miércoles, 13 de junio de 2012

HOMBRES DE LETRAS, QUE REGRESARON A TARIJA Y QUE SOBREVIVIERON A LA GUERRA DEL CHACO




HOMBRES DE LETRAS, QUE REGRESARON A TARIJA Y QUE SOBREVIVIERON A LA GUERRA DEL CHACO.
Por José Luis Claros López*

Introducción.

Tarija nunca dejo de amar el poder esotérico de la palabra[1] escribía Edmundo Torrejón Jurado. Es por ese motivo que su actual cultura literaria, es el resultado lógico de un largo proceso del cual aunque muchas veces ignorado está presente su aporte de quienes al llamado de la patria no dudaron en jugarse la vida en su defensa, la necesidad de defender el Chaco constituyo un momento decisivo para el propio reconocimiento de la nación boliviana. Sin embargo es por la responsabilidad de la historiografía oficial el desconocimiento de la contribución de Tarija durante los años de la Guerra del Chaco (1932-1935) desconocimiento que da lugar al menosprecio del esfuerzo de guerra realizado por los ciudadanos tarijeños en los días del conflicto bélico. Y hacen eco a este menosprecio sobre todo los medios de comunicación radicados en La Paz no solo en el pasado distante sino también en el pasado reciente, como sucedió por ejemplo en octubre de 2003 cuando un periódico de circulación nacional desde La Paz difundía que: “...contados fueron los tarijeños que han defendido el territorio patrio lleno de riquezas. Paceños, orureños, cochabambinos, potosinos y chuquisaqueños, en su mayoría, hemos marchado a las arenas del infierno verde y muchos han ofrendado sus vidas…”[2] pero más grave aún, es no contribuir al esclarecimiento de aquellas aseveraciones.

A lo largo del siglo XX Boliviano, se ha escrito bastante sobre los aportes literarios de la llamada “Generación del Chaco”, producto de aquel impacto emocional que significo en la vida de los escritores de aquella generación su contacto rutinario con la muerte en las trincheras de la guerra. Es por ese motivo que casi todos los nombres de esa generación, empezaron escribiendo sobre ella o le dedicaron sus mejores páginas. Augusto Céspedes publicó “Sangre de Mestizos”, Augusto Guzmán dio a la estampa “Prisionero de Guerra”, Luis Toro Ramallo se reveló con “Chaco”. Oscar Cerruto debutó con “Aluvión de Fuego”. Jesús Lara escribió “Repete” y Roberto Leytón firmó “La Punta de los Cuatro Degollados”.[3] Pero también es cierto que buena parte de la producción literaria de la generación del Chaco, no hubiera hallado eco ni tenido estímulo, sin la cooperación de los editores; como, Julio César Velarde, que vaporizó una fortuna en patrocinar valores jóvenes. Sin lugar a dudas la Generación del Chaco, en el terreno artístico como en el literario, significó un evidente enriquecimiento de la historia cultural boliviana.[4]

No se puede pasar por alto el aporte a la literatura boliviana, de la Generación del Chaco sin el cual no se podría entender en el presente la Bolivia de los años venideros sin entender primero lo que sucedió en el Chaco y comprendiendo luego que aquel proceso de gestión de la literatura posterior a la Revolución Nacional de 1952 fue influenciada por la obra literaria de la Generación del Chaco, caracterizada por una aspiración de cambio. Por otra parte, sin tener en cuenta el impacto resultante de esa obra, tampoco podría explicarse integralmente[5] aquel cambio, cuando ocurrió años más tarde.

