martes, 26 de noviembre de 2019

Cuento: La Niña y el Fantasma



La Niña y el Fantasma (*)

El mundo ya existía y daba vueltas, por esa razón el Fantasma estaba viajando buscando un poco de felicidad desde 5475 días A.C. – Antes de Conocerla – pero como él es un fantasma siempre camina, vive y duerme triste porque ella todavía no sabe que existe.

Una tarde el Fantasma escribe una carta de amor, luego otra y otra más, pero no sabe cómo entregarlas. Al final, decide que las cartas no deben desaparecer. Es entonces que los compañeros de viaje del fantasma reciben con alegría las cartas que el fantasma escribía y nunca entregaba, pero que ellos utilizarán para con palabras prestadas expresar sus propios sentimientos. El Fantasma, por esa razón es autor sin desearlo de doscientas veintitrés historias de amor con final feliz, pero también de setecientas setenta y siete historias de amor con finales entre inesperados e inconclusos.

Los compañeros de viaje son felices, al mismo tiempo que las hojas blancas llenas de palabras escritas con la sinceridad que surge del enamorado corazón del fantasma se desparraman por los laberintos del mundo, se produce de ésta forma el primer milagro. Al despertar una mañana, el fantasma puede ver por primera vez el mundo a colores.

Pero ella todavía no sabe que el fantasma existe, tampoco sabe que el triste fantasma de nuestra historia por las noches antes de dormir deseaba poder soñar y que vive triste sin imaginar que el segundo milagro está punto de producirse.

El mundo sigue dando vueltas, los atardeceres de colores naranja siguen produciéndose al caer el sol, luego llega la noche cuando una estrella fugaz que pasa a toda velocidad observa desde las alturas como el fantasma camina por las calles de una ciudad dormida y comprendiendo que es la primera vez en una eternidad que un fantasma deseaba aprender a soñar con tantas fuerzas le concede su deseo. Esa misma noche el Fantasma y la Niña se conocen, el segundo milagro se ha realizado desde ese momento comenzaron ambos a compartir su felicidad, pero la buena estrella que concedió su deseo se estaba quedando sin tiempo y como resultado lógico de la cruel inevitabilidad de los acontecimientos la buena estrella al final se extinguió. Entonces, la Niña, rompió el corazón del Fantasma que comprende en ese momento que el amor también puede producir dolor. Él tiene miedo de ser para siempre solamente un fantasma triste, pero un día, con la salida del sol, descubre que la única forma de ser feliz es aprender a ser feliz sin la Niña.

El tiempo pasa. El mundo sigue dando vueltas. El amor también.

El Fantasma había aprendido 3650 días D.C. – Después de Conocerla – a ser feliz sin la Niña, ahora buscaba compartir su felicidad con una mujer que valga un universo infinito, realizando esa búsqueda sucedió que una noche de mayo comenzó a llover en toda Yacuiba. La lluvia, decide regalarle una alegría porque el Fantasma ahora ya sabe que es posible vencer a la tempestad, en ese instante a pesar de la distancia la Niña y el Fantasma, se encontraron de nuevo. Pero… el Fantasma en su alegría comprende que su búsqueda no terminaba que era necesario seguir adelante y decide no desaprovechar la oportunidad sin embargo la Niña termina una noche rompiendo por segunda vez el corazón del fantasma porque ella no cree que tanto amor pueda ser verdad.

Y el fantasma, simplemente decide caer por un abismo para encontrarse con la muerte antes de tiempo, porque sucede que los fantasmas también se pueden morir, pero el Amor que en silencio observaba el desenlace de ésta historia, recuerda los finales felices que el Fantasma había escrito sin tener esperanza de una recompensa, así que decide sostener su mano e impedir al final de la historia su muerte definitiva y lo resucita, para que luego se produzca el tercer milagro, cuando el fantasma despierta se transforma en un feliz y mortal poeta, porque ahora en su corazón sabe que el amor existe, que el mundo da siempre vueltas y que en cada vuelta un viento de libertad en recompensa luego de haber muerto por un sincero amor, lo guiaría para volver de nuevo a renacer si fuera necesario, hasta encontrar a la Niña que en algún lugar del mundo ya cree que es posible que tanto amor pueda ser verdad, para de esta forma al encontrarse de nuevo puedan compartir ambos su felicidad.    

(*) El cuento, forma parte del libro "La Niña y el Fantasma y otros relatos", escrito por José Luis Claros López y presentado en el Salón Consistorial de Yacuiba, el 26 de noviembre de 2009.

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