lunes, 30 de julio de 2012

Momentos de gloria de nuestra nación boliviana

Momentos de gloria de nuestra nación boliviana
(*) José Luis Claros López

Soy un ciudadano de la nación boliviana y cuando va llegando agosto me siento más orgulloso de ser Boliviano, de haber nacido en una patria que como escribió el poeta Oscar Cerruto tiene montañas, olas de trigo y trigales, espuma azul los pinares, cielos de esmalte fundido, y el coro ronco del viento… aunque… sin mar. Pero eso no es un motivo para sentirme mal. Para sentir negatividad. La nación Boliviana es una gran nación; no un pueblo enfermo y derrotado, somos los herederos de una patria morena y mestiza cuya historia esta llena de momentos de gloria.      

Decía Antonio José de Sucre al pueblo boliviano; “Aún pediré otro premio a la Nación entera… el de no destruir la obra de mi creación, de conservar por entre todos los peligros la independencia de Bolivia y de preferir todas las desgracias y la muerte misma de sus hijos, antes que perder la soberanía de la República que proclamaron los pueblos y que obtuvieron en recompensa de sus generosos sacrificios en la revolución”. Esta promesa fue por primera vez cumplida en los campos de Ingavi el 18 de noviembre de 1841 cuando solamente importo que Bolivia no desaparezca y hasta los tres presidentes que luchaban por el poder en aquel trágico escenario de una Bolivia humillada por un país invasor, se unieron dejando de lado ambiciones para enfrentar y vencer en inferioridad de condiciones a un ejército superior que desapareció derrotado como las nubes cuando las bate el viento y con la muerte durante la batalla del Presidente del Perú Agustín Gamarra se consolido nuestra independencia como nación soberana.

Nuestra humilde bandera flameo victoriosa con el viento, luego de que Bolivia hubiera derrotado a la Confederación Argentina en las batallas de Iruya y Montenegro; pero aunque no lo enseñan en los colegios, también durante la Guerra del Pacífico existieron victorias como la victoria del Coronel Rufino Carrasco; que con un contingente de jinetes la mayoría chicheños y tarijeños, se internó en el Departamento del Litoral y derrotó a los soldados Chilenos en la batalla Chiuchiu y avanzó sobre Calama; la victoria del 12 de noviembre de 1879, cuando en la batalla de Canchas Blancas; soldados nacidos en San Lorenzo que formaban el escuadrón tarijeño "Méndez" atacaron a los chilenos a machete y cuchillo limpio junto a otras unidades militares provenientes de Tarija logrando evitar que las tropas invasoras chilenas avancen hasta la ciudad de Potosí.

En noviembre de 1883 después de 65 días, atravesando un territorio hostil la expedición boliviana de los “héroes del desierto” al mando de Daniel Campos, luego de partir desde Tarija, llegando a Caiza y recorriendo todo el Chaco; alcanzo su destino cruzando el río Paraguay. Ingresando a Asunción como una sola columna cobijados por la bandera boliviana, luego de haber entonado nuestro himno nacional.

Quizás si a la hora de comenzar la enseñanza de la historia de nuestra patria, en lugar de decir a los estudiantes perdimos tanto… para luego mostrarles aquel mapa de perdidas territoriales bolivianas, se les enseñara esa otra historia, llena de momentos de gloria nuestra juventud no sentiría que son los herederos de una nación derrotada y entonces quizás nuestra juventud miraría el pasado de forma positiva y soñaría un futuro mejor.

(*) El autor es Director de Contenidos de NEMBOATI.com

jueves, 19 de julio de 2012

¿Hasta dónde llegan los límites de Yacuiba?


¿Hasta dónde llegan los límites de Yacuiba? (*)

Una de las conclusiones del 1º Encuentro Nacional de Direcciones de Ordenamiento Territorial, realizado en la ciudad de Sucre, en mayo de 2011 fue que “…En el país, de los 339 municipios sólo 25 tienen saneados sus límites territoriales con una ley de delimitación, el resto no tiene límites definidos…”

Al crearse la tercera sección municipal de la provincia Gran Chaco por Decreto Supremo de 24 de agosto de 1937 sus límites no estaban bien definidos, esto ha traído consecuencias 75 años después. Porque Villa Montes, reclama derechos sobre los territorios comprendidos entre Palmar Grande y Cortaderal es decir por más de 30 kilómetros de territorio que reclaman como parte de su jurisdicción. Cuando los hechos históricos demuestran lo contrario. Al crearse la provincia Gran Chaco el 12 de agosto de 1876, Villa Montes no existía todavía. Porque la Villa “Montes” bautizada de aquella manera en honor al Presidente Ismael Montes, se fundaría recién a comienzos del siglo XX en el mismo lugar donde los R.P. Franciscanos del Colegio de Propaganda FIDE de Tarija fundaban la misión de San Francisco Solano en la década del 60 del siglo XIX. De tal forma, que incluso en los límites fundacionales de la provincia Gran Chaco, el territorio del actual Villa Montes quedaba fuera de la jurisdicción fundacional de la provincia Gran Chaco en la obra de Octavio Moscoso: Geografía Política, Descriptiva de Bolivia, señala que para 1893 la Provincia Gran Chaco administrativamente se dividía de la siguiente forma: Capital Yacuiba con 300 habitantes y una aduanilla. Comprende 5 cantones: Yacuiba, Carapari, Caiza, Itau y Aguairenda. Y los vicecantones de Itiyuru, Tartagal y Zapatera. Cuando la Provincia del Gran Chaco nació y hasta finalizada la guerra del Chaco, solo existían dos secciones municipales, la segunda sección municipal era Caraparí y la Capital y sede de la Junta Municipal Provincial y sede de funciones del Subprefecto de la Provincia era primero Caiza y luego Yacuiba. Villa Montes era la Delegación Nacional del Gran Chaco, creada por ley de 27 de diciembre de 1905, creada para la colonización de los territorios al otro lado del Pilcomayo y que tuvo existencia hasta el 31 de julio de 1936, habiéndose suspendido su funcionamiento por Decreto Supremo de esa misma fecha, que creó en su lugar la Intendencia de Colonización del Gran Chaco; restableciéndola de nuevo con la misma sede administrativa en 1940.  