Pero así como es cierta la participación de la juventud Tarijeña de la década del 30 en los diversos puntos en el teatro de operaciones de la Guerra del Chaco; también es cierto que esa generación, en su retorno al lar y a su paisaje tranquilo del Guadalquivir también contribuyó a la cultura boliviana, produciendo una obra literaria cuyo mensaje gira en torno a la esperanza, incluso a pesar de la crisis económica que siguió a la Guerra del Chaco que se complemento con esa crisis espiritual en la cual el panorama era oscuro, como resultado de la derrota de una guerra a cuyo inicio el triunfo había parecido tan fácil y tan rápido, que produjo un sentimiento de frustración, enorme y amargo, que se volvió contra el pasado, animado por una irrefrenable determinación de cambio[6]. Ya que sin lugar a dudas los hombres de letras, como testigos transitorios de todo lo humano, dejan en sus personajes, en sus ficciones, en sus ensayos, su propia y exclusiva cosmovisión.[7]   

Sin embargo, en el caso de los hombres de letras a veces el tiempo permite la llegada del olvido. Olvidos que no deberían suceder, en especial por la contribución y el aporte a la literatura de Tarija, realizado por esos hombres de letras de la generación de ciudadanos de Tarija que sirvieron a la Patria en la Guerra del Chaco (1932-1935) cuya producción intelectual fue referente los años venideros para que llegado el presente Tarija disfrute con una cultura literaria y nuevas generaciones de prolíficos autores. En el presente bosquejo se mencionan 8 hombres de letras que participan de las acciones de la Guerra del Chaco, cuya obra literaria a influenciado a las generaciones posteriores de los escritores de Tarija; porque siempre será necesario como escribía Edmundo Torrejón Jurado un escritor Tarijeño nacido en 1945 diez años después de finalizada la contienda bélica del Chaco, “en la medida que construyamos literatura, construiremos la patria y la vida misma en función de nuestro futuro”.[8] Esta reflexión es necesaria sobre todo cuando esa generación de la que formaron parte los héroes del Chaco ahora se extingue, tan solo para junio del año 2011 sobrevivían 527[9] excombatientes de la Guerra del Chaco en toda Bolivia, lo que testimonia que nuestros héroes del sudeste, inexorablemente pronto serán trágicamente sólo un recuerdo[10] que muchas veces fue ignorado.  

Hombres de letras de Tarija que sobrevivieron a la Guerra del Chaco.

Franz Ávila del Carpio. Nació en Tarija, el 11 de agosto de 1914. Participa como soldado en el Regimiento Castrillo 6 de Caballería, toma parte de la defensa de Carandayti, Pozo del Burro, Algodonal el 6 de septiembre de 1934 y Loma de Irindague, permaneciendo en el frente hasta el cese de hostilidades, por sus servicios prestados a la patria obtiene el grado de Sargento Primero, la Medalla Cruz de Guerra, y recibe a su retorno la Medalla de Plata Escudo de Tarija. Luego se desempeña como maestro, jamás dejará de escribir. Falleció a las 17:30 del miércoles 26 de agosto de 1987 en Tarija.

