lunes, 15 de julio de 2024

BREVE APUNTE SOBRE HISTORIA DE CAIZA LA CAPITAL HISTÓRICA DEL CHACO


 

BREVE APUNTE SOBRE HISTORIA DE CAIZA LA CAPITAL HISTÓRICA DEL CHACO

Por José Luis Claros López (*)

1.- Antecedentes.- El 27 de septiembre de 1841 en Tiwanaku, el General José Ballivián toma posesión del cargo de Presidente Provisional de la República de Bolivia, durante su administración las políticas proyectadas y desarrolladas por entonces pusieron algunas de las bases significativas para la futura organización de Bolivia como estado-nación. Durante su mandato, la ocupación de los “espacios vacíos” de la República se convirtió en una prioridad. En este sentido, con el decreto de 8 de octubre de 1842 se adjudicaron terrenos baldíos a las nuevas colonias. Este ambicioso proyecto era fundamental para las intenciones del gobierno de conseguir un control efectivo del territorio nacional.

Las desaparecidas (robadas en mayo de 2018) campanas de la Iglesia de Nuestra Señora del Carmen, en Caiza Villa Ingavi, en la Región Autónoma del Gran Chaco, fundada en 1843 como "Villa Rodrigo" por el General de Brigada de los Ejércitos de Bolivia Manuel Rodríguez Magariños, en su calidad de Prefecto del Departamento de Tarija y comandante de la expedición militar al Pilcomayo de 1843 a 1844, registraba en la segunda campana la siguiente inscripción: “Día de su bendición 26 de noviembre de 1858 en Villa Rodrigo”.


Manuel Rodríguez Magariños, partió de la ciudad de Tarija donde desempeñaba las funciones de Prefecto, en el otoño de 1843 al mando de un Batallón y llevando también en ésta columna, un contingente de prisioneros peruanos, así como fusiles y cañones de fabricación peruana; tomados como trofeos al enemigo en la batalla de Ingavi. En su trabajo el historiador Julio Paz (1936), señala que los peruanos traídos al Chaco, por Rodríguez Magariños tenían por misión el colonizar éste territorio “A donde marchó con un lote de prisioneros peruanos destinados a colonizar las fértiles llanuras del Chaco” (Paz, 1936). Diez años después luego del retorno de los prisioneros al Perú la marina peruana bautizaba como “Pilcomayo” a uno de los barcos.

2.- El valle de Caiza territorio ancestral de la nación Toba.- Los Tobas, eran originarios del Valle de Caiza, durante los años del dominio colonial español, se hicieron fuertes en esa zona. Con la República, a partir de la década del 40 del siglo XIX, fueron violentamente despojados de sus tierras. Iniciando un período, que se conocerá como las Guerras Tobas y que se prolongará hasta el final de aquel siglo. Luego del despojo, de la violencia y del exterminio, muchos quedaron regados por Crevaux y otros asentamientos más al sur siguiendo el curso del Pilcomayo.

Desde finales del siglo XVIII, la nación Toba, habitaba el valle de Caiza (Combès, 2014) en el actual Chaco Tarijeño, representaban para Daniel Campos (1888) al “guerrero por excelencia del Chaco. Fiero, altivo dominador [es] el león de las selvas del Gran Chaco”, sin embargo después de las primeras dos décadas de vida republicana de Bolivia, comenzó su exterminio, los Tobas son empujados de sus territorios ancestrales en Caiza, por una fuerza compuesta por el ejército nacional, los colonizadores provenientes de Tarija y los criollos (habitantes nacidos en el Chaco), para ellos la nación Toba no tiene derechos, en este punto tampoco debemos olvidar el papel de los religiosos en el resultado final, la derrota de la nación Toba, la Iglesia Católica pretendía que aquellos “neófitos” sean recluidos en misiones para que alcancen un cierto grado de civilización cristiana.

Los tobas son víctimas tempranas de la violación al mandato de la Ley de 27 de diciembre de 1826, que por lo menos en la teoría, garantizaba a ellos (que también son indígenas) el derecho de poseer su tierra “El indijena que quiera adquirir en perpetuidad los terrenos que hoy ocupa, ú otros baldios, podrá pedirlos por escrito ante el gobernador de su provincia” (Art. 5, ley de 27 de diciembre de 1826), pero el proceso de colonización del Chaco, convierte a los tobas en los protagonistas de una verdadera guerra de resistencia contra una fuerza de ocupación, que al final conseguirá completar su misión, establecida con una década de anticipación a la ocupación física del territorio de Caiza, la Ley de 30 de octubre de 1833, garantizó que será el Gobierno de la República, la instancia que “tomará las medidas necesarias” para proteger las propiedades de los colonizadores que comienzan a ser concedidas omitiendo el procedimiento determinado en diciembre de 1826, esto significó que todo territorio baldío distribuido por el Gobierno a los colonos, será protegido de  “las incursiones de los bárbaros colindantes”, esa protección será realizada por los militares que acompañan la colonización del Chaco.