Es abundante la evidencia en la cartografía oficial del siglo XIX y comienzos del siglo XX que dejan en evidencia la inexistencia de Villa Montes y señalan la jurisdicción de la provincia hasta las márgenes del río Pilcomayo. Al otro lado del río, como señalaba con anterioridad existía una reducción, las reducciones tenían su reglamentación y normativa que sustentaba su existencia, quedando fuera de toda jurisdicción de las autoridades políticas o militares existentes, con las cuales se coordinaba en los aspectos relacionados a su defensa cuando surgían algún tipo de amenazas por parte de los belicosos indígenas no reducidos. Cuando llego el final del tiempo de las reducciones en el Chaco Tarijeño, la primera década del siglo XX marcaría el surgimiento del asentamiento que daría lugar a la Villa Montes actual. De tal forma que la jurisdicción territorial de Yacuiba sí sería hasta las orillas del río Pilcomayo, durante buena parte del siglo XX, pero conforme pasaron los años existió una suerte de abandono hacía las poblaciones más alejadas en los limites norte de la primer sección municipal esto dio lugar a que los pobladores de aquellos lugares acudan a las autoridades de Villa Montes para poder atender sus necesidades, pero este abandono desapareció, desde finales de los años 90 del siglo XX aunque continuaron existiendo esos vínculos de dependencia para con Villa Montes entre las poblaciones de los limites norte de la sección municipal de Yacuiba.

El origen de los conflictos por límites entre Yacuiba y Villa Montes, surge a partir de dos hechos: la puesta en vigencia de la Ley de participación Popular en 1994 con la asignación de recursos de “coparticipación tributaria” y el segundo hecho, el Censo del 2001 que asignó comunidades a municipios que histórica y legalmente no les correspondía.

(*) Autor: José Luis Claros López, Director de Contenidos de NEMBOATI.com

lunes, 16 de julio de 2012

LA VIRGEN DEL CARMEN PATRONA DE BOLIVIA.


LA VIRGEN DEL CARMEN PATRONA DE BOLIVIA.

La Virgen del Carmen que se encuentra en la ciudad de La Paz, fue traída por los misioneros españoles en la época colonial, de estilo barroco, obra del siglo XVII, es de autor anónimo. Aprovechando su procesión en la fiesta de la virgen el 16 de julio de 1809 estallo la revolución libertaria en La Paz en contra de las autoridades coloniales españolas, días después, los patriotas volvieron a sacar en procesión la imagen de la virgen, en acción de gracias por el triunfo del levantamiento, pero esta vez con el gorro frio de la libertad en vez de la corona y con un sable en la mano. Luego recuperada la ciudad de La Paz por el ejército Español la imagen de la virgen fue condenada por complicidad con los rebeldes a permanecer en un calabazo. El santo Padre el Papa Pío IX, por breve de 27 del mes de junio del año 1829. Declaró a la Bienaventurada Virgen María, bajo la advocación del Carmen, Patrona de toda la república Boliviana. En el año de 1855, por otro breve, el Santo Padre restituyó la celebración de la fiesta de Nuestra Señora del Carmen a su propio día, que es el 16 de julio, con obligación de ambos preceptos. El congreso Nacional en ley especial, aprobó el Decreto Pontificio, declarando a la Virgen del Carmen patrona de Bolivia el 17 de noviembre de 1855. Posteriormente, por ley del 11 de octubre de 1948 fue proclamada “Generala y Patrona de las Fuerzas Armadas de la Nación”. Además, en 1964 se la reconoce como patrona de la Asociación de Beneméritos de la Patria del Regimiento Illimani. La ordenanza 377/2011 del Gobierno Municipal de La Paz, declaró patrimonio material e inmaterial, histórico y religioso del municipio de La Paz a la imagen de la Virgen del Carmen y la festividad religiosa del 16 de julio.

viernes, 13 de julio de 2012

APUNTES SOBRE LA FUNDACIÓN DE CAIZA: El aporte de Caiza para la construcción de la Iglesia de Yacuiba.