Para él “La poesía es la madre de la humildad y de la grandeza de los seres humanos. El poeta asume a plenitud un mandato de Dios y por eso, es sencillo como el agua de un remanso”, en sus versos el recuerdo su tiempo de soldado en el Chaco se mezcla con el que de seguro fue su aliciente para sobrevivir y volver: su amor a su tierra. Y así como recuerdo constante aparece el río de su niñez, el Guadalquivir en parte de su obra poética: “Yo en ti, / Tú en mí; / Río de mi niñez; / Estas llevando a mi vida / En tus aguas a mi amor.” El paso sucedáneo del tiempo, lo lleva por los caminos de la vida siempre trabajando, pero todo trabajo tiene su recompensa como el labriego que siembra la vid esperando recoger el fruto de sus desvelos cuando llegue la cosecha: “No en vano mis manos / encallecidas por el duro trabajo / han esperado pacientemente el milagro / el milagro de la mazorca y la espiga… / Mi siembra no fue en vano / la mies que cayó en el surco / brotó lozana y fuerte / y el fruto cantó conmigo su copla al viento.”[11] También sus versos son dedicados a esa su luna de plata que alumbra sus noches en su Tarija bella: “La luna cuando se cansa / de dormir entre las breñas / se vuelve pandero sonoro / bruñido en plata vieja. / Es blanco pisco de ausencia / de un sueño de pena y ruego / es cajita de mil parches / es verso carnavalero.” Sobre su obra literaria se pronuncia Luis Felipe Vilela quien la describe como: "Impresiones bien ejecutadas del florido valle en las que resaltan la transparencia desnuda del paisaje y el sentimiento emotivo que las anima". En uno de sus poemas expresa: "Salí lucero salí / salí que te quiero ver / aunque más nubes de tapen / salí si sabes querer. / Hay malhaya quién pudiera / con este lazo enlazar / al viento que se ha llevado / lo mejor de mi cantar".[12] Como le canta también a la que para él será siempre alada primavera: “No sé qué nostálgico encanto / pone tu voz en la tarde, / chulupía de mis pagos, / coplera de mocedades. / Viertes tú con tus trinos / un sabor de fruta nueva, / o me anuncias en tu canto / clamores de lluvia fresca. /…Entonces tu canto vibra / y brota límpido romance, / y se expande entre las viñas / o entre las flores del tarco.” Sin lugar a dudas era Franz Ávila del Carpio, la voz de su tierra natal antes de entrar a la eternidad[13].  

Alberto Rodo Pantoja. Nació en Tarija el 5 de septiembre de 1897. Acude a la Guerra del Chaco prestando su servicio a la Patria como Teniente Sanitario, bajo el mando del Gral. Filiberto Osorio, asistiendo entre otras acciones a la batalla de Platanillos que se sucede un 13 de diciembre de 1932. En un fragmento de su Proclama del General Peñaranda con motivo de iniciarse la desmovilización del ejército de Bolivia, el 24 de junio de 1935 dedicaba las siguientes palabras bajo el título de a los Héroes de la Campaña[14]“A la sanidad militar, que, infatigable y abnegadamente, veló en torno de los dolores materiales que nos deparó la guerra.” Es que durante los años que duraría el conflicto del Chaco, los oficiales de sanidad como Alberto Rodo Pantoja, recibieron la orden de atender sólo a los combatientes que se podían salvar, porque las medicinas y el agua eran escasas. Alberto Rodo Pantoja, falleció a las 5 de la mañana del lunes 29 de septiembre de 1980[15].

Inicio sus inquietudes literarias a los 18 años (1915), escribiendo poemas sueltos que se publicaron en periódicos locales primero, y luego en Buenos Aires, la fecunda imaginación del poeta Alberto Rodo Pantoja hizo concebir su más reconocida obra el poema llamado: “Las Cañas” en el cual con un lenguaje propio de su tierra chapaca, dice: “Mañana, sin jalta, / me vua dir al cerro, / tempranitu, a l'alba; /darñe güelta a las ocho a la loma/y a las diez estaré en la cañada. /Ya está bien ajillau el cuchillo/pa cortar las cañas. /Vua escoger de las güenas y espero, /liyandu las cargas/que caiga la jresca/pa volver a mi casa llevando/unus tercios de huecas y bravas”. También era cantor y casi toda su producción literaria se encuentra dispersa en periódicos nacionales y del exterior, en 1979 publicó su único libro: “Antología, prosa y verso”. No obstante, como pocas veces, su influjo literario iluminó a su pueblo Tarija, porque sus cuentos, leyendas y poesías producían una identificación inmediata en la gente.

Juan de Dios Paz Echazú. Nació en Entre Ríos, Provincia O’Connor (Tarija) el 16 de mayo de 1902. En la Guerra del Chaco, actuó en la Batería Ríos y luego en el Regimiento Pando. Fue ascendido a Cabo, participó en los combates del Sector de Ballivián cuyo fortín y viviendas de los colonos civiles que la circundaban fue incendiado el 16 de noviembre de 1934 cuando se produce la retirada del ejército nacional antes del desastre de Picuiba, Juan de Dios Paz Echazú también participa en las acciones de combate de Condado, Conchitas, Cañada Nery y Puesto Zubieta. Permaneció en el teatro de operaciones un año y un mes.

