lunes, 30 de abril de 2018

La Columna de Jose: El incremento al salario mínimo nacional no tiene importancia para los trabajadores yacuibeños

La Columna de Jose (*)

EL INCREMENTO AL SALARIO MÍNIMO NACIONAL NO TIENE IMPORTANCIA PARA LOS TRABAJADORES YACUIBEÑOS

Un 56% de los trabajadores yacuibeños son parte del sector informal en la economía local, por esa razón Yacuiba, no se caracteriza exactamente por contar con un gran movimiento sindical y obrero, la fuerza de movilización de la Central Obrera Regional yacuibeña, es el resultado de los sindicatos vinculados a lo público (Salud, educación, administración y empresa Pública local con representación sindical), la existencia de otros sectores sindicalizados es bastante reducida, sumando incluso durante los últimos años al movimiento de trabajadores que representan a una parte de la población yacuibeña que resulta excedentaria como fuerza de trabajo.
Pero cuáles serán las razones para que un 84% de la población no cuente con empleo en Yacuiba, posiblemente una de las causales es la escasa cantidad de fábricas o empresas locales, de acuerdo con la publicación Estadísticas del registro de comercio de Bolivia, el departamento de Tarija, registraba para enero de 2018 un total de 15.307 empresas. Sin embargo, el 79% de las empresas bolivianas registradas en Fundempresa son unipersonales. Podríamos decir, que del 100% de las empresas existentes en Tarija, por lógica muy pocas son las que cuentan con más de un empleado, aparte del hecho de que no todas las empresas existentes en el departamento de Tarija, incluyendo la ciudad de Yacuiba permiten acceder a sus trabajadores, a todos los beneficios sociales establecidos por la Ley General del Trabajo, optan por terciarizar o los obreros aceptan trabajar en negro.
Otra razón podría ser, la falta de políticas públicas que permitan que los empresarios locales puedan acceder a ciertos beneficios por ejemplo créditos con bajos intereses para mejorar sus empresas, disminución de impuestos locales a mayor cantidad de obreros dependientes, uno de los pocos ejemplos de políticas públicas de acceso a recursos que permiten incluso una reingeniería financiera de las empresas locales, serían en el Chaco los créditos provenientes del Fondo Rotatorio de Fomento Productivo Regional (FRFPR), por citar en Yacuiba, de acuerdo con datos del año 2017, de la memoria del FRFPR, se registra un total de 379 iniciativas económicas que accedieron a créditos productivos, beneficiando indirectamente a 1209 familias, estas cifras significarían que cada iniciativa económica permitió continuar o comenzar con la oportunidad laboral para un aproximado de tres personas, cada una de las cuales representa una familia. Yacuiba, de acuerdo con los datos difundidos por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) luego del Censo 2012 de Población y Vivienda, contaba con 15.039 habitantes que declaraban ser obreros dependientes es decir sólo un 16% de la población total del municipio eran trabajadores formales y sólo el 1% equivalente a 886 habitantes se declaraba como empresarios empleadores, por lo menos en la teoría los recursos del fondo rotatorio, han logrado llegar hasta un 43% de los empresarios o emprendedores locales que tienen obreros dependientes, pero el sector empresarial en Yacuiba; no está por encima de los niveles clasificatorios de la micro y pequeña empresa.
Por eso es evidente, que una ciudad con más del 20% de su población de acuerdo con datos del INE, declarada como trabajador por cuenta propia, tiene un elevado índice de informalidad laboral.
Tan sólo la Federación Provincial de Trabajadores Gremiales del Gran Chaco fundada el 15 de marzo del año 1983, cuenta con Personería Jurídica N° 22/96 y 22 asociaciones federadas, que aglutina a todos los trabajadores gremiales del comercio minorista, artesanos, vivanderos e instituciones afines de la Primera Sección de la Región Autónoma del Gran Chaco, aglutinando en sus filas a un aproximado del 7% de la población yacuibeña.
Estas estadísticas, reflejan la realidad del trabajador yacuibeño, para quienes el aumento salarial no significa un mejor nivel de vida, por el contrario, para los pocos trabajadores yacuibeños que tienen una relación de dependencia obrero patronal, el incremento del salario representa incertidumbre y más inestabilidad laboral.  
Ronald Nostas, presidente de la Confederación de Empresarios Bolivianos (CEPB) declaró al matutino cochabambino Los Tiempos, el pasado 29 de abril de 2018, que "hay una especie de ceguera voluntaria que no quiere ver la gravedad del problema del empleo en Bolivia y persisten en el propósito irracional de reducirlo al tema salarial", para el empresariado boliviano, el incremento salarial y el anuncio de un posible doble aguinaldo el 2018, sólo provocan la inviabilidad económica de quienes generan fuentes de trabajo y de manera paralela aumentan las barreras para la formalidad y el empleo decente. En Yacuiba, una gran mayoría del 56% de los trabajadores de la economía informal, ganan cada mes por debajo del salario mínimo nacional y un gran porcentaje de los trabajadores de las pocas micro y pequeña empresa local, trabajan en negro, es por esas dos razones fundamentales que, para una gran mayoría de los trabajadores yacuibeños, el incremento al salario mínimo nacional es algo intrascendente y sin importancia, para la gran mayoría de los trabajadores víctimas de la precariedad laboral en Yacuiba, lo importante hoy es llegar a fin de mes con la menor cantidad de deudas posibles y por el otro lado la única ilusión para esa cantidad en aumento de pobres trabajadores desocupados, es sólo el sobrevivir.