“A finales del siglo XIX, se vuelven los mayores enemigos de los criollos en el Chaco”, así lo describe Isabelle Combès (2014), pero los tobas serán derrotados militarmente a pesar de sus últimos intentos a comienzos del siglo XX de resistencia y rebelión (Nordenskiöld, 1912), para entonces se alejarán hacía el sur más allá del paralelo 22. Habían, perdido demasiado pronto el control de su territorio al abandonar el valle de Caiza entre 1843 y 1845, para nunca más volver. Todo el escenario, tiene una razón de ser y esa razón es la acumulación del capital mediante la especulación de la tierra.

Fue la necesidad de obtener más tierra, para la población que habitaba otras latitudes de Bolivia, la causante de un proceso de ocupación y expulsión de los Tobas de su territorio ancestral de Caiza, que, para la segunda mitad del siglo XIX, todavía no era “mercancía” sino que constituía un “valor de uso sin ser valor” (Marx, Karl. El Capital), en este caso la tierra del territorio colonizado por la población tarijeña y criolla, no ingresará de inmediato a un proceso de Capitalización de la Renta, los nuevos dueños de la tierra o terratenientes/hacendados, con el dominio jurídico sobre la tierra, no buscaban apropiarse de parte de la renta que generasen los productores que rentaban sus tierras para trabajarlas, a cambio un canon periódico de dinero que para el terrateniente representa su renta como un flujo de valor del que se apropia periódicamente (El Capital), por el contrario inician un proceso de acumulación de la tierra con el supuesto de ampliar la frontera ganadera, (Corpus Documental, Tomo V, 1988), una actividad económica que no implicaba mayores inversiones o mejoras para los nuevos dueños de la tierra, se podría decir que se trataba únicamente dejar suelto al ganado para que se reproduzca y consumiendo libremente los recursos de la tierra que hacían de su alimento.

La inversión, era mínima – la ley de 30 de octubre de 1833, incluso garantizaba la entrega del ganado y la exención de pago de impuestos por un período de diez años, que para el caso del Chaco se prorrogo por varios años - garantizando una buena ganancia para los nuevos dueños de la tierra.

Más aún cuando, el Gobierno proporcionaba la protección necesaria y dedicaba su tiempo a las tareas de hostigamiento a los tobas. Mientras tanto el problema del acceso a la tierra, continuaba siendo uno de los grandes males de Bolivia, como también era un problema en otras partes del mundo, “mientras los aristócratas de la tierra, y los colonos, los fabricantes, los comerciantes, los banqueros, los caballeros de la bolsa, los proveedores del ejército, etc., se enriquecían a manos llenas”, (Marx, El Capital), es así como la tierra en Bolivia continuó estando en manos de pocos, situación que luego de la Revolución Nacional de 1952, la Ley de Reforma Agraria, tratará de poner fin.

3.- Caiza, se llamaba Villa Rodrigo su fundación por Manuel Rodríguez Magariños.- El sábado 1 de julio de 1843, en la primeras horas de la mañana el General Manuel Rodriguez Magariños, funda la Villa Rodrigo de acuerdo con el diario de su expedición (Rodriguez Magariños, 1844, p.6) ésta fundación; se realizó en la actual Caiza Villa Ingavi.  Con los años, el nombre de Villa Rodrigo, que figura incluso en el mapa oficial de Bolivia de Ondarza de 1859, fue mutando hasta quedar simplemente como Caiza, nombre con el que se conoce desde la década del 60 del siglo XIX a éste lugar en documentos e informes oficiales.

 

4.- Caiza, la capital histórica del Chaco.- En 1872, el Presidente del Concejo Municipal de Tarija, sugiere al Prefecto del Departamento de Tarija, elevar a Caraparí al rango de una Capital de Provincia. Y a Caiza y otros pueblos de la frontera (Langer/Bass Werner, 1988) uno de los cuales es Yacuiba, constituirlos en un Distrito. Aquel año de 1872, el territorio del Gran Chaco Oriental dentro de la jurisdicción del Departamento de Tarija, es erigido en "El Distrito territorial del Gran Chaco" con el pueblo de Caiza como capital del Distrito Territorial y residencia del Jefe Superior Político y Militar del Distrito. La Ley de 31 de marzo de 1872, indicaba sobre los límites y extensión del Distrito Territorial del Gran Chaco, que serían fijados y señalados por un decreto especial, previo informe de las autoridades locales del Departamento de Tarija.