APUNTES SOBRE LA FUNDACIÓN DE CAIZA: El aporte de Caiza para la construcción de la Iglesia de Yacuiba.
(*) José Luis Claros López

La región de Caiza era conocida como Capiibiti, El pueblo Chane habitaba esta región incursionando de forma bélica para comienzos del siglo XIX a las poblaciones de frontera en Carapari y Salinas. A principios de 1843, se estableció en la que ahora es la región de Caiza, Manuel Rodríguez Magariños en su calidad de Prefecto del Departamento de Tarija fundando en ese lugar Villa Rodrigo. Una evidencia de que Caiza fue la verdadera Villa Rodrigo a la que de forma equivocada se confunde en la Ordenanza Nro. 088/2009 de 29 de Mayo de 2009 emitida por el H. Concejo Municipal de Yacuiba la misma que señala que “Villa Rodrigo” fuera el nombre fundacional de Yacuiba, se puede ver todavía en el presente al mirar de cerca la campana de la izquierda en el campanario junto a la vieja iglesia de Caiza se puede leer sobre la misma la inscripción del día de su bendición el 26 de noviembre de 1858 en Villa Rodrigo.

Por Decreto Supremo de 31 de marzo de 1872, Caiza fue asiento del antiguo Distrito Territorial del Gran Chaco. También fue la Capital de la Provincia hasta el 19 de octubre de 1880.  Caiza durante todo el siglo XIX fue Lugar de abastecimiento de las expediciones que incursionaban en el Chaco.

Durante la presidencia del Dr. Aniceto Arce, el congreso Nacional en la ciudad de Sucre sanciona una ley el 5 de Diciembre de 1888 y que luego es promulgada por el Presidente de la República el 8 de Diciembre de 1888 por la cual los diezmos y primicias del partido de Caiza, en la provincia del Gran Chaco, se destinan a la construcción de la iglesia de Yacuiba; debiendo hacerse el remate con sujeción a las leyes del caso. Esta concesión se otorga por cuatro años. Una junta compuesta del sub-prefecto, padre conversor y presidente de la junta municipal de Yacuiba, se encargará de la dirección de la obra y de la administración de los fondos adjudicados.

También funcionaba en Caiza la Junta Municipal Provincial hasta el año 1905 en que paso a Yacuiba por orden del Ministerio de Gobierno y Fomento del 2 de marzo de 1905. Durante la Guerra del Chaco, fue Caiza también un centro militar hasta 1938. Con motivo de la construcción de la línea del ferrocarril a Santa Cruz de la Sierra, la población antigua quedo alejada y sus pobladores se trasladaron a la zona donde luego se construyo la estación del tren en Caiza.

(*) El autor es Director de Contenidos de NEMBOATI.com

Bibliografía de referencia.
DOLLZ GUERRERO, Ernesto. El Chaco y su Historia. Editorial e Imprenta Laser Primavera. San José de Pocitos, Bolivia. 12 de agosto de 1994.
LANGER, Erick/BASS WERNER DE RUIZ, Zulema/ROMERO AUD, María del Carmen. Corpus Documental Historia de Tarija, Tomo V. Círculo de Escritores y Artistas de Tarija. Prefectura del Departamento de Tarija. Universidad Autónoma Juan Misael Saracho. Editorial Universitaria UAJMS, Tarija. 1988
LAVADENZ, J. La Colonización en Bolivia durante la Primera centuria de su independencia. Ministerio de Guerra y Colonización. Talleres Gráficos de la Intendencia de Guerra. La Paz, Bolivia. 1925

TAKE CHUYMA: Civismo y devoción a 1260 Kilómetros de distancia de La Paz


TAKE CHUYMA: Civismo y devoción a 1260 Kilómetros de distancia de La Paz.
(*) José Luis Claros López

Era una noche fría del invierno chaqueño y escuché a Isabel de Prudencio decirme: Al comenzar a ensayar, uno siempre necesita beber un canelado bien caliente. Mientras los parlantes inundaban el ambiente con la cadencia de la morenada. Asintiendo lo que me dice bebo un sorbo más del caliente líquido que me había invitado Marisol Mamani de Mondaca, nacida en Chulumani Provincia Sud Yungas del Departamento de La Paz quien me confiesa haber llegado a Yacuiba hace más de quince años. El lugar donde sostengo esta conversación es el interior de la Sede Social de la Asociación de Vendedores de Coca al Detalle; desde hace varios años este lugar es donde se realizan los ensayos de la Fraternidad Morenada Unión Comercial Cocanis para la entrada en devoción de la Virgen del Carmen. A pocos pasos del lugar, la Terminal de Buses de la ciudad de Yacuiba esta vacía, en silencio y completa oscuridad. Para olvidarme del frío, bebo un nuevo trago del canelado, mientras escuchó a las señoras que continúan respondiendo mis preguntas mientras esperan que lleguen los demás bailarines, para empezar ellas también a ensayar. Afuera ya algunas jóvenes practican los pasos de la danza con el compas de una grabación que suena de la canción: Lagrimas de Amor de Runa Marka; “es la canción con la que ingresaremos este año, ya la imprimieron la letra y nos la estamos aprendiendo, porque cuando nosotros ingresemos la vamos a cantar al ritmo de la banda” me lo cuenta entusiasmada Isabel de Prudencio que nació en Patacamaya, Provincia Aroma del Departamento de La Paz y que baila en el Bloque Chola Paceña de la Fraternidad Morenada Unión Comercial Cocanis y al preguntarle porque la importancia de bailar con banda, simplemente me indica que así se produce una suerte de sensación distinta, incluso me confiesa que de no haber música de banda no sentiría esa misma emoción al bailar que le hace soñar con los ojos abiertos así sea por un breve momento cada 16 de julio que no baila con el ritmo de la morenada en las calles de Yacuiba sino que baila en su lejana La Paz.

