el agua de un remanso”, en sus versos el recuerdo su tiempo de soldado en el Chaco se mezcla con el que de seguro fue su aliciente para sobrevivir y volver: su amor a su tierra. Y así como recuerdo constante aparece el río de su niñez, el Guadalquivir en parte de su obra poética: “Yo en ti, / Tú en mí; / Río de mi niñez; / Estas llevando a mi vida / En tus aguas a mi amor.” El paso sucedáneo del tiempo, lo lleva por los caminos de la vida siempre trabajando, pero todo trabajo tiene su recompensa como el labriego que siembra la vid esperando recoger el fruto de sus desvelos cuando llegue la cosecha: “No en vano mis manos / encallecidas por el duro trabajo / han esperado pacientemente el milagro / el milagro de la mazorca y la espiga… / Mi siembra no fue en vano / la mies que cayó en el surco / brotó lozana y fuerte / y el fruto cantó conmigo su copla al viento.”[11] También sus versos son dedicados a esa su luna de plata que alumbra sus noches en su Tarija bella: “La luna cuando se cansa / de dormir entre las breñas / se vuelve pandero sonoro / bruñido en plata vieja. / Es blanco pisco de ausencia / de un sueño de pena y ruego / es cajita de mil parches / es verso carnavalero.” Sobre su obra literaria se pronuncia Luis Felipe Vilela quien la describe como: "Impresiones bien ejecutadas del florido valle en las que resaltan la transparencia desnuda del paisaje y el sentimiento emotivo que las anima". En uno de sus poemas expresa: "Salí lucero salí / salí que te quiero ver / aunque más nubes de tapen / salí si sabes querer. / Hay malhaya quién pudiera / con este lazo enlazar / al viento que se ha llevado / lo mejor de mi cantar".[12] Como le canta también a la que para él será siempre alada primavera: “No sé qué nostálgico encanto / pone tu voz en la tarde, / chulupía de mis pagos, / coplera de mocedades. / Viertes tú con tus trinos / un sabor de fruta nueva, / o me anuncias en tu canto / clamores de lluvia fresca. /…Entonces tu canto vibra / y brota límpido romance, / y se expande entre las viñas / o entre las flores del tarco.” Sin lugar a dudas era Franz Ávila del Carpio, la voz de su tierra natal antes de entrar a la eternidad[13].  

Alberto Rodo Pantoja. Nació en Tarija el 5 de septiembre de 1897. Acude a la Guerra del Chaco prestando su servicio a la Patria como Teniente Sanitario, bajo el mando del Gral. Filiberto Osorio, asistiendo entre otras acciones a la batalla de Platanillos que se sucede un 13 de diciembre de 1932. En un fragmento de su Proclama del General Peñaranda con motivo de iniciarse la desmovilización del ejército de Bolivia, el 24 de junio de 1935 dedicaba las siguientes palabras bajo el título de a los Héroes de la Campaña[14]“A la sanidad militar, que, infatigable y abnegadamente, veló en torno de los dolores materiales que nos deparó la guerra.” Es que durante los años que duraría el conflicto del Chaco, los oficiales de sanidad como Alberto Rodo Pantoja, recibieron la orden de atender sólo a los combatientes que se podían salvar, porque las medicinas y el agua eran escasas. Alberto Rodo Pantoja, falleció a las 5 de la mañana del lunes 29 de septiembre de 1980[15].

Inicio sus inquietudes literarias a los 18 años (1915), escribiendo poemas sueltos que se publicaron en periódicos locales primero, y luego en Buenos Aires, la fecunda imaginación del poeta Alberto Rodo Pantoja hizo concebir su más reconocida obra el poema llamado: “Las Cañas” en el cual con un lenguaje propio de su tierra chapaca, dice: “Mañana, sin jalta, / me vua dir al cerro, / tempranitu, a l'alba; /darñe güelta a las ocho a la loma/y a las diez estaré en la cañada. /Ya está bien ajillau el cuchillo/pa cortar las cañas. /Vua escoger de las güenas y espero, /liyandu las cargas/que caiga la jresca/pa volver a mi casa llevando/unus tercios de huecas y bravas”. También era cantor y casi toda su producción literaria se encuentra dispersa en periódicos nacionales y del exterior, en 1979 publicó su único libro: “Antología, prosa y verso”. No obstante, como pocas veces, su influjo literario iluminó a su pueblo Tarija, porque sus cuentos, leyendas y poesías producían una identificación inmediata en la gente.

Juan de Dios Paz Echazú. Nació en Entre Ríos, Provincia O’Connor (Tarija) el 16 de mayo de 1902. En la Guerra del Chaco, actuó en la Batería Ríos y luego en el Regimiento Pando. Fue ascendido a Cabo, participó en los combates del Sector de Ballivián cuyo fortín y viviendas de los colonos civiles que la circundaban fue incendiado el 16 de noviembre de 1934 cuando se produce la retirada del ejército nacional antes del desastre de Picuiba, Juan de Dios Paz Echazú también participa en las acciones de combate de Condado, Conchitas, Cañada Nery y Puesto Zubieta. Permaneció en el teatro de operaciones un año y un mes.

La obra de Juan de Dios Paz Echazú, contiene una gama de cuentos y leyendas, rescatados de la tradición oral. Los relatos de Juan de Dios Paz Echazú, están escritos sin mayores artificios literarios, de una manera simple, propia de un cronista que transmite sus vivencias y experiencias. Produce una gran satisfacción interior cuando el lector se adentra en los relatos referidos a La Guerra del Tigre y el Grillo, el Hijo del Jucumari, Cabayureca, El Ermitaño del Cerro de Vicuñayo y otros tantos relatos. Además escribe bastante sobre la historia de la ciudad de Entre Ríos, que contiene interesantes recopilaciones sobre la historia de aquél lugar.[16]
   
Castelfort Castellanos Mealla. Nació el 29 de mayo de 1903 en Tarija, prestando sus servicios a la patria en la Guerra del Chaco como interventor del Regimiento Tren, cuyo mando estaba a cargo del Cnl. Carmona (1934). Permaneció hasta pasada la contienda.

Maestro, escritor de cuentos y Periodista Cultural. Ha publicado una serie de cuentos regionales, los mismos que se han publicado en Presencia, El Diario, Hoy, La Nación y otros periódicos, escribió un libro “Los cuentos de mi tierra”, publicado en 1982 y que contiene 22 cuentos anecdóticos de la ciudad y la campiña tarijeña. Durante su trayectoria periodística, ha escrito en: Crónica, Democracia, La Gaceta, El Espectador, Prometeo, Sagitario y Avance. Corresponsal del Orbe Press de Río de Janeiro (Brasil).[17]

Víctor Varas Reyes. Nació en Tarija el 10 de diciembre de 1904. Interrumpe sus estudios de Derecho para poder asistir a la Guerra del Chaco cumpliendo con su deber para con la Patria. Combate en el Regimiento Lanza 5to. De Caballería, bajo el mando del Capitán Germán Busch, gracias a su valiosa acción en el Puesto J es ascendido a Cabo; pasa luego a la Batería Illanez, donde permanece hasta la caída de dicha unidad en el cerco en Campo Vía (12 de diciembre de 1933), cuando la IV y la IX Divisiones Bolivianas, quedan encerradas sin poder abrirse paso y se produce la capitulación y rendición de 8000 soldados bolivianos con todo su parque, durante esa batalla los oficiales de la Artillería sugirieron al jefe de Estado Mayor de la Novena División “…Destruir todo el material rodante y las once piezas de artillería, que es lo único que nos detiene y mañana, con las primeras luces del alba, o antes, conducir nuestras tropas rompiendo monte con esta medida perderemos nuestra columna de transporte y el material de artillería, pero en cambio habremos salvado un ejército de más de ocho mil hombres…”[18] la proposición no fue aceptada. El 10 de diciembre veinticuatro horas después de quedar cercados, en un radiograma el General Hans Kundt a las 11 de la mañana ordena: “Destruya material pesado y cañones y ataque para romper el cerco”.[19] Los soldados bolivianos a pesar de todos los sacrificios no pudieron romper el cerco y cayeron prisioneros, entre los prisioneros estaba Víctor Varas Reyes, que permanece 30 meses en cautiverio y es repatriado el 19 de junio de 1936.

Entre su obra destaca Breve Historia de la Poesía Infantil y Juvenil en Bolivia (1970), El Castellano Popular en Tarija, Fue fundador y primer Presidente de la Unión de Escritores y Artistas de Tarija.[20] En su medular obra El Castellano Popular en Tarija, sostenía: "El empleo del habla oficial de un país o de una raza, sometido a reglas fijas e intransigentes, resulta privilegio de escogidos, de favoritos de la cultura en reducida cantidad. Cuando la expresión abarca al pueblo, entonces sí que constituye el verdadero enlace común, como el que produce la circulación de la sangre al mantener con su movimiento la existencia del organismo entero".

Héctor Pino Ichazo. Nació en el Valle de Nuestra Señora de la Concepción (Provincia Avilés), el 15 de mayo de 1908. Cuando estalló la guerra del Chaco se desempeñaba como docente en la Escuela “Agustín Aspiazu” de La Paz, pero lo deja para alistarse en el 2do. Batallón del Regimiento “Illimani”. Luego combate en el Regimiento Lanza 5to de Caballería el único regimiento que logro a sangre y fuego escapar del cerco de Campo Vía muriendo durante la maniobra más de la mitad de su 500 integrantes, de los sobrevivientes 160 siguieron hacia Fortín Saavedra salvándose, mientras el resto de los oficiales del Regimiento Lanza más un escuadrón de tropa y el comandante interino del regimiento decidieron continuar en la posición abierta para permitir que el resto de los 8000 soldados bolivianos cercados tuvieran la luz de aquella última esperanza para escapar, pero fueron arrollados por las fuerzas paraguayas de contramaniobra y hechos prisioneros[21]. Durante la Guerra del Chaco, también se alistaron sus seis hermanos de Héctor Pino Ichazo; dos de los cuales fueron hechos prisioneros durante la Guerra.