En 1876, se crea la Provincia del Gran Chaco con Caiza por Capital, es designado Pedro Antonio Reyes[3] como primer Subprefecto de la Provincia. El Decreto Supremo de 12 de agosto de 1876, erige a éste territorio en una Provincia más del Departamento de Tarija, con el pueblo de Caiza como capital, incluyendo dentro del territorio de la denominada Provincia del Gran Chaco los cantones Caiza—Capital, Carapari, Itau, Yacuiba, Tartagal y las misiones de nueva fundación “a la margen occidental del Pilcomayo.” Así, queda definido como límite arcifinio histórico fundacional de la Provincia del Gran Chaco, el río Pilcomayo. Posteriormente, la Ley de 19 de octubre de 1880 establece la jurisdicción de la Provincia del Gran Chaco, sobre los siguientes territorios (pueblos): La villa de Caraparí, los cantones Yacuiba capital, Caiza, Itaú, Aguarenda y los vice-cantones Itiruyo, Tartagal y Zapatera.

A consecuencia del terremoto de 23 de marzo de 1899, funcionaba en Caiza como medida de precaución asumida por la Prefectura de aquel Departamento, desde 1899 la Junta Municipal Provincial hasta el año 1905 en que paso a Yacuiba, por orden del Ministerio de Gobierno y Fomento presidido por el Ministro Anibal Capriles que mediante Orden Nro. 18 de 1 de mayo de 1905 disponiendo el traslado de la condición de Capital de Caiza a Yacuiba, considerando que las construcciones especiales que se han hecho en el mencionado pueblo reemplazan ventajosamente los antiguos edificios; que la mejor administración de la Provincia y la vigilancia aduanera lo reclaman, se resuelve: Restitúyase la Capital de la Provincia del Gran Chaco a la Villa de Yacuiba; debiendo trasladarse a ella todas las autoridades provinciales que hasta el presente residan en el pueblo de Caiza.

“a solicitud de los vecinos de Yacuiba, del departamento de Tarija, y, en consideración á que la Ley de 19 de octubre de 1880 fija dicha Villa como Capital de la Provincia del Gran Chaco, se ha dispuesto por resolución de 13 de mayo último, que se restituya la capital de la expresa provincia a la Villa de Yacuiba, debiendo trasladarse á élla las autoridades provinciales que hasta esa fecha han residido en el pueblo de Caiza, á consecuencia del terremoto de marzo de 1899. Se ha hecho excepción de esta medida con la Junta Municipal, por la naturaleza de su institución y porque en breve la nueva Junta deberá ser elegida yá en la Capital.” (Bolivia, 1906, p.16)

En 1901, de acuerdo con la Ley de 21 de noviembre de 1887, la Junta Municipal Provincial del Gran Chaco con sede en Caiza, estaba integrada por cinco ciudadanos: Máximo Zelaya (Presidente), acompañado de Silvestre Suarez, Juvenal Soruco, Tristan Mejias, Jaime Calvimontes.

5.- Conclusión.- Caiza, es fundada de acuerdo con el diario de la Expedición del Prefecto y Comandante General del Departamento de Tarija: Rodriguez Magariños, el sábado 1 de julio de 1843, realizando el acto de fundación el General Manuel Rodriguez Magariños, con el nombre Villa Rodrigo.

A finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX, en Caiza, funcionó la Junta Municipal de la entonces Provincia del Gran Chaco, hasta el año de 1905, entonces la capitalía retornó a Yacuiba esto por orden de 2 de marzo de 1905 del Ministerio de Gobierno y Fomento. Durante la Guerra del Chaco, fue Caiza también un centro militar hasta entre los años de 1932 y 1938, años después, con motivo de la construcción de la línea del ferrocarril a Santa Cruz de la Sierra, la población antigua quedo alejada y sus pobladores se trasladaron a la zona donde luego se construye la estación del tren en Caiza.

La iglesia antigua de Caiza, fue bendecida el 13 de julio de 1969, en honor a la Virgen del Carmen.

(*) El autor José Luis Claros López, es Director del Instituto de Historia de Yacuiba.

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