La obra de Juan de Dios Paz Echazú, contiene una gama de cuentos y leyendas, rescatados de la tradición oral. Los relatos de Juan de Dios Paz Echazú, están escritos sin mayores artificios literarios, de una manera simple, propia de un cronista que transmite sus vivencias y experiencias. Produce una gran satisfacción interior cuando el lector se adentra en los relatos referidos a La Guerra del Tigre y el Grillo, el Hijo del Jucumari, Cabayureca, El Ermitaño del Cerro de Vicuñayo y otros tantos relatos. Además escribe bastante sobre la historia de la ciudad de Entre Ríos, que contiene interesantes recopilaciones sobre la historia de aquél lugar.[16]
   
Castelfort Castellanos Mealla. Nació el 29 de mayo de 1903 en Tarija, prestando sus servicios a la patria en la Guerra del Chaco como interventor del Regimiento Tren, cuyo mando estaba a cargo del Cnl. Carmona (1934). Permaneció hasta pasada la contienda.

Maestro, escritor de cuentos y Periodista Cultural. Ha publicado una serie de cuentos regionales, los mismos que se han publicado en Presencia, El Diario, Hoy, La Nación y otros periódicos, escribió un libro “Los cuentos de mi tierra”, publicado en 1982 y que contiene 22 cuentos anecdóticos de la ciudad y la campiña tarijeña. Durante su trayectoria periodística, ha escrito en: Crónica, Democracia, La Gaceta, El Espectador, Prometeo, Sagitario y Avance. Corresponsal del Orbe Press de Río de Janeiro (Brasil).[17]

Víctor Varas Reyes. Nació en Tarija el 10 de diciembre de 1904. Interrumpe sus estudios de Derecho para poder asistir a la Guerra del Chaco cumpliendo con su deber para con la Patria. Combate en el Regimiento Lanza 5to. De Caballería, bajo el mando del Capitán Germán Busch, gracias a su valiosa acción en el Puesto J es ascendido a Cabo; pasa luego a la Batería Illanez, donde permanece hasta la caída de dicha unidad en el cerco en Campo Vía (12 de diciembre de 1933), cuando la IV y la IX Divisiones Bolivianas, quedan encerradas sin poder abrirse paso y se produce la capitulación y rendición de 8000 soldados bolivianos con todo su parque, durante esa batalla los oficiales de la Artillería sugirieron al jefe de Estado Mayor de la Novena División “…Destruir todo el material rodante y las once piezas de artillería, que es lo único que nos detiene y mañana, con las primeras luces del alba, o antes, conducir nuestras tropas rompiendo monte con esta medida perderemos nuestra columna de transporte y el material de artillería, pero en cambio habremos salvado un ejército de más de ocho mil hombres…”[18] la proposición no fue aceptada. El 10 de diciembre veinticuatro horas después de quedar cercados, en un radiograma el General Hans Kundt a las 11 de la mañana ordena: “Destruya material pesado y cañones y ataque para romper el cerco”.[19] Los soldados bolivianos a pesar de todos los sacrificios no pudieron romper el cerco y cayeron prisioneros, entre los prisioneros estaba Víctor Varas Reyes, que permanece 30 meses en cautiverio y es repatriado el 19 de junio de 1936.

Entre su obra destaca Breve Historia de la Poesía Infantil y Juvenil en Bolivia (1970), El Castellano Popular en Tarija, Fue fundador y primer Presidente de la Unión de Escritores y Artistas de Tarija.[20] En su medular obra El Castellano Popular en Tarija, sostenía: "El empleo del habla oficial de un país o de una raza, sometido a reglas fijas e intransigentes, resulta privilegio de escogidos, de favoritos de la cultura en reducida cantidad. Cuando la expresión abarca al pueblo, entonces sí que constituye el verdadero enlace común, como el que produce la circulación de la sangre al mantener con su movimiento la existencia del organismo entero".