Distan 1260 kilómetros desde Yacuiba pasando por Tarija y Potosí para llegar a ese preciso lugar en Plaza Murillo donde una placa metálica colocada durante la Presidencia de Ismael Montes, en plena esquina sur formada por las calles Comercio y Ayacucho señala que aquel lugar es el kilometro cero el punto de partida en Bolivia desde donde todos los caminos comienzan a medirse. Al pensar en esto recuerdo de nuevo el frío del invierno. Nosotros bailamos para la Virgen del Carmen con el take chuyma me afirma Marisol Mamani de Mondaca mientras llena de nuevo en la improvisada cocina una jarra de canelado caliente para luego nuevamente salir al patio e invitarles el contenido a los demás bailarines, que con cada minuto aumentan en número a pesar del frío de la noche, el reloj marca más de las diez y entonces me informan que sobre todo la última semana los ensayos son hasta después de la media noche, take chuyma es del aymara y quiere decir hacer las cosas con el corazón, los que forman parte de la fraternidad explican que lo importante al bailar por la Virgen del Carmen, surgen sentimientos entremezclados de amor, veneración y fervor religioso. Y estos sentimientos surgen del corazón.

“Nosotros, sabemos bailar también chacarera” confiesa Marisol Mamani de Mondaca, lo mismo me dice Isabel de Prudencio que además me cuenta que a su hija le gusta la chacarera. También las dos coinciden en afirmar que a muchos chaqueños les encanta la música de La Paz y que incluso este año bailaran en la entrada de la Virgen del Carmen, gente que no tiene parentesco con ningún residente paceño; ya que sucede que su fraternidad es abierta, cuando se a próxima el tiempo de los ensayos salen comunicados en algunas radioemisoras locales invitando a quienes deseen participar a inscribirse para formar parte de su fraternidad.


Para ese momento ya casi son las once de la noche, la Avenida San Martín ha sido trancada, para que los vehículos ya dejen de circular y no perjudiquen los ensayos. En el patio se pueden escuchar más voces, risas y la música sube su volumen. Es entonces que llegan a la pequeña cocina improvisada, el matrimonio formado por Elisa Mamani de Flores y Wilson Flores; al conocerlos lo que me sorprenda no es su edad ya me habían dicho que se trataba de una de las parejas más jóvenes que asumían la responsabilidad compartida de ser prestes de la Virgen del Carmen en Yacuiba. Lo que me sorprendió, fue que Wilson Flores era hijo de Carapareños, que vivió buena parte de su vida en Berety Chaco, pero eso no tiene importancia para la fe, cuando de lo que se trata es de la devoción que se siente al reconocer la presencia de Dios, a través de su santísima madre la Virgen María bajo la advocación del Carmen. Elisa Mamani de Flores, me dice que a diferencia de otros tiempos, ahora sienten que a los residentes paceños en Yacuiba, ya no se los trata distinto por tener costumbres y ser querendones de su tradición cultural, como quizás sucedía en otra época, su esposo tampoco considera que pudiera existir discriminación a la gente que llega del occidente. Nos interrumpe la conversación un grupo numeroso que ingresa también a la cocina y conversan con los prestes sobre los aspectos relativos al ensayo; luego se van y ahora Wilson Flores me cuenta que conoció a la que ahora es su esposa, bailando caporales. Ella, Elisa Mamani de Flores nació en La Paz pero a sus cinco años migró a Yacuiba junto con su familia, curso el kínder en el Raquel C. de Avila, la primaria en el Colegio Belgrano y la Secundaria en el Liceo Gran Chaco, siendo bachiller de la Promoción 2001. Su familia no se marchó, con la llegada de la crisis económica, como tampoco lo hicieron otras muchas familias llegadas del departamento de La Paz que decidieron hacer de Yacuiba su hogar. Luego, les pregunto por el gasto económico que significa la responsabilidad de celebrar a la Virgen, ellos me dicen que son dos las bandas que traen este año para que acompañen a la Fraternidad, que las bandas son; “Los Majestuosos Illimanis” y “Señorial Cocanis” ambas de La Paz; que cada banda tiene más de 50 integrantes y que cobran 60.000 Bs.- cada una fuera de que se les debe cubrir el transporte por flota desde La Paz hasta Yacuiba y su respectivo retorno, más los gastos de alimentación y hospedaje por 3 días. Me confirman también algo que ya me había estado contando Isabel de Prudencio que cada bailarín invierte 1.860 Bs.- para pagar su traje de morenada, entonces me dicen que justamente la otra pareja de pasantes está ya en La Paz recogiendo los trajes. Estos trajes los que usaran tanto hombres como mujeres son fabricados en La Paz ya que no existen en Yacuiba costureras que conozcan como confeccionar esta indumentaria. También me dicen que no se trata solamente de la entrada del 15 de julio y la posterior serenata, la celebración continua el 16 de julio y no concluye hasta que llega el 17 de julio cuando se debe ir a recoger a su domicilio al nuevo preste que deberá organizar la fiesta en devoción a la Virgen del Carmen del siguiente año. Los prestes también corren con los gastos de la Serenata, que significa pagar amplificación, a los conjuntos y grupos que llegan este año por ejemplo traen a Pastor Camara (ex Semilla) y a Beto Durán a ellos fuera de su cancelación por el espectáculo que presentaran, también se les debe cubrir los pasajes en avión. Luego de haberlos escuchado, les preguntó porque gastar tanto, ellos también igual que los demás de la fraternidad a quienes pregunte lo mismo me responde que no se trata de dinero, se trata de la fe. Lo demás no importa.