Héctor Pino Ichazo publicó en la Pagina Literaria de El Diario de La Paz, en 1931 uno de sus mejores artículos “De la nobleza del chapaco”, el mismo que fue elogiado por el escritor Fernando Diez de Medina. Finalizada la Guerra, retorno a trabajar en el magisterio fiscal, alternando esa actividad con el periodismo. Se desempeñó como Jefe de Redacción del Semanario “Avance” (1936/1937). Fue permanente colaborador de órganos de prensa de Tarija y La Paz.[22]

Alberto Sánchez Rossel. Nació en Tarija el 8 de agosto de 1910. Mientras trabajaba en la ciudad de La Paz como periodista en El Diario, inicio la Guerra del Chaco y se incorporó al Regimiento “Illimani” perteneciendo luego a la Unidad “Chuquisaca 3 de Caballería”, interviene en los combates de Picuiba, Algodonal y Condado. Falleció el 4 de mayo de 1987 a las 18:40 en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra.

A sus 15 años en 1925, Alberto Sánchez Rossel hace sus primeras armas literarias, colabora con distintos periódicos e incluso con el tiempo llegó a fundar “La Voz de Tarija”. Es de los pocos autores tarijeños que ha escrito teatro siendo autor de las obras: “Así son ellas”, “El Precio del Triunfo”, “Madre Martir”, “Chura la vieja pa’suegra”, que son presentadas entre 1938 y 1940 en Tarija y en teatros de La Paz y de Jujuy (Argentina). Es autor del libro “Tierruca Chapaca”. Ganador del Primer Premio del Certamen Literario que convocó la Honorable Alcaldía Municipal de Tarija con la obra histórico-literaria: “Moto Méndez Caudillo Chapaco”. Dictó alrededor de 25 conferencias Históricas, geopolíticas y socio-económicas, en el país y en el exterior.[23] Octavio Campero Echazú dijo con respecto al origen de su obra literaria de Alberto Sánchez Rossel que era el resultado de un, “deambular por los claros caminos y pagos del aquerenciamiento ‘chapaco’ y de una cordial convivencia con las sencillas gentes que lo habitan.”[24] En 1936 el crítico Carlos Medinaceli destacó el cuento ‘La Fiesta de la Cruz’ de Alberto Sánchez, sobre el que escribió: “Es, a mi juicio, una de las mejores promesas de cuentista regional. ‘La Fiesta de la Cruz’, es una hábil pintura del costumbrismo chapaco y por el desarrollo que le ha impreso cumple las condiciones del verdadero cuento. Sánchez ha de llegar a ser el cuentista que espera la pintoresca tierra tarijeña de la tristeza andaluza y el fandango serio”.[25]

Heriberto Trigo Paz. Nació en Tarija el 11 de enero de 1914. A sus 18 años en septiembre de 1932 ingresa en el teatro de operaciones de la Guerra del Chaco; participando en las acciones de armas de El Condado y consiguiente repliegue a la línea defensiva de Villa Montes, también combate durante las batallas de El Carmen, Capirenda, Lapacho, y la batalla de Villa Montes. Luego participa de la retoma de Boyuibe. Finalmente es incorporado como Comandante del Destacamento de Recuperados y luego como Ayudante del Delegado Neutral de la Comisión de Desmovilización (Agosto, 1935). Desmovilizado en Tarija, con el grado de Suboficial. La crudeza de la guerra deja profunda huella en su alma, pero su juventud logra dominarlas. Falleció a las 15:30 del 9 de octubre de 1978.[26]

Ha escrito: “Don Tomás”, sobre la vida y obra de Tomás O’Connor D’’Arlach y la importante obra “Poetas Tarijeños” (1962), un compendio de 4 tomos, que inicia con el nacimiento de Eduardo Tórrez de la Vega en 1770 y que culmina con la muerte de Tomás O’Connor D’’Arlach (1932) y Felix Soto Durán (1931).  

Conclusión.

La Guerra del Chaco se constituyó en la mayor experiencia para esa generación tarijeña de hombres de letras, en la circunstancia histórica que modeló, con mayor fuerza que ninguna otra, su carácter y su destino.[27] Y sin lugar a dudas estos 8 autores tarijeños sobrevivieron a las crueldades de la guerra para con el tiempo adquirir la dimensión de hombres de letras que sintieron y comprendieron la belleza de los sentimientos expresados por medio de la palabra, sin importar que la misma sea expresada en verso o en prosa. En el caso de los escritores Tarijeños, que regresaron de la guerra del Chaco ellos encontraron esa comprensión en una circunstancia terrible,    que fue para ellos ese tiempo incierto cuando combatían en el Chaco y su sobrevivencia a los días de la guerra es el resultado del aferramiento a la vida y al recuerdo de su hogar lejano, del sonido del río y de las ramas de los sauces sobre sus aguas del Guadalquivir, del viento entre las ramas del molle, de la sonrisa de la mujer amada y de los sabores de la nostalgia. La guerra siempre será el peor de los escenarios, porque deja fluir los instintos primitivos, genera incluso los olvidos por los tiempos de paz que se materializan en el odio al enemigo circunstancial. Pero hay quienes sobreviven a la pesadilla de la guerra y deciden escribir sobre la belleza de la vida y de la tranquilidad del lugar que siempre fue su hogar y cuya defensa fue la razón que los motivo a combatir y sobrevivir para contar la historia del tiempo cruel de la guerra, recordándole al mundo con sus letras, sus palabras, su verso y su prosa lo bello que siempre será vivir, amar y morir en tiempos paz.

El autor es Director de Contenidos de NEMBOATI.com

Bibliografía.

1.    AGUILERA FIERRO, Rene. Letras Tarijeñas (Biografía de Poetas y Escritores). Editado por la Corporación Cultural de Publicaciones ENER’S Tercera Edición. Tarija, Bolivia. Marzo de 1990
2.    APARICIO DE FUENTES, Luz. Arcilla Iluminada. Una muestra de la poesía Tarijeña actual. Prefectura del Departamento de Tarija. Secretaria de Turismo y Cultura. Impresión Imprenta Integral S.R.L. Tarija, Bolivia. 2007
3.    ÁVILA DEL CARPIO, Franz. Simple Vendimia. Imprenta Universitaria UAJMS. Tarija, Bolivia. 1979
4.    BAPTISTA GUMICIO, Mariano. Historia (Gráfica) de la Guerra del Chaco. Tercera Edición. Colección: Historia Biblioteca Popular Boliviana de “Ultima Hora”. Talleres de Empresa Editora “Khana Cruz” S.R.L. La Paz, Bolivia. 17 de julio de 1978
5.    BLANCO MAMANI, Elías. Artículo: Alberto Sánchez Rossel. Diccionario Cultural Boliviano. En http://www.elias-blanco.blogspot.com
6.    BLANCO MAMANI, Elías. Artículo: Franz Ávila del Carpio. Diccionario Cultural Boliviano. En http://www.elias-blanco.blogspot.com
7.    EL DIARIO. Artículo: “Manifiesto a la Nación” de Esteban Miranda Mena. La Paz, Bolivia. Miércoles 29 de octubre de 2003
8.    FELLMAN VELARDE, José. Historia de la Cultura Boliviana: Fundamentos Socio-políticos. Universidad Mayor de San Andrés. La Paz, Bolivia.
9.    QUEREJAZU CALVO, Roberto. Masamaclay. Historia Política Diplomática y Militar de la Guerra del Chaco. Segunda Edición. La Paz, Bolivia. 1975
10.  RODRÍGUEZ TÓRREZ, Víctor Hugo. Artículo: “Van pasando los valientes...”. El Diario. La Paz, Bolivia. 30 de junio de 2009
11.  TORREJÓN JURADO, Edmundo. La visión de la cultura desde las letras.
12.  VALLEJO DE BOLÍVAR, Gaby. En busca de los nuestros. Análisis y Crítica sobre literatura Boliviana. Editorial los Amigos del Libro. Werner Guttentag. Talleres de Impresiones POLIGRAF. Cochabamba, Bolivia. Abril, 1987

Notas y referencias.