Héctor Pino Ichazo. Nació en el Valle de Nuestra Señora de la Concepción (Provincia Avilés), el 15 de mayo de 1908. Cuando estalló la guerra del Chaco se desempeñaba como docente en la Escuela “Agustín Aspiazu” de La Paz, pero lo deja para alistarse en el 2do. Batallón del Regimiento “Illimani”. Luego combate en el Regimiento Lanza 5to de Caballería el único regimiento que logro a sangre y fuego escapar del cerco de Campo Vía muriendo durante la maniobra más de la mitad de su 500 integrantes, de los sobrevivientes 160 siguieron hacia Fortín Saavedra salvándose, mientras el resto de los oficiales del Regimiento Lanza más un escuadrón de tropa y el comandante interino del regimiento decidieron continuar en la posición abierta para permitir que el resto de los 8000 soldados bolivianos cercados tuvieran la luz de aquella última esperanza para escapar, pero fueron arrollados por las fuerzas paraguayas de contramaniobra y hechos prisioneros[21]. Durante la Guerra del Chaco, también se alistaron sus seis hermanos de Héctor Pino Ichazo; dos de los cuales fueron hechos prisioneros durante la Guerra.

Héctor Pino Ichazo publicó en la Pagina Literaria de El Diario de La Paz, en 1931 uno de sus mejores artículos “De la nobleza del chapaco”, el mismo que fue elogiado por el escritor Fernando Diez de Medina. Finalizada la Guerra, retorno a trabajar en el magisterio fiscal, alternando esa actividad con el periodismo. Se desempeñó como Jefe de Redacción del Semanario “Avance” (1936/1937). Fue permanente colaborador de órganos de prensa de Tarija y La Paz.[22]

Alberto Sánchez Rossel. Nació en Tarija el 8 de agosto de 1910. Mientras trabajaba en la ciudad de La Paz como periodista en El Diario, inicio la Guerra del Chaco y se incorporó al Regimiento “Illimani” perteneciendo luego a la Unidad “Chuquisaca 3 de Caballería”, interviene en los combates de Picuiba, Algodonal y Condado. Falleció el 4 de mayo de 1987 a las 18:40 en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra.

A sus 15 años en 1925, Alberto Sánchez Rossel hace sus primeras armas literarias, colabora con distintos periódicos e incluso con el tiempo llegó a fundar “La Voz de Tarija”. Es de los pocos autores tarijeños que ha escrito teatro siendo autor de las obras: “Así son ellas”, “El Precio del Triunfo”, “Madre Martir”, “Chura la vieja pa’suegra”, que son presentadas entre 1938 y 1940 en Tarija y en teatros de La Paz y de Jujuy (Argentina). Es autor del libro “Tierruca Chapaca”. Ganador del Primer Premio del Certamen Literario que convocó la Honorable Alcaldía Municipal de Tarija con la obra histórico-literaria: “Moto Méndez Caudillo Chapaco”. Dictó alrededor de 25 conferencias Históricas, geopolíticas y socio-económicas, en el país y en el exterior.[23] Octavio Campero Echazú dijo con respecto al origen de su obra literaria de Alberto Sánchez Rossel que era el resultado de un, “deambular por los claros caminos y pagos del aquerenciamiento ‘chapaco’ y de una cordial convivencia con las sencillas gentes que lo habitan.”[24] En 1936 el crítico Carlos Medinaceli destacó el cuento ‘La Fiesta de la Cruz’ de Alberto Sánchez, sobre el que escribió: “Es, a mi juicio, una de las mejores promesas de cuentista regional. ‘La Fiesta de la Cruz’, es una hábil pintura del costumbrismo chapaco y por el desarrollo que le ha impreso cumple las condiciones del verdadero cuento. Sánchez ha de llegar a ser el cuentista que espera la pintoresca tierra tarijeña de la tristeza andaluza y el fandango serio”.[25]