Al concluir con mis preguntas, me despido de ambos y al salir comprendo que ya son más de las once de la noche. Y entonces mientras espero un taxi, voy recordando lo que ya me habían explicado de niño en el colegio adventista que lo importante solo es la fe y que lo material es pasajero. Al recordar eso comprendo, entonces a quienes forman parte de esa fraternidad y lo complicado que a veces es hacer entender a los demás que sentir ese deseo por entregarlo todo de corazón a la Virgen, es algo difícil incluso por momentos de poder explicarlo. Hay quienes dicen, que la principal característica de la morenada es la ostentación, pero para quienes bailan la morenada no es así. Es la fe la que los mueve, la que los hace llegar a un destino al final de un largo recorrido, así como en la vida después de caernos muchas veces recién comprendemos que no existen los atajos, solo un camino largo que recorrer para llegar a donde deseamos llegar, para las personas que conocí esa noche fría de julio, solo existe un camino y es el señalado por la fe que sienten en sus corazones por la Virgen del Carmen.    

LA FRATERNIDAD MORENADA UNIÓN COMERCIAL COCANIS

En Yacuiba, la Fraternidad Morenada Unión Comercial Cocanis, nació el año 2001. Una mañana de julio conocí en su tienda de la calle 27 de mayo a los esposos Roberto Condory y Erlinda Ticona de Condory, ellos son comerciantes que llegaron a Yacuiba hace más de dos décadas. Fueron ellos quienes un día decidieron formar una fraternidad. Ahora ellos son quienes me pueden explicar mejor el significado de su nombre de la fraternidad, que fue resultado de unir en una sola fraternidad a cocanis es decir vendedores al detalle de hoja de coca y comerciantes que tenían sus tiendas en el pasaje comercial Cornelio Ríos, Magariños y otros lugares de la ciudad. Quienes más allá de ser residentes paceños, los unió la devoción por la Virgen del Carmen. Roberto Condory con una sonrisa me permite ingresar a su tienda y me va contando acompañado de su esposa que la fraternidad nació el 2001, que luego llegó la crisis y que la entrada “descanso” por dos años, pero que luego se la retomo y que desde aquel tiempo se la realiza sin interrupciones y que con cada año que pasa ven que los cimientos que pusieron, no fueron en vano. Como en toda construcción poner el cemento es lo más grave; dice Roberto Condory mientras va recordando esos comienzos difíciles, como fue su construcción de la fraternidad, que su primer año solo tenían un cuadro de la virgen que presidio la entrada y que apadrinaron a Oligario Arcani y Elena Flores de Arcani para que sean los padrinos de la imagen de la virgen, que fue traída desde La Paz. Al recordar aquel tiempo, de su entrada que se circunscribía tan solo a unas cuantas cuadras de la zona norte que fueron recorridas por un solo bloque de morenada, hasta llegar al presente; ambos esposos no pueden evitar decir que se sienten orgullosos de lo que comenzaron pero también atribuyen todo a la fe, solo la fe hizo posible que no se muriera la entrada “mata morenos” les decían a un pasante recuerda Erlinda Ticona de Condory porque justo por el tiempo cuando surgió la idea de hacer la entrada en honor a la Virgen del Carmen, llegó también la crisis económica del 2002. Pero al final, las cosas mejoraron se hicieron muchos sacrificios y también avanzaron mucho, ahora sueñan que la entrada crezca que sea más integradora; el próximo año desean que también alguna fraternidad de chacarera participe con devoción a la Virgen de la entrada, porque aquí no hay concurso explican ambos y coinciden al decir que aquí de lo que se trata es de la fe.

Ambos, esposos también coinciden en algo que ya me dijeron otros residentes paceños; el agradecimiento expresado en una sola frase que resume Roberto Condory al decir: “este alcalde es bien bueno, nos abrió caminos” refiriéndose, a que desde la gestión de Carlos Bru Cavero como alcalde municipal de Yacuiba, se les apoya con cosas que quizás parezcan pequeñas comparadas con el enorme gasto que representa tanto para cada bailarín o los prestes el cumplir con la promesa realizada en honor a la virgen, pero que significa mucho para quienes no encontraron antes respeto y tolerancia para sus tradiciones y costumbres. Entonces Roberto Condory me cuenta que ya el año pasado, como una forma de agradecerle al Alcalde Carlos Bru incluso le habían hecho traer un traje desde La Paz, para que también baile con la fraternidad.     

Para concluir les recuerdo que cada 16 de julio se recuerda la fiesta cívica de La Paz y entonces les pregunto cómo se sienten al ser paceños y estar celebrando a 1260 kilómetros de distancia una fecha tan importante para ellos. Entonces, su respuesta es de lo más de simple. Aquí en el corazón, nos sentimos como si estuviéramos en La Paz. 