[1] Torrejón Jurado, Edmundo. La visión de la cultura desde las letras.
[2] EL DIARIO. Artículo: “Manifiesto a la Nación” de Esteban Miranda Mena. La Paz, Bolivia. Miércoles 29 de octubre de 2003
[3] Pág. 176 Fellman Velarde, José. Historia de la Cultura Boliviana: Fundamentos Socio-políticos. Universidad Mayor de San Andrés. La Paz, Bolivia.
[4] Pág. 178 Fellman Velarde, José. Historia de la Cultura Boliviana: Fundamentos Socio-políticos. Universidad Mayor de San Andrés. La Paz, Bolivia.
[5] Pág. 3 Fellman Velarde, José. Historia de la Cultura Boliviana: Fundamentos Socio-políticos. Universidad Mayor de San Andrés. La Paz, Bolivia.
[6] Pág. 161 Fellman Velarde, José. Historia de la Cultura Boliviana: Fundamentos Socio-políticos. Universidad Mayor de San Andrés. La Paz, Bolivia.
[7] Pág. 147 Vallejo de Bolívar, Gaby. En busca de los nuestros. Análisis y Crítica sobre literatura Boliviana. Editorial los Amigos del Libro. Werner Guttentag. Talleres de Impresiones POLIGRAF. Cochabamba, Bolivia. Abril, 1987
[8] Torrejón Jurado, Edmundo. La visión de la cultura desde las letras.
[9] El 14 de junio de 2011 el gobierno del presidente Evo Morales reconoció los 76 años de la tregua con un homenaje a los 527 sobrevivientes de la contienda, con el otorgamiento a cada uno de los mismos de una condecoración. Las condecoraciones fueron impulsadas por el Ministerio de Defensa y las Fuerzas Armadas.
[10] Rodríguez Tórrez, Víctor Hugo. Artículo: “Van pasando los valientes...”. El Diario. La Paz, Bolivia. 30 de junio de 2009
[11] Pág. 10 Poema: “Óptima cosecha” de ÁVILA DEL CARPIO, Franz. Simple Vendimia. Imprenta Universitaria UAJMS. Tarija, Bolivia. 1979
[12] Blanco Mamani, Elías. Franz Ávila del Carpio. Diccionario Cultural Boliviano. En http://www.elias-blanco.blogspot.com
[13] Pág. 11 Aparicio de Fuentes, Luz. Arcilla Iluminada. Una muestra de la poesía Tarijeña actual. Prefectura del Departamento de Tarija. Secretaria de Turismo y Cultura. Impresión Imprenta Integral S.R.L. Tarija, Bolivia. 2007
[14] Pág. 101-102 Baptista Gumicio, Mariano. Historia (Gráfica) de la Guerra del Chaco. Tercera Edición. Colección: Historia Biblioteca Popular Boliviana de “Ultima Hora”. Talleres de Empresa Editora “Khana Cruz” S.R.L. La Paz, Bolivia. 17 de julio de 1978
[15] Pág. 15-17 Aguilera Fierro, Rene. Letras Tarijeñas (Biografía de Poetas y Escritores). Editado por la Corporación Cultural de Publicaciones ENER’S Tercera Edición. Tarija, Bolivia. Marzo de 1990
[16] Pág. 25-28 Aguilera Fierro, Rene. Letras Tarijeñas (Biografía de Poetas y Escritores). Editado por la Corporación Cultural de Publicaciones ENER’S Tercera Edición. Tarija, Bolivia. Marzo de 1990
[17] Pág. 29-33 Aguilera Fierro, Rene. Letras Tarijeñas (Biografía de Poetas y Escritores). Editado por la Corporación Cultural de Publicaciones ENER’S Tercera Edición. Tarija, Bolivia. Marzo de 1990
[18] Pág. 246-247 Querejazu Calvo, Roberto. Masamaclay. Historia Política Diplomática y Militar de la Guerra del Chaco. Segunda Edición. La Paz, Bolivia. 1975
[19] Pág. 249 Querejazu Calvo, Roberto. Masamaclay. Historia Política Diplomática y Militar de la Guerra del Chaco. Segunda Edición. La Paz, Bolivia. 1975
[20] Pág. 40-43 Aguilera Fierro, Rene. Letras Tarijeñas (Biografía de Poetas y Escritores). Editado por la Corporación Cultural de Publicaciones ENER’S Tercera Edición. Tarija, Bolivia. Marzo de 1990
[21] Pág. 249-252 Querejazu Calvo, Roberto. Masamaclay. Historia Política Diplomática y Militar de la Guerra del Chaco. Segunda Edición. La Paz, Bolivia. 1975
[22] Pág. 44-47 Aguilera Fierro, Rene. Letras Tarijeñas (Biografía de Poetas y Escritores). Editado por la Corporación Cultural de Publicaciones ENER’S Tercera Edición. Tarija, Bolivia. Marzo de 1990
[23] Pág. 48-51 Aguilera Fierro, Rene. Letras Tarijeñas (Biografía de Poetas y Escritores). Editado por la Corporación Cultural de Publicaciones ENER’S Tercera Edición. Tarija, Bolivia. Marzo de 1990
[24] Blanco Mamani, Elías. Alberto Sánchez Rossel. Diccionario Cultural Boliviano. En http://www.elias-blanco.blogspot.com
[25] Blanco Mamani, Elías. Alberto Sánchez Rossel. Diccionario Cultural Boliviano. En http://www.elias-blanco.blogspot.com
[26] Pág. 70-74 Aguilera Fierro, Rene. Letras Tarijeñas (Biografía de Poetas y Escritores). Editado por la Corporación Cultural de Publicaciones ENER’S Tercera Edición. Tarija, Bolivia. Marzo de 1990
[27] Pág. 171 Fellman Velarde, José. Historia de la Cultura Boliviana: Fundamentos Socio-políticos. Universidad Mayor de San Andrés. La Paz, Bolivia. 

lunes, 4 de junio de 2012

PIONEROS DE LA EDUCACIÓN, EN EL CHACO TARIJEÑO


PIONEROS DE LA EDUCACIÓN, EN EL CHACO TARIJEÑO
Por José Luis Claros López*

Pioneros de la Educación, en el Chaco Tarijeño durante la segunda mitad del siglo XIX.

Para el 30 de junio de 1894 el Dr. Eriberto Trigo en un Informe sobre la educación en Tarija daba cuenta de la existencia en la provincia Gran Chaco de las siguientes escuelas: “San Pedro (Yacuiba), Paraguay (Caiza), San José (Caraparí), San Miguel (Itaú) todas ellas de instrucción Primaria, existiendo un total de 4 maestros y 80 alumnos hombres. El estado de estas escuelas es laudable considerando que no se pagaba las pensiones desde 1888.”[1]Estas pensiones retrasadas durante seis años, a las que hace referencia Eriberto Trigo en su informe sobre la Educación en Tarija (1894) son los sueldos destinados a los maestros de aquellas escuelas que para entonces existían en la Provincia Gran Chaco[2].

Es difícil rastrear el estado de la educación en los primeros veinticinco años de la República. Sin embargo por datos recogidos por historiadores de la década de 1850-1860, podemos ver que las cosas no andaban del todo bien en esa disciplina.[3] Sin bien es cierto que todos los “ciudadanos”[4] de Bolivia tenían el derecho a la educación desde el Gobierno Popular de Manuel Isidoro Belzú[5] que con la Constitución de 1851[6] introdujo el derecho a la instrucción para todos los ciudadanos y colocó la enseñanza libre bajo la vigilancia del Estado y exigió la moralidad y capacidad de los enseñantes. También dispuso la creación de escuelas para niñas ya que hasta entonces sólo existían para varones. Luego mediante Decreto Supremo de 6 de agosto de 1853, Belzú reiteró la intención del Estado en cuanto a la educación popular, de modo que las escuelas se dediquen «no sólo a las alfabetización, sino al desarrollo de las inclinaciones propias de cada estudiante, en razón de aptitud, del carácter de los habitantes, del clima y de los recursos propios de cada zona geográfica». Luego Agustín Morales mediante Ley de 22 de noviembre de 1872 declara nuevamente la libertad de enseñanza[7] y transfiere las escuelas elementales a las municipalidades. Este periodo es de una lucha constante por la gratuidad de la educación marcando el inicio de la educación popular en Bolivia, por lo menos a nivel legal, ya que hasta esa fecha la educación es elitista porque durante los primeros 25 años de vida independiente Bolivia retoma la vieja concepción educativa colonial que privilegia la educación media y superior de la minorías, desincentivando totalmente la educación básica de las mayorías populares[8] es por eso que solamente los hijos de los ricos[9] en 1850 podían acceder a las escuelas, no es hasta 1884 que se aprueba una Ley para crear la primera Normal de Maestros en Bolivia. 

En ese contexto escribir sobre los pioneros de la educación en el Chaco Tarijeño, es hablar también de una increíble historia de sacrificio ligada con la compleja tarea civilizadora[10] del proceso conocido como “la evangelización del sudeste” realizada por los Franciscanos[11] desde Tarija. Tiempo cuando se desarrollo una suerte de “sistema educativo solidario” para con los habitantes primigenios del Chaco[12] a quienes la escuela debía insistir, ante todo, en la enseñanza de la lengua materna[13], y secundariamente, del castellano, este sistema como una parte del proceso de la evangelización del Chaco tenía en los últimos años del siglo XIX su principal defensor en el R.P. Doroteo Giannecchini quien observaba cómo la lucha en contra de la escuela misional[14], que insistía en la lengua autóctona[15], escondía una pretensión de dominación de clases pudientes en contra de la entidad indígena. Para los Franciscanos la creación de la reducción era un paquete de elementos que se iban formalizando en una nueva práctica de vida entre los pueblos originarios. El contrato inicial se formalizaba en la petición de la reducción, de parte de los caciques regionales, y en la aceptación de parte del misionero. Ambos se comprometían sobre la base de elementos prácticos: Los originarios entregaban el núcleo central de sus tierras, y el Franciscano se comprometía a la economía colectiva y a la creación de la escuela. De tal forma los predios de las misiones de los Padres Franciscanos, fueron los primeros centros educativos en los territorios del Chaco Tarijeño en los que no solo se impartía la enseñanza del catecismo y se impulsaba la habilidad Chiriguana para la fabricación de muebles, tejidos, tallado de madera, cerámica y fabricación de ladrillo y tejas, sino también eran el lugar donde se les enseñaba a leer y escribir a los niños de las reducciones,[16] convirtiendo así la obra de los Franciscanos como la pionera de la educación en el Chaco Tarijeño. 

Esta labor ejemplar era sin embargo vista por las autoridades políticas locales, como algo insignificante y que la obra educacional de los misioneros no contribuía en nada en el desarrollo del Chaco[17]. Por ejemplo, el Subprefecto de la Provincia Salinas[18], Epifanio Apodaca el 10 de marzo de 1872 en un informe al Prefecto de Tarija, sobre el estado de las misiones, vías de comunicación, fortines y escuelas en dicha provincia indica que: “…el número de escuelas que debe tener esta provincia en los cinco pueblos que se compone, son los siguientes: San Luis, Salinas, Itaú, Chimeo, Caraparí y Caiza, pero sin contar en ninguno de estos pueblos con un local edificado para plantear las escuelas; con sentimiento se nota que dentro de dos años no contará esta provincia con sufragantes, porque ahora el mismo se hace difícil en cada pueblo encontrar Ciudadanos en ejercicio para que desempeñen los cargos concejiles por la falta de instrucción…”[19]

A pesar de tal estado de cosas, la obra de los Franciscanos no se detiene, de tal forma el 6 de julio de 1883 desde Aguayrenda, en su Informe Adicional sobre el estado de las Misiones Tarijeñas, escrito por Fray Doroteo Giannecchini a solicitud del Ministerio de Justicia, Culto e Instrucción Pública de la República de Bolivia, en cumplimiento a una Circular de 17 de Mayo de 1883 informa lo siguiente: Que en la Misión de San Miguel Arcángel de Itaú existía una casa de enseñanza para los varones y otra para las mujeres. La Misión de Nuestra Señora de Guadalupe de Chimeo contaba con una Escuela para la educación de niñas y casa para habitación de su profesora, rodeada de un cómodo tapial. La Misión de San Roque de Aguayrenda también contaba con una casa de enseñanza para varones, otra para mujeres con habitación para la profesora. La Misión de Nuestra Señora la Purísima de Tarairi, entre sus edificaciones contaba con una casa grande de educación para varones y otra para niñas, con enfermería y habitación corriente para la profesora. La misión de San Francisco Solano contaba también con una casa de enseñanza para varones y otra para mujeres. La misión de Nuestra Señora de las Misericordias de Machareti contaba con local de enseñanza para varones y otro para mujeres, la misión de San Jose de Tiguipa también para 1883 contaba con una Casa-escuela para varones y otra para mujeres con habitación para la Preceptora. La Misión de Nuestra Señora del Carmen de Caiza, contaba también con lugar destinado a la enseñanza de los indígenas[20].