Heriberto Trigo Paz. Nació en Tarija el 11 de enero de 1914. A sus 18 años en septiembre de 1932 ingresa en el teatro de operaciones de la Guerra del Chaco; participando en las acciones de armas de El Condado y consiguiente repliegue a la línea defensiva de Villa Montes, también combate durante las batallas de El Carmen, Capirenda, Lapacho, y la batalla de Villa Montes. Luego participa de la retoma de Boyuibe. Finalmente es incorporado como Comandante del Destacamento de Recuperados y luego como Ayudante del Delegado Neutral de la Comisión de Desmovilización (Agosto, 1935). Desmovilizado en Tarija, con el grado de Suboficial. La crudeza de la guerra deja profunda huella en su alma, pero su juventud logra dominarlas. Falleció a las 15:30 del 9 de octubre de 1978.[26]

Ha escrito: “Don Tomás”, sobre la vida y obra de Tomás O’Connor D’’Arlach y la importante obra “Poetas Tarijeños” (1962), un compendio de 4 tomos, que inicia con el nacimiento de Eduardo Tórrez de la Vega en 1770 y que culmina con la muerte de Tomás O’Connor D’’Arlach (1932) y Felix Soto Durán (1931).  

Conclusión.

La Guerra del Chaco se constituyó en la mayor experiencia para esa generación tarijeña de hombres de letras, en la circunstancia histórica que modeló, con mayor fuerza que ninguna otra, su carácter y su destino.[27] Y sin lugar a dudas estos 8 autores tarijeños sobrevivieron a las crueldades de la guerra para con el tiempo adquirir la dimensión de hombres de letras que sintieron y comprendieron la belleza de los sentimientos expresados por medio de la palabra, sin importar que la misma sea expresada en verso o en prosa. En el caso de los escritores Tarijeños, que regresaron de la guerra del Chaco ellos encontraron esa comprensión en una circunstancia terrible,    que fue para ellos ese tiempo incierto cuando combatían en el Chaco y su sobrevivencia a los días de la guerra es el resultado del aferramiento a la vida y al recuerdo de su hogar lejano, del sonido del río y de las ramas de los sauces sobre sus aguas del Guadalquivir, del viento entre las ramas del molle, de la sonrisa de la mujer amada y de los sabores de la nostalgia. La guerra siempre será el peor de los escenarios, porque deja fluir los instintos primitivos, genera incluso los olvidos por los tiempos de paz que se materializan en el odio al enemigo circunstancial. Pero hay quienes sobreviven a la pesadilla de la guerra y deciden escribir sobre la belleza de la vida y de la tranquilidad del lugar que siempre fue su hogar y cuya defensa fue la razón que los motivo a combatir y sobrevivir para contar la historia del tiempo cruel de la guerra, recordándole al mundo con sus letras, sus palabras, su verso y su prosa lo bello que siempre será vivir, amar y morir en tiempos paz.

El autor es Director de Contenidos de NEMBOATI.com

Bibliografía.