A los residentes paceños, en Yacuiba. La distancia no significa nada. Los años, les hicieron establecer un hogar en el Chaco. En otros, sus hijos terminaron naciendo en Yacuiba y ahora bailan chacarera, pero también no se olvidan los orígenes de sus ancestros por eso reivindican con orgullo sus tradiciones. Y también algunos terminaron encontrando el amor y formando un hogar como el caso de Wilson Flores un chaqueño que se caso con una hija de La Paz. Los seres humanos a veces no tienen esas creencias que atribuyen a supuestos prejuicios, las causas de todos los males; muchas veces se puede convivir y sembrar en un mundo nuevo, donde los seres humanos se respeten entre sí y todos se sientan orgullosos de sus orígenes sin creer que una cultura está por encima de otra.     

(*) Reportaje realizado por el Director de Contenidos de NEMBOATI.com

domingo, 8 de julio de 2012

APUNTES SOBRE LA FUNDACIÓN DE CAIZA: Los prisioneros peruanos en su desarrollo


APUNTES SOBRE LA FUNDACIÓN DE CAIZA: Los prisioneros peruanos en su desarrollo
Por José Luis Claros López*

Manuel Rodríguez Magariños partió de Tarija en el otoño de 1843 al mando del Batallón 10mo., llevaba consigo algunos prisioneros peruanos así como fusiles y cañones tomados al enemigo en Ingavi. En su trabajo el historiador Julio Paz (Paz; 1936), señala que los peruanos traídos por Rodríguez Magariños tenían por misión el colonizar el territorio del Chaco: “A donde marchó con un lote de prisioneros peruanos destinados a colonizar las fértiles llanuras del Chaco”. Diez años después luego del retorno de los prisioneros al Perú la marina peruana bautizaba como “Pilcomayo” a uno de los barcos.

Así sucedió que algunos de los prisioneros de guerra tomados luego de la Batalla de Ingavi llegaron al Chaco Tarijeño en 1843. Esta batalla se produjo el 18 de noviembre de 1841 y consolido la independencia nacional, como resultado de la derrota del ejército invasor peruano, muchos soldados de aquel país incluyendo uno que luego se convertiría en Presidente del Perú tuvieron que vivir en calidad de prisioneros de guerra en el interior de Bolivia. Mientras Manuel Rodríguez Magariños preparaba su expedición al Pilcomayo, algunos de aquellos prisioneros peruanos tomados en Ingavi, se dedicaban a la construcción del fortín en la zona de Caiza región que los chiriguanos llamaban Capiiviti que había de servir de resguardo a la nueva colonia, la cual en obsequio de su fundador se llamó Villa Rodrigo. Sin embargo ya en el año de 1834 los Chiriguanos que habitaban en el territorio de la que se conoce hoy como Caiza Viejo, invitaron a los blancos a fundar un fortín para defenderse de los que ellos consideraban el peligro mayor, que eran las depredaciones de los Tobas. En 1843, el Prefecto Manuel Rodríguez Magariños pagó a los Chiriguanos de la frontera para que se aliaran con el Gobierno. Sin embargo hasta mediados del siglo XIX el avance en terrenos indígenas en la región del Chaco Tarijeño a excepción de la zona de Caiza sufrió un total estancamiento. Con el paso de los años a los indígenas moradores del Chaco, que tenían terrenos cultivados y casas, se les reconoció por Resolución Suprema de 16 de marzo de 1864, "derecho a 20 cuadras de base por 20 de altura, previa planificación y mensura de las pretencias" el 9 de Septiembre de 1869 el gobierno de Melgarejo redujo este derecho a un solo lote.

El 27 de septiembre de 1841 en Tiwanaku, el General José Ballivián toma posesión del cargo de Presidente Provisional de la República de Bolivia, durante su administración las políticas proyectadas y desarrolladas por entonces pusieron algunas de las bases significativas para la futura organización de Bolivia como estado-nación. Durante su mandato, la ocupación de los “espacios vacíos” de la República se convirtió en una prioridad. En este sentido, con el decreto de 8 de octubre de 1842 se adjudicaron terrenos baldíos a las nuevas colonias. Este ambicioso proyecto era fundamental para las intenciones del gobierno de conseguir un control efectivo del territorio nacional.

*El autor es Director de Contenidos de NEMBOATI.com

Bibliografía de Referencia.:

AIZCORBE SAGRERA, Jordi. El Proyecto Reformador del General José Ballivián. La construcción del Estado-Nación durante el Gobierno Provisional de 1841-1843. Boletín Americanista, Año LXI. Nº 62, Barcelona, España. 2011
COTO, Pedro Ángel. Yacuiba Retazos Pueblerinos. Narraciones y Relatos. 2da. Edición. Imprenta Alar S.R.L. Santa Cruz, Bolivia. Julio 2005
DOLLZ GUERRERO, Ernesto. El Chaco y su Historia. Editorial e Imprenta Laser Primavera. San José de Pocitos, Bolivia. 12 de agosto de 1994.
LANGER, Erick/BASS WERNER DE RUIZ, Zulema/ROMERO AUD, María del Carmen. Corpus Documental Historia de Tarija, Tomo V. Círculo de Escritores y Artistas de Tarija. Prefectura del Departamento de Tarija. Universidad Autónoma Juan Misael Saracho. Editorial Universitaria UAJMS, Tarija. 1988
LAVADENZ, J. La Colonización en Bolivia durante la Primera centuria de su independencia. Ministerio de Guerra y Colonización. Talleres Gráficos de la Intendencia de Guerra. La Paz, Bolivia. 1925
GROFF GREEVER, Janet. José Ballivián y el Oriente Boliviano. Empresa Editora Siglo Ltda. La Paz, Bolivia. 18 de noviembre de 1987
PAZ, Julio. Expediciones al Chaco. Emp. Edit. Carlos Canelas y Co. Cochabamba. Bolivia. 1936
SANTIVAÑEZ, José María. Vida del General José Ballivián. Imprenta El Comercio. Nueva York. 1891
TERÁN LÓPEZ, Juan Carlos. Don Luis de Fuentes y Vargas y la Fundación de Tarija. Ediciones Universidad Autónoma Juan Misael Saracho. Imprenta Universitaria UAJMS. Tarija, 1993


jueves, 5 de julio de 2012

La Columna de Jose: SOBRE LA EXTINCIÓN DEL QUIRQUINCHO Y LA FIESTA DE SAN PEDRO PATRONO DE YACUIBA



La Columna de Jose:
SOBRE LA EXTINCIÓN DEL QUIRQUINCHO Y LA FIESTA DE SAN PEDRO PATRONO DE YACUIBA
Por José Luis Claros López*

Los juegos artificiales dejaron de iluminar el cielo de Yacuiba y conforme pasan los minutos la multitud que se reunió desde tempranas horas sobre la calle Mariscal Santa Cruz, aglomerándose sobre todo en las esquinas de las calles San Pedro y Juan XXIII, comenzaban a retirarse. La serenata en homenaje al Santo Patrono de Yacuiba ya había concluido pero la jornada me dejaba un recuerdo feo y también otra escena que me obligó a reflexionar.

El recuerdo feo; sucedió a la una de la madrugada, mientras los asistentes a la serenata se retiraban de la esquina de la plazuela del Estudiante, pasando indiferentes frente a la iglesia San Pedro sin mirarla con la fe con la que tantos otros hombres y mujeres de generaciones pasadas miraron su elevado campanario, pasaban indiferentes entre risas, como si, la fecha hubiera sido solo un pretexto para celebrar a un “San Piter” cualquiera y no así la fiesta religiosa más importante de nuestra Yacuiba.
Entonces sucedió a contra corriente de la multitud me alejaba de la esquina de la Juan XXIII con otros amigos cuando al realizar el acto de persignarme al pasar frente al frontis de la iglesia donde fui bautizado cuando niño y donde realice mi primera comunión aquella mañana de octubre del año 95, pude ver una escena que me disgusto bastante, un hombre cubierto por una gorra blanca, una chamarra morada y de estatura elevada que estaba evidentemente bastante borracho, sin que nadie se lo impidiera estaba orinando en la pared junto a una de las puertas de la Iglesia San Pedro, la escena era perfectamente visible por la iluminación de la calle y no había ningún policía cerca que impidiera que se realice tan vergonzoso acto. Sin poder evitarlo, sentí impotencia y rabia.

La escena que me obligó a reflexionar; sucedió por la tarde de aquel 28 de junio, cuando uno de los ballets que participaba de la VI Entrada Folklórica de San Pedro Apóstol, exhibía por las calles de Yacuiba unos Quirquinchos en cautiverio. El Quirquincho es un animal en extinción. Pero a nadie parecía importarle. Claro que me dirán que no son lo mismo; que una cosa es el Quirquincho que utilizan para matracas en Oruro y otro el del chaco que se cocina al horno y sobre las brazas.

Uno de los objetivos del evento de acuerdo a su reglamento normativo señala en su Capítulo II, Artículo 4. Inciso 1. Rescatar y preservar las costumbres y tradiciones Chaqueñas, integrando a su gente e incentivando a los jóvenes y niños a valorar su cultura y su propia identidad.

Y en su Inciso 5. Brindar un espectáculo cultural de calidad con criterios de rescate, valoración, identidad, fortalecimiento, protección, promoción y difusión de nuestras costumbres y tradiciones chaqueñas como patrimonio cultural regional.

Lamentablemente con el paso de los años la “costumbre de comer Quirquinchos” en el Chaco se perderá por el abuso en la costumbre. Así como el carnaval de Oruro se volvió el réquiem para la extinción del Quirquincho en el occidente, con el paso sucedáneo del tiempo la caza indiscriminada del quirquincho y corzuelas en el Chaco Tarijeño producirá igual desenlace.

Ya desaparecieron hace bastantes años el Suri o Rhea americana intermedia, todavía recuerdo que de niño me mostraron fotos de este animal tomadas por el lado de Villa Montes, en algunos años también gracias a la mano de los hombres y el nomeimportismo de las autoridades, también otros niños solo conocerán nuestra fauna por fotos, como por ejemplo al sábalo del Pilcomayo.