Para diciembre 12 de 1883, el Fray Doroteo Giannecchini elabora en Aguairenda un CUADRO BIENAL DE 1882-1883[21] del estado de las Misiones de infieles, que están al cargo del Colegio de Propaganda FIDE de Nuestra Señora de los Angeles de la ciudad de Tarija, que presenta al Arzobispado de La Plata, basado en su última visita oficial. En el mismo detalla en cuanto se refiere a la cantidad de niños en educación lo siguiente de acuerdo a las misiones que va detallando en el citado informe de 12 de diciembre de 1883:

CUADRO A1
CUADRO BIENAL DE 1882 Y 1883


PROVINCIA

MISIÓN

AÑO DE SU FUNDACIÓN

REVERENDOS PADRES CONVERSORES

RAZA

TOTAL DE POBLACIÓN

NIÑOS EN EDUCACIÓN

MAESTROS DE NIÑOS

NIÑAS EN EDUCACIÓN

MAESTRAS DE NIÑAS
GRAN CHACO
CAIZA
Nuestra Señora del Carmen
1843
R.P. Guido Cremona
Mestizos
1,577
10
1
10
2
GRAN CHACO
ITAÚ
San Miguel Arcángel
1791
Restaurada
en 1845
R.P. Vicente Manuali
Chiriguanos
181
17
1
35
1
GRAN CHACO
AGUAIRENDA
San Roque
1851
R.P. Leon Orsetti
R.P. Inocencio Massei
Chiriguanos
645
85
1
85
1
SALINAS
CHIMEO
Nuestra Señora de Guadalupe
1848
R.P. Vicente Marcelletti
Chiriguanos
133
15
1
14
1
AZERO
TARAIRI
La Purísima
1854
R.P. Nazareno Dimeco
R.P. Leonardo Stazi
Chiriguanos
1,106
106
1
101
1
AZERO
PILCOMAYO   ORIENTAL
San Francisco Solano
1860
R.P. Mauricio Monacelli
R.P. Francisco Cayola
Chiriguanos
577
72
1
74
1
AZERO
MACHARETI
Nuestra Señora de las Misericordias
1869
R.P. Santiago Romano
Chiriguanos
3,329
100
1
100
1
AZERO
TIGÜIPA
San José
1872
R.P. Gerónimo Bacili
Chiriguanos
774
92
1
78
1
TOTALES CUADRO A
8,322
497
8
497
9
 1 Cuadro adaptado sobre la base del: Cuadro Bienal de 1882 y 1883. Aguairenda, diciembre 12 de 1883. Elaborado por Doroteo Giannecchini.

CUADRO B1
TOTAL DE NIÑOS/NIÑAS EN EDUCACIÓN Y TOTAL DE MAESTROS/MAESTRAS

PROVINCIA

MISIÓN

RAZA

TOTAL DE NIÑOS/NIÑAS
EN EDUCACIÓN

TOTAL DE MAESTROS/MAESTRAS
GRAN CHACO
CAIZA
Mestizos
20
3
GRAN CHACO
ITAÚ
Chiriguanos
52
2
GRAN CHACO
AGUAIRENDA
Chiriguanos
170
2
SALINAS
CHIMEO
Chiriguanos
29
2
AZERO
TARAIRI
Chiriguanos
207
2
AZERO
PILCOMAYO ORIENTAL
Chiriguanos
146
2
AZERO
MACHARETI
Chiriguanos
200
2
AZERO
TIGÜIPA
Chiriguanos
170
2
TOTALES CUADRO B
994
17
 1 Cuadro adaptado sobre la base del: Cuadro Bienal de 1882 y 1883. Aguairenda, diciembre 12 de 1883. Elaborado por Doroteo Giannecchini.
  
CUADRO C1
PORCENTUAL DE NIÑOS/NIÑAS EN EDUCACIÓN CON RELACIÓN AL TOTAL POBLACIONAL

PROVINCIA

MISIÓN

PORCENTUAL
GRAN CHACO
CAIZA
1 %
GRAN CHACO
ITAÚ
22 %
GRAN CHACO
AGUAIRENDA
21 %
SALINAS
CHIMEO
18 %
AZERO
TARAIRI
16 %
AZERO
PILCOMAYO ORIENTAL
20 %
AZERO
MACHARETI
6 %
AZERO
TIGUIPA
18 %
1 Cuadro adaptado sobre la base del: Cuadro Bienal de 1882 y 1883. Aguairenda, diciembre 12 de 1883. Elaborado por Doroteo Giannecchini.

De igual manera en su memoria que presenta dos años después del anterior informe de Julio 1883, firmado esta vez desde la Misión de Nuestra Señora de Guadalupe de Chimeo el 19 de abril de 1885 dirigido al M.R.P. Comisario General de Colegios de Propaganda FIDE en Bolivia, el Prefecto de Misiones del Colegio de Tarija Fray Doroteo Giannecchini señala en su Cap. IX Escuelas: “Uno de nuestros principales empeños y atenciones, desde el principio de nuestro cargo, fue siempre el de fomentar, metodizar, y adelantar la educación de ambos sexos en todas nuestras misiones… A cuyo efecto no hemos reparado en gastos para estimular, y premiar a los alumnos de ambos sexos, que hubieran sobresalido en las pruebas públicas a sus condiscípulos en saber y en moralidad… Han aprendido a leer corrientes en ambas lenguas, y a escribir perfectamente. Han demostrado tener una memoria fácil y admirable en cualquier lengua, en verso y en prosa… Su habilidad hizo admirar a los celebres viajeros Crevaux y Thouar… No podemos concluir este párrafo, sin expresar lo agradecidos que quedamos a los P.P. Conversores como Maestros de niños; y a las Sras. Preceptoras de Niñas, por el empeño que a nuestra insinuación han desplegado para adelantar a sus respectivos alumnos. Merecen aquí particular mención los alumnos y preceptores de Aguayrenda: pues últimamente sostuvieron exámenes con honor a la presencia de todas las Autoridades, y otros curiosos de la misión y de algunas Sras. Y Caballeros sobre Geografía, Gramática Castellana, Urbanidad, Zegada, Astete y otros autores en prosas y versos…”[22]

Pero no todas las autoridades o delegados enviados por los Prefectos de Tarija, compartieron el criterio de que la labor de las misiones Franciscanas en cuanto se refiere a la educación era una cosa improductiva, por ejemplo Félix Padilla en su Informe al General Manuel Othon Joffre sobre su visita a la región de la Provincia Gran Chaco, utiliza en su página 57 un fragmento de un artículo que ya había previamente publicado en el Diario “La Creencia” de Tarija, en abril 15 de 1885 en el fragmento señalado describe su impresión sobre la situación de la escuela de la misión de Aguirenda: “Una vez en la de varones, dirijéndome el Padre Orsetti, me significó el estado de aprendizaje de todos é instomé á aque examinase á cualesquiera de ellos: quien recitaba con fluides y corrección la doctrina cristiana integra, no solamente en guaraní i castellano, sinó que en italiano mismo; quien leia i escribia correctamente en los dos primeros idiomas; quien modulaba una canción con el incompetible gusto músico de su raza; quien recitaba un verso ó una oración tierna i larga… El Padre Doroteo interrumpió mi admiración y enternecimiento ante aquel vivo testimonio de trabajo i sacrificios i llevóme á la escuela de mujeres. Entramos pues. Pobresitas… Hasta este momento conservo impresa en mi recuerdo la lozana i alegre fisonomía de aquellas indias jóvenes dignas de ser premiadas, ya que no por su adelanto en el bordado, en la lectura, escritura, música &. á la dirección de una maestra que allí tienen,-siquiera por la buena fé i resignación con que se han consagrado al ingreso de la vida civilizada… ¡Cuánto deberán á estas las generaciones venideras i el país todo…! …Eso es todo lo que observé, esas son las reflecciones que me hize en mi merituado paseo de Agüairenda, de donde me retiré á horas doce del día 13 de junio mensionado con ideas completamente revolucionadas, desde que ante me había contaminado de las apreciaciones vulgares y calumniosas que había escuchado hacer de los religiosos de las misiones del oriente.”[23]

Es así como al momento de intentar escribir sobre los pioneros de la educación en el Chaco Tarijeño, no se puede dejar de lado la importancia del papel de los Franciscanos y de la Iglesia Católica no solo desde un punto de vista religioso y de la fe, sino sobre todo en una labor necesaria que constituyo sin lugar a dudas una primer experiencia de educación multicultural y bilingüe en Bolivia. Quizás sus historias por ejemplo de las Maestras de las niñas en las misiones, como también de la misma obra educacional de los misioneros franciscanos fueron olvidadas como resultado de la mitificación de lo que se considero la “conquista” del Chaco por los colonizadores, militares y exploradores. Sin embargo, su participación de ambos actores el Misionero Franciscano y la Maestra (La Preceptora muchas veces eran mujeres pertenecientes a las mismas reducciones que ya habían aprendido a leer y escribir) fue importante para la sucesión de acontecimientos que hicieron posible los hechos posteriores a la década del 40 del siglo XIX, es decir la consolidación de la soberanía de la nación Boliviana en el Chaco Tarijeño. De tal forma que las primeras maestras, en realidad llegaron a la región junto con los Franciscanos que llegaban a las llanuras próximas al Pilcomayo “El río de los pájaros”[24] estableciéndose al interior de las reducciones donde contribuyeron a la enseñanza inicial de los niños indígenas, enseñándoles lo elemental junto a los Franciscanos que les enseñaban sobre religión. Sacrificada tarea, la de aquellas mujeres que hicieron de Preceptoras (Maestras) entre la población indígena del Chaco Tarijeño. De las cuales existen pocas memorias de sus experiencias. Sin embargo es gracias al trabajo de documentación y registro fotográfico realizado en 1898 por el Profesor Vicenzo Mascio[25], que se puede conocer los rostros de algunas de estas maestras que para ese año de 1898 trabajaban como educadoras de las alumnas[26] de origen indígena[27] en las misiones establecidas a lo largo del actual Chaco Tarijeño, entre las cuales se nombran en su trabajo a las siguientes: Agueda Figueroa, maestra de las alumnas chiriguanas de la misión de Chimeo (Fotografía Nro. 1). Tomasa Jufra de la Tercera Orden Franciscana, mestiza, maestra de la Misión de San Miguel Arcángel de Itaú (Fotografía Nro. 2). Margarita López, mestiza maestra de las alumnas chiriguanas de San Roque de Aguayrenda (Fotografía Nro. 3). María Avelina, mestiza. Maestra de las alumnas chiriguanas y noctenes de la Misión de San Antonio de Padua del Pilcomayo Sud (Fotografía Nro. 4). Guadalupe Torres, de la Tercera Orden Franciscana. Maestra mestiza de las alumnas de San Francisco Solano, orilla septentrional del Pilcomayo (Fotografía Nro. 5). María Magdalena Pino y Victoria Encinas ambas de la Tercera Orden Franciscana, maestras de la Misión de la Purísima de Tarairi (Fotografía Nro. 6). Las fotografías, corresponden al año de 1898 y son parte del “Álbum Fotográfico de las Misiones Franciscanas en la República de Bolivia, a cargo de los Colegios Apostólicos de Tarija y Potosí”.