(*) El autor, José Luis Claros López es Director de la Fundación Nemboati, Comunicador Social y Escritor.

miércoles, 18 de abril de 2018

El oficialismo en la universidad de los tarijeños perdió la mitad del apoyo estudiantil en menos de seis meses

La Columna de Jose (*)
El oficialismo en la universidad de los tarijeños perdió la mitad del apoyo estudiantil en menos de seis meses

Los resultados adversos para el oficialismo en la universidad de los tarijeños, en la elección gremial estudiantil revelan un escenario de desilusión, antes derrocar a los referentes del anterior sistema demoró cuatro años ininterrumpidos de campaña permanente, sin embargo, una vez en el poder las nuevas autoridades tanto en Tarija como en Yacuiba pecaron por su soberbia y creer que lograron sin ayuda, una victoria que representaba un capital político que se fue disolviendo conforme pasaban los meses y el problema es que se tiene miedo de hacer lo correcto de tomar decisiones que cambien el modelo; no se trata únicamente de realizar supuestos cambios que son maquillaje, por ejemplo en Yacuiba el antiguo reducto de la rosca de un tiempo a esta parte, no cambio nada, el poder en la universidad sigue siendo manejado por una minoría docente, el gremio estudiantil continua sin comprender que necesita un liderazgo de verdad que sea capaz de colocarse del lado de los estudiantes siempre y no sólo sea con el discurso para luego bajar la cabeza cuando los docentes exigen sumisión. El cogobierno significa que los docentes no pueden decidir sin consultar a los estudiantes, pero los docentes consiguieron que los estudiantes acepten, que deben callar y obedecer lo cual significa la imposición de una figura dictatorial.
La realidad en la universidad de los tarijeños, es que hay una universidad de primera en capital y una universidad de segunda en el Chaco, los problemas académicos en Yacuiba llegan hasta el cielo, pero se prefiere ocultar la verdad, el pasado se repite de nuevo en el presente y los perjudicados serán siempre los estudiantes.
Luego de muchas vueltas, por fin se realizaron elecciones estudiantiles en la universidad de los tarijeños, el oficialismo fue a la elección con el convencimiento que superaría los resultados del año pasado en el gremio estudiantil, pero la felicidad se transformó en una tragedia que les arruino la fiesta, cayeron estrepitosamente por la voluntad de los estudiantes, que dice que 5 de cada 10 estudiantes que hace algunos meses votaron por el llamado “cambio” dejaron de confiar en el frente oficialista, que quiere decir esto; que los estudiantes le dieron un voto castigo a la soberbia y la falta de decisiones que garanticen una mejor calidad académica. La universidad de los tarijeños, perdió su alma hace mucho tiempo y por eso ahora pide una reforma, ambos ideales, liderar una reforma y el recuperar el alma de la universidad intentarán ser empujados a un calabozo porque afectan a los intereses de una minoría, pero la historia enseña que no existen cárceles que aprisionen los ideales.


