sábado, 11 de mayo de 2019

La Columna de Jose: El anarquismo y el movimiento estudiantil yacuibeño

La Columna de Jose (*)

El anarquismo y el movimiento estudiantil yacuibeño

El movimiento estudiantil en el sur de Bolivia, tiene una larga data, como también distintas influencias ideológicas, pretender negar la existencia de un movimiento estudiantil en el ámbito de la universidad pública sobre todo con influencias ideológicas del signo que fuera, afirmando apoliticidad en el hecho educativo es una contradicción como lo sostiene Paulo Freire: “El carácter político de tal quehacer existe independientemente de que tengamos conciencia de él o no” (p. 137, Cartas a Guinea Bissau, Freire), sí bien caminaban en el Chaco, sin encontrarse, secundaristas y universitarios o normalistas, todos estudiantes, eso no significaba que no existieran momentos cuando se produjeron entronques, como sucedió en mayo de 2001, cuando la corriente influenciada por el pensamiento “Guevarista” en las aulas de la Universidad Pública en Yacuiba, decidió encontrarse con los liderazgos del movimiento estudiantil secundarista nucleado en la Coordinadora Estudiantil popularmente conocida como Asoces (Asociación de Centro de Estudiantes), que para el último trienio del siglo XX, se había convertido en el sur de Bolivia, en el espacio para la crítica de las políticas de la Reforma Educativa neoliberal de 1994; continuando con ese legado renacería en la primer década del siglo XXI la Federación Estudiantil Secundarista, pero fue aquel momento (mayo, 2001), cuando universitarios y secundaristas en Yacuiba comprendieron la necesidad de impulsar la consolidación de la educación superior pública en el Chaco, no debemos olvidar que para 2001, la universidad de los tarijeños pretendía clausurar la única opción de formación superior pública en Yacuiba.

Pero aquel intento, que habría triunfado, porque la lucha no encontraba eco en la población (la burguesía local, no demostraba interés en apoyar la consolidación de la educación superior pública en el Chaco), encontraría en los estudiantes que militaban en la Asoces, el aliento para continuar la lucha en un pacto de unión que luego se replicaría en otros niveles de decisión. Citando a Bakunin, “La unión hace la fuerza. He aquí una verdad bien conocida y que nadie querrá contradecir. Sin embargo, conviene entenderlo bien. Para que la unión produzca ese efecto, es preciso que sea real y sincera en todo momento, y no signifique la hipócrita explotación de un partido en beneficio de otro” (Carta, Bakunin, 1870), es importante señalar que la mayoría de los militantes de la Asoces, tenían una inclinación hacía el anarquismo, por pertenecer a un grupo heredero del pensamiento de Liber Forti, este intelectual anarquista que representó un papel importante para la constitución de la universidad obrera de Llallagua, habría contribuido en sus visitas a la fronteriza ciudad de Yacuiba en la segunda mitad del pasado siglo XX, a la formación de un núcleo de militantes anarquistas, que con los años en las postrimerías de aquel siglo, pasarían su conocimiento a un nueva generación que descubría en los textos de Pierre-Joseph Proudhon, Errico Malatesta, Mijaíl Bakunin y Piotr Kropotkin, una verdad revolucionaria. Sin ese conocimiento, el movimiento estudiantil anarquista en Yacuiba, no habría podido construir un discurso sólido de lucha y de unidad.

Al respecto de la unión, manifiesta Bakunin: “La confianza produce la unión, y la unión crea la fuerza. He ahí, sin duda, verdades que nadie intentará negar. Más para que sean verdad son necesarias dos cosas: es preciso que la confianza no sea una tontería y que la unión, igualmente sincera de todas las partes, no sea una ilusión, una mentira, o una explotación hipócrita de un partido por otro. Es preciso que los partidos que se unen, olvidando completamente, no para siempre, sin duda, sino para el tiempo que deba durar esa unión, sus intereses particulares y necesariamente opuestos” (El Imperio Knutogermanico y la Revolución Social, Bakunin, 1870), la crisis económica y del modelo capitalista que golpeo a la sociedad yacuibeña en 2002, la consolidación del movimiento secundarista en 2003, las conclusiones del Encuentro Nacional Libertario realizado en Paukaparta (La Paz, 16 de octubre de 2004) y la expansión de la educación superior pública en el Chaco a partir de 2002, serían los antecedentes que propiciarían el escenario para la suscripción el 11 de mayo de 2005 del acta fundacional del frente Autonomía, una organizacional estudiantil que con el paso del tiempo impulsaría la creación el año 2007 de una Federación Universitaria Local (FUL) propia para el Chaco (desde 2018 ésta instancia de cogobierno ya no es elegida en lista separada del directorio de la FUL departamental, sepultando así, diez años de una experiencia de gobierno estudiantil que respetaba las características particulares de la vida universitaria en Yacuiba), desde las elecciones estudiantiles de 2008, Autonomía como una organización estudiantil anarquista fue creciendo, en la lógica de “un movimiento estudiantil fuerte, construido desde abajo y hacía arriba” (Documento Político para Transformar la Educación superior Pública, Autonomía, 2014), desde diversos espacios de dirección del Gobierno Estudiantil en la Facultad de Ciencias Integradas del Gran Chaco dependiente de la universidad de los tarijeños, movilizó a los estudiantes en la defensa de sus derechos; para marzo de 2018 lograría el hito histórico de ser la corriente articuladora de un frente universitario a nivel departamental, que disputó a la rosca universitaria de la más neoliberal de las universidades del sistema público de la Universidad Boliviana, el poder de la Federación Universitaria Local (sólo el fraude impidió el retorno de Autonomía a la FUL), pero el paso del tiempo, ha permitido consolidar a una organización anarquista de Yacuiba, en un referente de organización, dirección y unidad para el resto del movimiento estudiantil boliviano.

El frente Autonomía, es el pilar fundamental en la construcción desde 2018, de la FEBA (Federación Estudiantil Boliviana Anarquista), un espacio plural y de articulación de las organizaciones estudiantiles de tendencia popular y anarquista, que combaten el verticalismo y la corrupción de las direcciones de los Gobiernos Estudiantiles, además de la hipocresía del electoralismo coyuntural de las agrupaciones efímeras que despojadas de toda ideología, solamente buscan las migajas del poder para beneficio propio y cupular, olvidando a las grandes mayorías estudiantiles que son víctimas de la dictadura docente y del despotismos de las autoridades universitarias. “Son los estudiantes, las víctimas de las peores condiciones de aprendizaje, por culpa de las camarillas docentes que obligan a silenciar toda protesta y de representantes estudiantiles cobardes y convenencieros a quienes les acomoda mejor el silencio”, (Declaración por el día del trabajo, Autonomía, 2019), en esa lógica, es Autonomía Frente Universitario afiliado a la FEBA y adherido al pacto asociativo de la IFA, la única organización estudiantil, que actualmente continua defiendo la educación superior pública en Yacuiba, fiel a su historia y a los compromisos para transformar la educación, en un instrumento de liberación y de justicia social.


(*) El autor José Luis Claros López, es Director de la Fundación Nemboati, Comunicador Social y Escritor.  

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