Fotografías de Vicenzo Mascio tomadas para el “Álbum Fotográfico de las Misiones Franciscanas en la República de Bolivia, a cargo de los Colegios Apostólicos de Tarija y Potosí”.

En el proceso de consolidación de la presencia del Estado, en el territorio del Gran Chaco es importante señalar que se debía cumplir con un reglamento para la organización de una Colonia, dicho reglamento en el caso por ejemplo de la organización de las colonias Crevaux, Thouar y de otras a fundar en la desembocadura del Pilcomayo establecía para el tema educativo lo siguiente: “Art. 113. En toda colonia habrá una escuela municipal, debiendo el maestro ser tomado en conformidad al mismo artículo 59. La instrucción en las colonias será gratuita y obligatoria”[28] y continuaba dicho reglamento señalando en su “Art. 114. Corresponde a los agentes municipales el nombramiento de los maestros, pero sus servicios duraran por anualidades y se sujetaran a las reglamentaciones comunes” el artículo 59 de dicho reglamento al que hace mención el artículo 113 lo que señalaba era que; “Todo auxiliar, incluso los agentes de proveeduría y cajería, como también proveedor y cajero mismo, serán tomados de la clase de oficiales a capitanes inclusive y a un de la de jefes, inclusive coroneles, sin más consulta que la de aptitudes personales; solo en defecto de ellos, y por la única causal de mayores aptitudes, deberán ser tomados de cualesquier otra clase de individuos, sea o no colonos”[29].

Pioneros de la Educación, en el Chaco Tarijeño durante la primera mitad del siglo XX.

El inicio del siglo XX estuvo marcado por el nuevo intento de introducir el Método Gradual Concéntrico en las Escuelas. El primer intento fracasado en 1892 permitía volver a proponer un reemplazo al antiguo método parcelario, organizado en materias. La propuesta del método concéntrico era la de aglutinar en torno a la geografía de manera vertical las materias afines; y en sentido horizontal, en asociación con otras materias que globalizan el conocimiento. Con este fin la reforma educativa liberal[30] –impulsada por grandes educadores tanto nacionales como extranjeros- asume medidas progresistas como el reconocimiento profesional del maestro, para lo cual el Estado asume la formación y cualificación de los docentes creando la Escuela Normal de Sucre, en 1909, bajo los postulados de una educación “científica”, “laica” y “coeducacional”. Los maestros asumieron en ese periodo ideas progresistas sobre la educación, postulando la Escuela Única y Democrática con una Educación Primaria y Secundaria obligatorias. La política educativa liberal[31] se oriento a transferir al Estado la tuición educativa, hasta entonces en manos de la iglesia[32]. De aquella forma la gran mayoría de los educadores que llegaron al Chaco antes y después de la Guerra recibían una formación académica en Sucre para luego transmitir esos conocimientos a varias generaciones que se formaron en las aulas de las escuelas de los pueblos del Chaco.

Dentro de aquel contexto de la educación en Bolivia, es que se da en el Chaco Tarijeño los siguientes acontecimientos, cuyos antecedentes se conectan con los acontecimientos que se desarrollan durante la segunda mitad del siglo XIX, por los cuales Caiza o Capiibity[33] en guaraní, se constituyo en la base del avance colonizador de la nación Boliviana hacia el Sudeste y de esa manera, se fundaron los fortines de Guachalla, Linares, Ballivián y Muñoz donde también se aglomeraron los colonos, siendo el principal de todos estos Ballivián[34]. Tales centros poblados no solo por militares sino también por civiles que hacían de primeros colonos, dieron lugar a la fundación con la llegada del siglo XX de precarias escuelas[35], cuyos locales no eran otra cosa que simples ranchos de "palo a pique" y techo de paja carentes de mobiliario y sin pizarrón. Para suplir tal ausencia, el maestro hacia sus dibujos y demostraciones en la fina arena del suelo. Como el saber del maestro era pagado por el estado -60 bolivianos mensuales y con descuentos[36]- se pagaba a veces, cada seis meses. En estos casos el sacrificado mentor de la niñez en la mayoría de los pueblos del chaco, sobrevivía gracias la generosidad de los mismos pobladores.

Los nombres de esos pioneros del siglo XX en la educación de los pueblos del Chaco están sepultados en el olvido indicaba ya en 1976 el Prof. José Centeno Bilbao al escribir un artículo sobre la educación en el Sudeste y además indicaba que “sólo se recuerdan algunos detalles de quienes, como doña Isabel Pacheco, maestra en Ballivián, enseñaba a leer y escribir a los hijos de los colonos. O de Hugo Salazar, que instruyo a muchas generaciones de Chaqueños, legándoles su disciplina y buena letra”[37].

Se cuenta también con el siguiente listado[38] sobre quienes se desempeñaban como maestros en el Chaco Tarijeño, en cuanto se refiere a los primeros años del siglo XX ya que para entonces en Bolivia la educación elemental todavía está en manos de las alcaldías[39]:

El año de 1901 funcionaba en Caiza la escuela “Bolívar” donde trabajaba el Prof. Pacífico Burgos con un sueldo de 20 Bs.- por mes, en Yacuiba funcionaba una escuela para varones y otra de mujeres donde trabajaban los Profesores Clodomiro Catacora con un sueldo de 11 Bs.- y Felicidad de Garrabulí con un sueldo de 20 Bs.-, en Caraparí funcionaba una escuela mixta a cargo de la Prof. Justina de Mendoza con un sueldo de 9 Bs.- por mes.

Se desempeñan como educadores para 1905 en la región, los siguientes: En Yacuiba, Prof. Neptalí Cuellar y Prof. Enriqueta Delfín; en El Palmar, Prof. Encarnación Meriles, en Itaú el Prof. Florencio López, en Caraparí, Prof. David Pacheco; en Saladillo, Prof. Rosa L. de Michel; en Caiza, Prof. Rufino Paz y la Prof. Corina Gómez.

En 1915, trabajan en Yacuiba el Prof. José Ugarte y como su Aux. Antonio Rivera con un total de 52 alumnos varones, también trabaja la Prof. Albiana Pacheco y como su Aux. Amalia Cavero con la responsabilidad de educar a 42 alumnas. En Caiza trabaja la Prof. Mercedes Pacheco con 20 alumnos, en El Palmar la Prof. Elisa Saldías, con 21 alumnos, en Pajoso trabaja el Prof. Astulfo Ibañez con 35 alumnos. El Ministerio de Educación y Cultura, en su política de expansión y atención obligatoria a nivel educacional, dispone en 1916, que en los límites de la República en la frontera con la Argentina, en el “caserío Yacuiba”, funcione el primer establecimiento de enseñanza: “la escuela fiscal de niños”. De principio y por un buen tiempo, ocupó un galpón aduanero. Fue por ese tiempo que se designó como responsable de la escuela al Prof. Enrique Delfín[40]. Para el año de 1917 trabajan como educadores en Yacuiba los profesores: José Ugarte, Vaca de Barea y Carmen Hebia. En Pajoso el Prof. Manuel Lazcano y en El Palmar los profesores Lucas Blasco y Elisa de García. El 16 de octubre de 1917 se le confiere atendiendo a sus aptitudes a la señora Carmen Barroso de Rivas el título de Preceptora de la Escuela Fiscal de Niñas de San Antonio en Villa Montes con el haber asignado en la Ley del Presupuesto para esa gestión fiscal de 1917[41].

En el ya señalado artículo de 1976 sobre el tema de los primeros educadores del sudeste; José Centeno Bilbao también indica sin recordar el nombre a otro maestro de nacionalidad colombiana, que habría muerto de necesidad en Tarija después de haber enseñado en alguna escuela del Chaco. Los militares también tuvieron su parte en la tarea educadora del Chaco, por ejemplo en San Antonio, se fundó la escuela "Regimiento Loa" y los oficiales de la mencionada unidad, actuaron como maestros[42].

Después de finalizada la guerra[43] con el Paraguay, existían en el Chaco centenares de niños[44] “evacuados”[45] cuya educación imponía la construcción de locales escolares. Por ese motivo al tiempo de que la guerra ya había concluido el General Julio Sanjinés, cooperado por el Ejército Nacional, hace construir en Villa Montes la escuela de su nombre. Durante el año de 1936, se funda el Distrito Escolar del Sudeste, acontecimiento que marca el arribo del profesor Isaac Maldonado Reque y también de los profesores Leonidas Sustach, Benedicto Duran, Guido Villagomez, Martha Mendoza, Alberto Orsini y otros que organizaron las diversas escuelas del Chaco. Fueron Directores del Distrito Escolar del Sudeste posteriormente los profesores Heriberto Guillen Pinto, Juan E. Arévalo, Federico Figueroa, Héctor Pino Ichazu, Octavio Borda, Ismael Laguna y Humberto Rios Zambrana.

También en la zona de Villa Montes, el Tcnl. Raimundo de Cárdenas y los soldados del Regimiento "Jordán", erigen una escuela que bautizan como "Daniel Campos". En Yacuiba, el Mayor Pastor Laguna y las autoridades locales, fomentaron la construcción de la Escuela "Cnl. Miguel Estenssoro".