(*) El autor, José Luis Claros López, es Director de la Fundación Nemboati, Comunicador Social y Escritor.  
     

martes, 10 de abril de 2018

LOS YACUIBEÑOS EL 2018 UTLIZAREMOS EL 2% DEL PRESUPUESTO MUNICIPAL PARA REALIZAR REFERÉNDUMS

La columna de Jose (*)
LOS YACUIBEÑOS EL 2018 UTLIZAREMOS EL 2% DEL PRESUPUESTO MUNICIPAL PARA REALIZAR REFERÉNDUMS  
Los políticos yacuibeños, los hay buenos y los hay malos, a los malos el pueblo deberá en su momento castigar en las urnas, pero ahora va el siguiente detalle vivimos el peor año de una recesión financiera que golpea la economía local, pero a nuestra clase política local, esta situación parece importarle muy poco, sí según señalaba Ramiro Vallejos esperaban recibir para el 2018 un aproximado de 221 millones de bolivianos, eso quiere decir que durante los siguientes meses, para materializar los referéndum por cartas orgánicas y el revocatorio serán gastados el equivalente al dos por ciento del presupuesto total del gobierno municipal.
A finales de agosto del presente año, los yacuibeños vamos a encontrarnos frente a las urnas con una escaza información, pero deberemos decidir entre aceptar un contrato social a la fuerza o empezar de cero, considerando que restan solamente algo así de 14 semanas para la realización del referéndum de aprobación de la carta orgánica municipal. De acuerdo con la información proporcionada por autoridades locales y por funcionarios del Tribunal Electoral Departamental (TED) de Tarija, el costo del referéndum por la carta orgánica municipal yacuibeña será de aproximadamente dos millones de bolivianos. Supongamos que será casi un costo similar el realizar todo lo necesario para realizar sí saliera procedente, alguno o ambos revocatorios de mandato que actualmente fueron planteados, fueron entregados en la fecha prevista los libros para revocar al actual alcalde de Yacuiba Ramiro Vallejos y al asambleísta departamental Wilman Cardozo.  
Los recursos para solventar el costo de ambos referéndums, provienen del cada vez más disminuido presupuesto del gobierno municipal, que por esta causa deberá ser modificado. Las consecuencias significarán, que alguna obra, plan, programa o proyecto por implementarse o ya en ejecución será eliminado inevitablemente o paralizado indefinidamente, quizás en el mejor de los casos postergado para el año 2019, pero por otro lado la decisión de cual obra paralizar o cual proyecto eliminar, será difícil y además generará un costo político tremendo. Esperemos que la decisión sea la que menor impacto negativo produzca para una sociedad local cada vez más golpeada por las malas noticias y por la recesión financiera que afecta la frágil economía de los hogares yacuibeños. Un estudio presentado el pasado mes de marzo, por la Fundación Nemboati revelaba la existencia en nuestro municipio de una grave situación en lo que se refiere al tema del empleo, por citar un ejemplo el 88% de la población de San José de Pocitos está desempleada. Por otro lado, existen familias yacuibeñas que cocinan con diez bolivianos al día, la falta de vivienda es también otro problema que nadie quiere ver, el movimiento Sin Techo yacuibeño ha crecido dramáticamente hasta la cifra del 800% durante los últimos 4 años. La inseguridad ciudadana, la calidad de los servicios básicos que no satisfacen al vecino, son elementos que hablan de una Yacuiba que no sólo está en crisis, sino que vive una gran depresión. Capaz que ningún vecino piensa en este momento que la clase política local pueda sacar a Yacuiba de la gran depresión. Y ahora, ¿Quién podrá salvarnos?  
(*) El autor, José Luis Claros López es Director de la Fundación Nemboati, Comunicador Social y Escritor.


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