1.    AGUILERA FIERRO, Rene. Letras Tarijeñas (Biografía de Poetas y Escritores). Editado por la Corporación Cultural de Publicaciones ENER’S Tercera Edición. Tarija, Bolivia. Marzo de 1990
2.    APARICIO DE FUENTES, Luz. Arcilla Iluminada. Una muestra de la poesía Tarijeña actual. Prefectura del Departamento de Tarija. Secretaria de Turismo y Cultura. Impresión Imprenta Integral S.R.L. Tarija, Bolivia. 2007
3.    ÁVILA DEL CARPIO, Franz. Simple Vendimia. Imprenta Universitaria UAJMS. Tarija, Bolivia. 1979
4.    BAPTISTA GUMICIO, Mariano. Historia (Gráfica) de la Guerra del Chaco. Tercera Edición. Colección: Historia Biblioteca Popular Boliviana de “Ultima Hora”. Talleres de Empresa Editora “Khana Cruz” S.R.L. La Paz, Bolivia. 17 de julio de 1978
5.    BLANCO MAMANI, Elías. Artículo: Alberto Sánchez Rossel. Diccionario Cultural Boliviano. En http://www.elias-blanco.blogspot.com
6.    BLANCO MAMANI, Elías. Artículo: Franz Ávila del Carpio. Diccionario Cultural Boliviano. En http://www.elias-blanco.blogspot.com
7.    EL DIARIO. Artículo: “Manifiesto a la Nación” de Esteban Miranda Mena. La Paz, Bolivia. Miércoles 29 de octubre de 2003
8.    FELLMAN VELARDE, José. Historia de la Cultura Boliviana: Fundamentos Socio-políticos. Universidad Mayor de San Andrés. La Paz, Bolivia.
9.    QUEREJAZU CALVO, Roberto. Masamaclay. Historia Política Diplomática y Militar de la Guerra del Chaco. Segunda Edición. La Paz, Bolivia. 1975
10.  RODRÍGUEZ TÓRREZ, Víctor Hugo. Artículo: “Van pasando los valientes...”. El Diario. La Paz, Bolivia. 30 de junio de 2009
11.  TORREJÓN JURADO, Edmundo. La visión de la cultura desde las letras.
12.  VALLEJO DE BOLÍVAR, Gaby. En busca de los nuestros. Análisis y Crítica sobre literatura Boliviana. Editorial los Amigos del Libro. Werner Guttentag. Talleres de Impresiones POLIGRAF. Cochabamba, Bolivia. Abril, 1987

Notas y referencias.