El año de 1949, en Villa Montes, un grupo de maestros funda con carácter ad-honorem el primer colegio secundario del Gran Chaco, consiguiendo en 1954 el egresó de la primera promoción de Bachilleres Chaqueños. En 1951, el Club de Leones de Yacuiba, presidido por el Profesor Humberto Rios Zambrana y Julio Ponce Lozada, consiguen la Resolución Suprema de 24 de Abril de 1951 que les autorizaba para iniciar el funcionamiento del segundo colegio secundario en la región del Chaco Tarijeño, en este caso de un Instituto Educacional, con las secciones de Secundaria y Elementales de Comercio, Plástica y Musical, que denominaron “Juana Manuela Gorriti de Belzú” su primer plantel docente que trabajaría sin sueldo durante los meses que siguieron a su fundación estaba integrado entre otros por Franco Jordán, J. Ponce Lozada, Felipe Hurtado, Pascual Dante Di Pasquale, Reynaldo Caballero, Jaime Lluch, Raúl Antelo, José Sanzatenea, Raúl Luna, Blanca Ameller de Delfín y Olga Zurita[46], a este primer colegio luego se le cambiaria el nombre primero por Hernán Siles Z. y luego por Germán Busch nombre con el que se quedaría hasta el presente. Posteriormente el Sindicato Ferroviario erige la escuela del mismo nombre y la Federación Ferroviaria, dona el local actualmente ocupado por el "Liceo Gran Chaco", a su vez el Prof. José Centeno Bilbao conjuntamente los maestros y padres de familia, en once años de trabajo directivo lograron consolidar la Escuela “José Mariano Serrano”.

Así, con el transcurrir del tiempo se fueron dando los primeros pasos en el Chaco Tarijeño para poder consolidar la educación con sólidos cimientos, como escribía el Prof. José Centeno Bilbao en Yacuiba, el 24 de julio de 1976 refiriéndose a la educación en el Chaco Tarijeño: "...El hogar y la escuela siguen siendo los puntales básicos de la Educación, tal vez por eso los estudiantes chaqueños se destacan en las universidades nacionales y extranjeras porque son el producto de una tierra sufrida y hambrienta de progreso..."

* Director de Contenidos de NEMBOATI.com

Bibliografía consultada:

1.    BLOQUE EDUCATIVO POPULAR INDÍGENA ORIGINARIOPropuesta Educativa Popular (Tercer Borrador) Hacia el Congreso Nacional de Educación 2004. Nueva Estrategia de la Educación Boliviana por la Soberanía, la liberación y el cambio. La Paz, octubre de 2004
2.    CENTENO BILBAO, José. Pioneros de la Educación en el Chaco. Nota de prensa para El Diario. La Paz, 24 de julio de 1976
3.    CENTENO BILBAO, José. Fogón criollo miscelánea de remembranzas chaqueñas. Imprenta Doña Carmelita. 31 de julio 1998.
4.    CLAROS LÓPEZ, José Luis. Apuntes Historia de Yacuiba. L.C. 2009. (Escrito inédito)
5.    CONAMAQ/CSUTCB/CIDOB/APG/CSCB/FNMCB-BS/CEAM/CEPOG/CENAQ/CEAPor una educación indígena originaria. Hacia la autodeterminación ideológica, política, territorial y sociocultural. Santa Cruz, Noviembre 2004. Impresión G.I.G. La Paz, Bolivia 2004
6.    CONDARCO MORALES, Ramiro. Zarate el “Temible” Willka. Historia de la Rebelión Indígena de 1899. Segunda Edición. Imprenta y Librería “Renovación” Ltda. La Paz, Bolivia. 30 de junio 1983 
7.    CORRADO, Alejandro M. El Colegio Franciscano de Tarija y sus Misiones. Noticias Históricas recogidas por dos misioneros del mismo Colegio. Quaracchi, cerca de Florencia. Tipografía del Colegio de S. Buenaventura. 1884
8.    COTO, Pedro Ángel. Yacuiba Retazos Pueblerinos. Narraciones y Relatos. 2da. Edición. Imprenta Alar S.R.L. Santa Cruz, Bolivia. Julio 2005
9.    DE MESA, José/GISBERT, Teresa/MESA GISBERT, Carlos Diego. Historia de Bolivia. Editorial Gisbert y Cia. S.A. Primera Edición. La Paz, Bolivia. 1997 
10.  DOLLZ GUERRERO, Ernesto. El Chaco y su Historia. Editorial e Imprenta Laser Primavera. San José de Pocitos, Bolivia. 12 de agosto de 1994.
11.  EL CHAQUEÑOArtículo “Un fragmento de historia de la U.E. Coronel Miguel Estenssoro rumbo al centenario”. Yacuiba, lunes 7 de mayo de 2012
12.  GIANNECCHINI, Dorotéo/MASCIO, Vicenzo. Álbum Fotográfico de las Misiones Franciscanas en la República de Bolivia, a cargo de los Colegios Apostólicos de Tarija y Potosí. Talleres Gráficos de Industrias Offset color S.R.L. La Paz - Bolivia. 1995.
13.  GÓMEZ, Mariana Daniela. Mujeres imaginadas: Bestias de carga, esclavas, amazonas y libertinas. Representaciones sobre las mujeres indígenas del Gran Chaco. Fazendo Genero 9. Diásporas, Diversidades, Deslocamentos. 23 a 26 de agosto de 2010
14.  LANGER, Erick/BASS WERNER DE RUIZ, Zulema/ROMERO AUD, María del Carmen. Corpus Documental Historia de Tarija, Tomo V. Círculo de Escritores y Artistas de Tarija. Prefectura del Departamento de Tarija. Universidad Autónoma Juan Misael Saracho. Editorial Universitaria UAJMS, Tarija. 1988
15.  MOLLOJA HOYOS, Ranulfo. Los pioneros y evacuados del Chaco Boreal. Segunda Edición. Talleres Gráficos Imprenta “Los Huérfanos”. Santa Cruz, Bolivia. 5 de agosto de 2002.
16.  PADILLA, Félix. Informe sobre la colonización del Pilcomayo de Félix Padilla a Manuel Othon Jofré. Tarija, 6 de agosto de 1885
17.  PIFFERI, Sebastián/DUCCI, Zacarías. Diario de la visita a todas las misiones existentes en la República de Bolivia-América Meridional Practicada por el M.R.P. Sebastián Pifferi Comisario General de los Colegios de la misma República. Escrito por su Secretario y compañero de viaje Padre Zacarías Ducci ambos misioneros del Colegio Apostólico de Tarija. Asís. Santa María de los Ángeles. Tipografía de la Porciúncula. 1895
18.  TARDIO MAIDA, Alberto. Historia de la Educación Rural en Bolivia.
19.  TRIGO, Eriberto. Informe del Cancelario Dr. Eriberto Trigo. Año II. Tarija. 30 de junio de 1894. Tipografía de la Estrella de Tarija. Tarija, Bolivia. 1894

Referencias y citas:


[1] Trigo, Eriberto. Informe del Cancelario Dr. Eriberto Trigo. Año II. Tarija. 30 de junio de 1894. Tipografía de la Estrella de Tarija. Tarija, Bolivia. 1984
[2] El Decreto de 12 de agosto de 1876 sobre: Tarija, División de sus provincias. Firmado por el Presidente Provisorio de la República Gral. Hilarión Daza determina la disolución de la Provincia Salinas y la creación sobre la base territorial de dicha provincia de las Provincias de Concepción y del Gran Chaco. La Ley de 19 de octubre de 1880, fija nueva delimitación para el Departamento de Tarija y sus provincias, en esta Ley Yacuiba se eleva a rango de capital de la Provincia Gran Chaco.
[3] Pág. 379 De Mesa, José/Gisbert, Teresa/ Mesa Gisbert, Carlos Diego. Historia de Bolivia. Editorial Gisbert y Cia. S.A. Primera Edición. La Paz, Bolivia. 1997  
[4] En las comarcas el analfabetismo fue total, porque ni el hombre ni la mujer sabían leer ni escribir, tampoco entendían el castellano. Esa limitación no permitía al hombre, menos a la mujer, ser inscritos en el registro cívico para emitir el voto, determinado por la misma Constitución Política del Estado. Desde ese punto de vista la clase campesina, de ambos sexos, no era de interés para los políticos. Tardio Maida, Alberto. Historia de la Educación Rural en Bolivia.
[5] Pág. 12 El Gobierno de Manuel Isidoro Belzú intenta retomar las ideas educativas progresistas de Simón Rodríguez, implantando la educación primaria universal, gratuita y obligatoria, restableciendo las escuelas-taller e incluyendo el derecho a la educación para las mujeres. Bloque Educativo Popular Indígena Originario. Propuesta Educativa Popular (Tercer Borrador) Hacia el Congreso Nacional de Educación 2004. Nueva Estrategia de la Educación Boliviana por la Soberanía, la liberación y el cambio. La Paz, octubre de 2004
[6] La Convención Nacional de 1851. Estableció la INSTRUCCION PRIMARIA GRATUITA.
[7] Pág. 12 Con la victoria política de la Oligarquía Minero-Feudal emergente, se promulga la “Ley de Libertad de enseñanza” que faculta a cualquier persona, individual y colectiva, a enseñar sin restricciones. Este estatuto fue el instrumento legal que liquidó la Educación Pública del último cuarto del siglo diecinueve. Bloque Educativo Popular Indígena Originario. Propuesta Educativa Popular (Tercer Borrador) Hacia el Congreso Nacional de Educación 2004. Nueva Estrategia de la Educación Boliviana por la Soberanía, la liberación y el cambio. La Paz, octubre de 2004
[8] Pág. 12 Bloque Educativo Popular Indígena Originario. Propuesta Educativa Popular (Tercer Borrador) Hacia el Congreso Nacional de Educación 2004. Nueva Estrategia de la Educación Boliviana por la Soberanía, la liberación y el cambio. La Paz, octubre de 2004
[9] Pág. 27-28 Los terratenientes, que viven de la explotación de los grandes latifundios, constituyen el sector más reaccionario del grupo dominante. Profesan por lo general, un catolicismo ultramontano y fanático. Es en el seno de este sector, donde tiene particular vigencia la inclinación familiar a blasonar de orígenes nobiliarios, de linajes cuyas más esclarecidas estirpes se remontan a los abolengos de ultramar. Condarco Morales, Ramiro. Zarate el “Temible” Willka. Historia de la Rebelión Indígena de 1899. Segunda Edición. Imprenta y Librería “Renovación” Ltda. La Paz, Bolivia. 30 de junio 1983  
[10] “Muchas veces, los escritos misioneros insisten, tipificando su acción como “civilizadora”, que se ha entendido siempre como premisa de desarrollo para los pueblos originarios. Los aspectos mencionados relevan el otro proceso, que es el de comunicación como solución de concierto de pueblos, de muchas voces, en la dimensión latinoamericana.” Fuente: Lingüística y solidaridad en las reducciones franciscanas chaqueñas. Pagina web del Archivo Franciscano de Tarija. Centro Eclesial de Documentación.
[11] Las Tareas apostólicas de los franciscanos del Colegio de Tarija tendrán eternamente un lugar muy distinguido en la historia de la civilización de los pueblos de América. Pág. 5 Corrado, Alejandro M. El Colegio Franciscano de Tarija y sus Misiones. Noticias Históricas recogidas por dos misioneros del mismo Colegio. Quaracchi, cerca de Florencia. Tipografía del Colegio de S. Buenaventura. 1884
[12] Pág. 11 La llegada de la “independencia nacional” no significo nada para las poblaciones indígenas originarias. Es más, lo poco que se había avanzado en materia educativa durante el coloniaje, no mereció ninguna mejora ni atención por parte del nuevo estado “independiente”. A los gobernantes de la época, hacendados y gamonales, no les interesaba ni convenía en absoluto la educación del “indio”. Su interés central era continuar beneficiándose con la mano de obra barata o, mejor, gratuita. CONAMAQ/CSUTCB/CIDOB/APG/CSCB/FNMCB-BS/CEAM/CEPOG/CENAQ/CEA. Por una educación indígena originaria. Hacia la autodeterminación ideológica, política, territorial y sociocultural. Santa Cruz, Noviembre 2004. Impresión G.I.G. La Paz, Bolivia 2004
[13] Crónica de una visita a la escuela de la misión de Aguairenda en junio de 1892: “Junio 20. El M.R.P. Comisario visita las escuelas, y las halla corrientes en el rezo de la doctrina en Castellano y Chiriguano. Las niñas le presentan dos alfombras lujosas, trabajadas por ellas, como prueba de su aprovechamiento y adelanto. Por la tarde se reúne todo el pueblo, y el M.R.P. Comisario le dirige una fervorosa exhortación en Chiriguano. Antes de ella, un muchacho de la escuela lee una salutación a dicho Padre, en la que le recuda y agradece a nombre de todos, los afanes y trabajos sufridos por él, cuando era su Conversor. Actualmente lo es el P. Gil Agostini acompañado del P. Terencio Marcuci” Pág. 11-12 Pifferi, Sebastián/Ducci, Zacarías. Diario de la visita a todas las misiones existentes en la República de Bolivia-América Meridional Practicada por el M.R.P. Sebastián Pifferi Comisario General de los Colegios de la misma República. Escrito por su Secretario y compañero de viaje Padre Zacarías Ducci ambos misioneros del Colegio Apostólico de Tarija. Asís. Santa María de los Ángeles. Tipografía de la Porciúncula. 1895
[14] Artículo: Lingüística y solidaridad en las reducciones franciscanas chaqueñas. Pagina web del Archivo Franciscano de Tarija. Centro Eclesial de Documentación.
[15] Frente a la educación colonizadora de negación a la identidad y valores de nuestras grandes nacionalidades y grupos étnicos, el Proyecto Educativo Popular propone la Educación Intercultural Bilingüe destinada a rescatar, revalorar y desarrollar las lenguas y culturas nativas, afianzar la identidad étnica y desarrollar la conciencia de la identidad nacional de nuestro país. (Propuesta de Central Obrera Boliviana, 1988). Pág. 13 CONAMAQ/CSUTCB/CIDOB/APG/CSCB/FNMCB-BS/CEAM/CEPOG/CENAQ/CEA. Por una educación indígena originaria. Hacia la autodeterminación ideológica, política, territorial y sociocultural. Santa Cruz, Noviembre 2004. Impresión G.I.G. La Paz, Bolivia 2004
[16] Centeno Bilbao, José. Pioneros de la Educación en el Chaco. Nota de prensa para El Diario. La Paz, 24 de julio de 1976
[17] “No obstante es un hecho, pero un hecho lamentable por ciento i al que el Gobierno debiera proveer pronto remedio, que en el Gran Chaco, no digo un Alcayde político ó un Corregidor, es un hecho que hata un Sub-Prefecto ignora por completo las atribuciones y deberes de su cargo, i no obstante, todos, saben que «al fraile se debe deprimir á toda costa i en todo terreno».” Pág. 60 Padilla, Félix. Informe sobre la colonización del Pilcomayo de Félix Padilla a Manuel Othon Jofré. Tarija, 6 de agosto de 1885
[18] Durante el Gobierno del Mariscal Andrés de Santa Cruz, mediante Ley del 15 de noviembre de 1832, se crea la provincia Salinas con los cantones: San Diego, Busuy, Sanandita, Zapatera y Caraparí. Esta provincia abarcaba los territorios de las actuales provincias O`Connor, Gran Chaco y los distritos de territorios de colonias cedidos a la Argentina y al Paraguay. Pág. 76 Claros López, José Luis. Apuntes Historia de Yacuiba. L.C. 2009. (Escrito inédito, pero el capitulo relacionado a los antecedentes de la creación de la provincia Gran Chaco está disponible en el blog: http:www.desdeyacuiba.blogspot.com)
[19] Pág. 64 Langer, Erick/Bass Werner de Ruiz, Zulema/Romero Aud, María del Carmen. Corpus Documental Historia de Tarija, Tomo V. Círculo de Escritores y Artistas de Tarija. Prefectura del Departamento de Tarija. Universidad Autónoma Juan Misael Saracho. Editorial Universitaria UAJMS, Tarija. 1988
[20] Pág. 349-354 Langer, Erick/Bass Werner de Ruiz, Zulema/Romero Aud, María del Carmen. Corpus Documental Historia de Tarija, Tomo V. Círculo de Escritores y Artistas de Tarija. Prefectura del Departamento de Tarija. Universidad Autónoma Juan Misael Saracho. Editorial Universitaria UAJMS, Tarija. 1988 
[21] Pág. 55 Cuadro 6. Padilla, Félix. Informe sobre la colonización del Pilcomayo de Félix Padilla a Manuel Othon Jofré. Tarija, 6 de agosto de 1885
[22] Pág. 373-374 Langer, Erick/Bass Werner de Ruiz, Zulema/Romero Aud, María del Carmen. Corpus Documental Historia de Tarija, Tomo V. Círculo de Escritores y Artistas de Tarija. Prefectura del Departamento de Tarija. Universidad Autónoma Juan Misael Saracho. Editorial Universitaria UAJMS, Tarija. 1988 
[23] Pág. 57 Padilla, Félix. Informe sobre la colonización del Pilcomayo de Félix Padilla a Manuel Othon Jofré. Tarija, 6 de agosto de 1885
[24] El topónimo «Pilcomayo» deriva del quechua: pishqu = pájaro, mayu= río, es decir «río de los pájaros».
[25] El trabajo que se indica del año de 1898 corresponde a las Fotografías, vistas y panoramas de las Misiones Franciscanas de los Colegios de Nuestra Señora de los Ángeles de Tarija y de san Antonio de Padua Potosí (Bolivia) que corresponden al “Álbum Fotográfico de las Misiones Franciscanas en la República de Bolivia, a cargo de los Colegios Apostólicos de Tarija y Potosí”.
[26] Pág. 4 La conversión religiosa llevaría a mejorar la situación de las mujeres en sus respectivos grupos. Por ello, las mujeres eran “las primeras en llegar a la iglesia”. Ellos podían actuar como los liberadores y protectores de las mujeres “contra la voluntad ajena” y revertir la inversión de roles y tareas de género que predominaba entre los indígenas del Chaco. Gómez, Mariana Daniela. Mujeres imaginadas: Bestias de carga, esclavas, amazonas y libertinas. Representaciones sobre las mujeres indígenas del Gran Chaco. Fazendo Genero 9. Diásporas, Diversidades, Deslocamentos. 23 a 26 de agosto de 2010
[27] Pág. 68 La entrega de niños chiriguanos a blancos fue una costumbre común en las fronteras del sudeste de Bolivia. En teoría, la entrega de niños a gente pudiente era un modo de evitar la mendicidad y de asegurar la manutención y educación de niños sin recursos. En la práctica, muchos de ellos fueron casi secuestrados de sus padres, había gente que buscaba activamente huérfanos para utilizarlos como sirvientes, de por vida. Langer, Erick/Bass Werner de Ruiz, Zulema/Romero Aud, María del Carmen. Corpus Documental Historia de Tarija, Tomo V. Círculo de Escritores y Artistas de Tarija. Prefectura del Departamento de Tarija. Universidad Autónoma Juan Misael Saracho. Editorial Universitaria UAJMS, Tarija. 1988      
[28] Artículo 113 y Artículo 114. Pág. 80 Padilla, Félix. Informe sobre la colonización del Pilcomayo de Félix Padilla a Manuel Othon Jofré. Tarija, 6 de agosto de 1885
[29] Artículo 59. Pág. 72 Padilla, Félix. Informe sobre la colonización del Pilcomayo de Félix Padilla a Manuel Othon Jofré. Tarija, 6 de agosto de 1885
[30] En 1905, el gobierno liberal de Ismael Montes establecía las Escuelas Ambulantes para las comunidades indígenas. De acuerdo a esa ley, todo individuo que había establecido por su cuenta una escuela de primeras letras en centros poblados por indígenas, tenía derecho a una recompensa pecuniaria de veinte bolivianos por cada alumno de cualquier sexo que llegase a leer y realizar las cuatro operaciones de aritmética, conocer la Doctrina Cristiana y hablar español.
[31] Pág. 395-397 Nro. 701 /Oficio original del Fr. Fernando Ambrosini al Fr. Carlos Piccardo, quejándose de los abusos de las autoridades en la extinguida misión de Aguairenda/ Las relaciones entre autoridades y misioneros empeoraron después de la revolución liberal de 1898. Muchos de los nuevos gobernantes liberales fueron anticlericales y no estaban dispuestos a ayudar a los frailes. Empezaron a secularizar las misiones, primero las de San Francisco Solano y San Antonio de Padua en 1906 y Aguairenda en 1911. Prosiguieron con el despojo de terrenos de neófitos y la expoliación del trabajo de los mismos, a favor de los blancos y las autoridades. Este documento trata precisamente de este proceso, visto desde la perspectiva de un franciscano. Langer, Erick/Bass Werner de Ruiz, Zulema/Romero Aud, María del Carmen. Corpus Documental Historia de Tarija, Tomo V. Círculo de Escritores y Artistas de Tarija. Prefectura del Departamento de Tarija. Universidad Autónoma Juan Misael Saracho. Editorial Universitaria UAJMS, Tarija. 1988
[32] Pág. 18 Bloque Educativo Popular Indígena Originario. Propuesta Educativa Popular (Tercer Borrador) Hacia el Congreso Nacional de Educación 2004. Nueva Estrategia de la Educación Boliviana por la Soberanía, la liberación y el cambio. La Paz, octubre de 2004
[33] Centeno Bilbao, José. Pioneros de la Educación en el Chaco. Nota de prensa para El Diario. La Paz, 24 de julio de 1976
[34] Ballivián, fue una de las poblaciones más importantes del sudeste boliviano sobre las márgenes del Pilcomayo albergaba una importante colonia, con la evolución de la guerra del Chaco y las sucesivas derrotas del ejército nacional el teatro de operaciones cambio radicalmente y se dio la orden de abandonar esta población que para ese momento era el principal puesto de retaguardia con un aeródromo y centro de abastecimientos para toda la línea de fortines, con la retirada de los soldados bolivianos también los colonos quienes en su gran mayoría se dedicaban a la ganadería, tuvieron que abandonar sus haciendas y replegarse con el ejército nacional hacia el otro lado del Pilcomayo, con la esperanza de que con una nueva ofensiva favorable a las armas de Bolivia se podría retomar esos territorios y recuperar sus hogares, todas las familias civiles que se replegaron con el ejército Boliviano jamás regresaron a Ballivián, muchas se quedarían a vivir en la zona de Villa Montes o en el interior de la república.
[35] Narración del Prof. Pedro Ángel Coto sobre su impresión que le deja la primera escuela en la que trabaja como maestro en la Yacuiba de 1947: “La primer escuela que regenté, era un rancho de paja que no tenía puertas. El moblaje consistía en cuatro bancos desvencijados. Los niños se sentaban en unos adobes; no había pizarrón. En el patio, bajo esplendido y umbroso naranjo, aprovechando la fina arenilla del suelo que emparejaba con una varita, me daba maña para dibujar la lección que los alumnos trasladaban a sus pizarritas. Esto duró unos tres meses, hasta que, atentos a mis constantes reclamos, la Municipalidad hizo construir un solo saloncito, más o menos presentable, y como material escolar, de manera heterogénea, se contaba con impresos de La Paz, otros de Argentina, de Chile, España, etc.” Pág. 120 Coto, Pedro Ángel. Yacuiba Retazos Pueblerinos. Narraciones y Relatos. 2da. Edición. Imprenta Alar Srl. Santa Cruz, Bolivia. Julio 2005
[36] Narración del Prof. Pedro Ángel Coto sobre lo que le sucede a su llegada a Yacuiba en los primeros días de 1947: “Tan pronto como llegué, me ofrecieron el puesto de Maestro Municipal con el haber que asignaba entonces el presupuesto, diez meses de sueldo en cada año, las vacaciones que se las arregle el maestro, y el haber 60 bolivianos mensuales, con sus respectivos descuentos.” Pág. 120 Coto, Pedro Ángel. Yacuiba Retazos Pueblerinos. Narraciones y Relatos. 2da. Edición. Imprenta Alar Srl. Santa Cruz, Bolivia. Julio 2005
[37] Centeno Bilbao, José. Pioneros de la Educación en el Chaco. Nota de prensa para El Diario. La Paz, 24 de julio de 1976
[38] Pág. 329 Dollz Guerrero, Ernesto. El Chaco y su Historia. Editorial e Imprenta Laser Primavera. San José de Pocitos, Bolivia. 12 de agosto de 1994.
[39] En el ámbito educativo es donde más se ha reflejado la lucha entre gobierno, Iglesia y asociaciones civiles, pues mientras unos gobiernos limitan la libertad de enseñanza y la ponen bajo el control del gobierno central, otros la restituyen a los Municipios. Es el caso del Gobierno de Agustín Morales 1871- 1872 que en su Ley de 22 de noviembre de 1872 declara nuevamente la libertad de enseñanza, y transfiere las escuelas elementales a las municipalidades. Pronto estas escuelas municipales se deterioraron por la falta de presupuesto y apoyo financiero. Por otra parte, estas escuelas brindaban servicio dentro del radio urbano, dejando a la población campesina en la total ignorancia. Un Decreto Supremo de 29 de marzo de 1879 entregaba la enseñanza secundaria y universitaria a empresas particulares. En 1886, el ministro José Pol dictó el Estatuto Provisional de Instrucción Primaria, por el cual, en uno de sus artículos, prohibía la admisión de menores de 14 años en cualquier trabajo; en otro punto establecía castigos contra la vagancia de niños en edad escolar e imponía multas a los padres de familia.
[40] Pág. 5 A Primer Columna, El Chaqueño. Artículo “Un fragmento de historia de la U.E. Coronel Miguel Estenssoro rumbo al centenario”. Yacuiba, lunes 7 de mayo de 2012
[41] Pág. 57-58 Centeno Bilbao, José. Fogón criollo miscelánea de remembranzas chaqueñas. Imprenta Doña Carmelita. 31 de julio 1998.
[42] Centeno Bilbao, José. Pioneros de la Educación en el Chaco. Nota de prensa para El Diario. La Paz, 24 de julio de 1976
[43] “Pero un día negros nubarrones cubrieron el límpido cielo azul, oscureciendo las llanuras cubiertas de verdes pastizales, bellos campos floridos, cuajados de ganados de toda clase, como presagiando malos augurios que no tardaron en comentarse entre los ganaderos, que los paraguayos avanzaban sin hacer un tiro después de cerrar las únicas vías de salida por el este Campo Victoria y por el sur Campo Vía… Hasta que un día del primer trimestre del año 1934, apareció sorpresivamente un oficial del ejército en campaña con una escuadra de soldados, notificando a los pobladores ganaderos, diciéndoles que tenían 24 horas para alistar lo indispensable que podían llevar como ser; cama, olla, caldera, platos, cucharas, jarros y su familia compuesta por el padre, madre e hijos que entrarían en un camión Ford-4 de 3.80 metros de largo por 2.50 metros de ancho, cuatro familias, para trasladarlos donde estarían más seguros, según decía el militar, porque los “pilas” avanzaban y los ganaderos junto a sus familiares corrían el riesgo que los maten. Decía que lo hacían precautelando sus vidas y que sería “por unos cuantos días”, porque volverían a retomar esos lugares… llegaron los camiones Ford-4, a las diferentes haciendas a cargar lo indicado y luego subían, padre, madre e hijos. En el momento de embarcarse, a varios padres de familia, los incorporaron al ejército en campaña como guía… En columnas de camiones del ejército y algunos camiones particulares, salían en la madrugada, seguían todo el día, la noche, llegando a destino transitorio al día siguiente; hambrientos, sedientos, asoleados, llenos de tierra, varios enfermos, muriendo algunos en el penoso trayecto… Así fueron trasladados (evacuados) a otros lugares muy diferentes, donde se sentían extraños… Así fueron arrancados, como arrancar a un árbol frondoso de la tierra que lo nutrió y lo crió, a la orilla del arroyo que lo vivificó con sus cristalinas aguas, que es como quitar al hijo de la madre, producto de sus entrañas…” Pág. 29-32 Molloja Hoyos, Ranulfo. Los pioneros y evacuados del Chaco Boreal. Segunda Edición. Talleres Gráficos Imprenta “Los Huérfanos”. Santa Cruz, Bolivia. 5 de agosto de 2002.
[44] “Los niños evacuados que habían llegado junto a sus padres hasta San Antonio de Padua, crecían con la esperanza de volver a la tierra donde lo tenían todo… ellos vivían esperanzados en las palabras del militar, que les dijo al embarcarlos en el los vehículos que los sacaron de sus hogares, que “volverían en unos cuantos días…” palabras que retumbaron en sus mentes día y noche cuando abrían los ojos estaban mirando hacía donde sale el sol…añoranza de hombres, mujeres y niños por volver a la tierra que dejaron al otro lado de la frontera… ”” Pág. 44-45 Molloja Hoyos, Ranulfo. Los pioneros y evacuados del Chaco Boreal. Segunda Edición. Talleres Gráficos Imprenta “Los Huérfanos”. Santa Cruz, Bolivia. 5 de agosto de 2002.
[45] El termino de “evacuados” durante la Guerra del Chaco (1932-1935) es la denominación que reciben los colonos afincados en las zonas del teatro de operaciones que al ser de nacionalidad Boliviana fueron desplazados de sus hogares y de los lugares en los cuales muchos de ellos habían nacido o vivido durante ya varios años, en la mayoría de los casos fueron “evacuados” a la fuerza por el ejército Boliviano, para que no prestaran cooperación a las tropas del Paraguay, lo cual significo un movimiento migratorio interno en la llanura chaqueña proveniente del otro lado del Pilcomayo a lugares como Yacuiba, Caraparí o Villa Montes. Lo mismo sucedió en el norte del teatro de operaciones cuando los Paraguayos se acercaron a Charagua toda la población de la zona del Parapetí fue “evacuada”, ya que los primeros “evacuados” fueron los colonos del Sur del Chaco Boreal (Zona de Ballivián) esto no sucedió en el centro del Chaco Boreal donde la mayor parte de la zona estaba poblada por colonias menonitas o ganaderos con parentesco con familias del norte argentino tanto estos como los menonitas del centro del Chaco Boreal prestaron toda la cooperación posible a los soldados paraguayos. Este éxodo forzado de la población, significo como en el caso de la población de Ballivián una evacuación sin retorno.
[46] Pág. 176-177 Coto, Pedro Ángel. Yacuiba Retazos Pueblerinos. Narraciones y Relatos. 2da. Edición. Imprenta Alar Srl. Santa Cruz, Bolivia. Julio 2005

Seguidores