[1] Torrejón Jurado, Edmundo. La visión de la cultura desde las letras.
[2] EL DIARIO. Artículo: “Manifiesto a la Nación” de Esteban Miranda Mena. La Paz, Bolivia. Miércoles 29 de octubre de 2003
[3] Pág. 176 Fellman Velarde, José. Historia de la Cultura Boliviana: Fundamentos Socio-políticos. Universidad Mayor de San Andrés. La Paz, Bolivia.
[4] Pág. 178 Fellman Velarde, José. Historia de la Cultura Boliviana: Fundamentos Socio-políticos. Universidad Mayor de San Andrés. La Paz, Bolivia.
[5] Pág. 3 Fellman Velarde, José. Historia de la Cultura Boliviana: Fundamentos Socio-políticos. Universidad Mayor de San Andrés. La Paz, Bolivia.
[6] Pág. 161 Fellman Velarde, José. Historia de la Cultura Boliviana: Fundamentos Socio-políticos. Universidad Mayor de San Andrés. La Paz, Bolivia.
[7] Pág. 147 Vallejo de Bolívar, Gaby. En busca de los nuestros. Análisis y Crítica sobre literatura Boliviana. Editorial los Amigos del Libro. Werner Guttentag. Talleres de Impresiones POLIGRAF. Cochabamba, Bolivia. Abril, 1987
[8] Torrejón Jurado, Edmundo. La visión de la cultura desde las letras.
[9] El 14 de junio de 2011 el gobierno del presidente Evo Morales reconoció los 76 años de la tregua con un homenaje a los 527 sobrevivientes de la contienda, con el otorgamiento a cada uno de los mismos de una condecoración. Las condecoraciones fueron impulsadas por el Ministerio de Defensa y las Fuerzas Armadas.
[10] Rodríguez Tórrez, Víctor Hugo. Artículo: “Van pasando los valientes...”. El Diario. La Paz, Bolivia. 30 de junio de 2009
[11] Pág. 10 Poema: “Óptima cosecha” de ÁVILA DEL CARPIO, Franz. Simple Vendimia. Imprenta Universitaria UAJMS. Tarija, Bolivia. 1979
[12] Blanco Mamani, Elías. Franz Ávila del Carpio. Diccionario Cultural Boliviano. En http://www.elias-blanco.blogspot.com
[13] Pág. 11 Aparicio de Fuentes, Luz. Arcilla Iluminada. Una muestra de la poesía Tarijeña actual. Prefectura del Departamento de Tarija. Secretaria de Turismo y Cultura. Impresión Imprenta Integral S.R.L. Tarija, Bolivia. 2007
[14] Pág. 101-102 Baptista Gumicio, Mariano. Historia (Gráfica) de la Guerra del Chaco. Tercera Edición. Colección: Historia Biblioteca Popular Boliviana de “Ultima Hora”. Talleres de Empresa Editora “Khana Cruz” S.R.L. La Paz, Bolivia. 17 de julio de 1978
[15] Pág. 15-17 Aguilera Fierro, Rene. Letras Tarijeñas (Biografía de Poetas y Escritores). Editado por la Corporación Cultural de Publicaciones ENER’S Tercera Edición. Tarija, Bolivia. Marzo de 1990
[16] Pág. 25-28 Aguilera Fierro, Rene. Letras Tarijeñas (Biografía de Poetas y Escritores). Editado por la Corporación Cultural de Publicaciones ENER’S Tercera Edición. Tarija, Bolivia. Marzo de 1990
[17] Pág. 29-33 Aguilera Fierro, Rene. Letras Tarijeñas (Biografía de Poetas y Escritores). Editado por la Corporación Cultural de Publicaciones ENER’S Tercera Edición. Tarija, Bolivia. Marzo de 1990
[18] Pág. 246-247 Querejazu Calvo, Roberto. Masamaclay. Historia Política Diplomática y Militar de la Guerra del Chaco. Segunda Edición. La Paz, Bolivia. 1975
[19] Pág. 249 Querejazu Calvo, Roberto. Masamaclay. Historia Política Diplomática y Militar de la Guerra del Chaco. Segunda Edición. La Paz, Bolivia. 1975
[20] Pág. 40-43 Aguilera Fierro, Rene. Letras Tarijeñas (Biografía de Poetas y Escritores). Editado por la Corporación Cultural de Publicaciones ENER’S Tercera Edición. Tarija, Bolivia. Marzo de 1990
[21] Pág. 249-252 Querejazu Calvo, Roberto. Masamaclay. Historia Política Diplomática y Militar de la Guerra del Chaco. Segunda Edición. La Paz, Bolivia. 1975
[22] Pág. 44-47 Aguilera Fierro, Rene. Letras Tarijeñas (Biografía de Poetas y Escritores). Editado por la Corporación Cultural de Publicaciones ENER’S Tercera Edición. Tarija, Bolivia. Marzo de 1990
[23] Pág. 48-51 Aguilera Fierro, Rene. Letras Tarijeñas (Biografía de Poetas y Escritores). Editado por la Corporación Cultural de Publicaciones ENER’S Tercera Edición. Tarija, Bolivia. Marzo de 1990
[24] Blanco Mamani, Elías. Alberto Sánchez Rossel. Diccionario Cultural Boliviano. En http://www.elias-blanco.blogspot.com
[25] Blanco Mamani, Elías. Alberto Sánchez Rossel. Diccionario Cultural Boliviano. En http://www.elias-blanco.blogspot.com
[26] Pág. 70-74 Aguilera Fierro, Rene. Letras Tarijeñas (Biografía de Poetas y Escritores). Editado por la Corporación Cultural de Publicaciones ENER’S Tercera Edición. Tarija, Bolivia. Marzo de 1990
[27] Pág. 171 Fellman Velarde, José. Historia de la Cultura Boliviana: Fundamentos Socio-políticos. Universidad Mayor de San Andrés. La Paz, Bolivia. 

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