En Bolivia todavía está vigencia el Decreto Supremo Nº 22641, de 8 de noviembre de 1990 que declara la VEDA GENERAL INDEFINIDA para el acoso, la captura, el acopio y acondicionamiento de animales silvestres y colecta de plantas silvestres y sus productos derivados, como cueros, pieles y otros. Fuera del mencionado Decreto también está la Ley Nro. 1333. Ley del Medio Ambiente de 23 de marzo de 1992 y su respectivo reglamento. Sin embargo en la realidad y al paso que vamos, luego de lo sucedido con el Pilcomayo. Es evidente que nada protegió ni protegerá a los Quirquinchos del Chaco de una eventual desaparición.

Más allá que los organizadores de la VI Entrada Folklórica de San Pedro Apóstol, iniciaran la entrada este año fuera de la hora señalada en la convocatoria y que también comenzara el recorrido desde un lugar distinto, sería bueno que para la siguiente Entrada Folklórica se reglamente la utilización de animales silvestres como una forma de preservar símbolos de nuestra identidad como Chaco.

* Publicado en El Nacional de Tarija, Jueves, julio 05, 2012

miércoles, 4 de julio de 2012

LA TARIJA, QUE DESCUBRIERON LOS ESPAÑOLES


LA TARIJA, QUE DESCUBRIERON LOS ESPAÑOLES.
Por José Luis Claros López*

INTRODUCCIÓN.

La conquista inca del Valle de Tarija y su entorno había sucedido unos setenta años antes de la llegada española y el colapso del imperio Inca, cuando conquistaron y ocuparon el territorio de la nación Chicha, el cual se extendía desde Talina a Tarija y desde Sococha por el sur hasta Ayavisca por el norte de tal forma los chichas pasaron a ser jatumrunas (obreros) y soldados al servicio del Tawantinsuyu, para el cual construyeron guarniciones en la frontera chiriguana y otros establecimientos dedicados a la exploración agrícola de esos valles. Entre los pucara de frontera se contarían los de Esquile y Tarcana, mencionados etnohistóricamente pero no reconocidos en el terreno.

En el siglo XVI el territorio Tarijeño que descubrieron los españoles era el último límite, a donde los sucesores de Manco Capac I habían extendido su imperio en una zona próxima al inmenso territorio habitado por la nación Chiriguana[1], un territorio que será conocido con el paso de los siglos en alusión a la espesura de sus bosques como el impenetrable chaco, territorio indígena, ocupado por tribus y comunidades con lógicas de organización social y política diferentes a las costumbres occidentales. El trabajo de investigación realizado en el siglo XIX por el R.P. Alejandro Corrado nos revelan que la Tarija de los incas era un vasto valle donde habitaban diversas tribus: los Chichas que vivían en Chocloca y Guairivana, los Churumatas en los llanos que después los españoles llamaron el Valle de Nuestra Señora de la Concepción, los Tomatas que poblaban Canasmoro, Sella, Coimata y un valle que los españoles llamaron de Nuestra Señora de la Victoria, tras la serranía que acordona el valle de Tarija estaban los feroces Chiriguanos, verdadero azote de todas las naciones con las que limitaban, “hostilizaban y oprimían de mil modos a los pobres Chichas, que pacíficamente ocupaban el territorio de Tarija.” (Corrado: 1884) Los incas mandaron a construir en varios puntos por ese motivo fuertes para proteger la línea de frontera. Sin embargo y a pesar de la construcción de una línea de defensa los incas no consiguieron evitar que los Chichas pagasen tributo a los Chiriguanos.

A partir de 1539 una serie de expediciones partieron desde Charcas hacia el Este y el Sureste, impulsadas por el deseo de hallar y conquistar un reino que suponían más rico aún que el del Perú y, además llegar al Océano Atlántico. Sin lugar a dudas el proceso de la conquista española de los territorios que pertenecían al dominio del imperio Inca, y la posterior fundación de asentamientos españoles en el nuevo mundo. Surgen por diferentes motivaciones, la principal fue la económica; asentarse en tierras ricas en recursos naturales y en mano de obra. Hubo también aquellas ciudades fundadas por razones estratégicas para la corona española. Este último fue la razón que motivó la fundación de Tarija.

DIEGO DE ROJAS Y EL VALLE DE TARIJA.

Diego de Rojas entre 1538 y 1539 participó en la conquista de la provincia de Charcas, en donde fue su primer gobernador de la ciudad homónima. Durante aquellos años era Gobernador del Perú Cristóbal Vaca de Castro, para ese momento inicial de la conquista española del interior de los que fueran los dominios del imperio Inca:

Había muchos soldados que no tenían hacienda ni qué hacer; y porque no causasen algún bullicio como los pasados, y también por conquistar y convertir los indios, envió Vaca de Castro muchos capitanes a diversas partes, como fue a los capitanes Diego de Rojas, Felipe Gutiérrez, de Madrid, y Nicolás de Heredia, que llevaron mucha gente. (López de Gomara 1960: 299-303)

Luego de la batalla de Chupas el Licenciado Vaca de Castro impulsó tantas entradas como le fue posible para librarse de aventureros alborotadores.

La estrategia de ruta que sigue Diego de Rojas para llegar al Valle de Tarija en junio de 1539 y continuar avanzando por esos territorios, es la misma que utiliza Diego de Almagro en el norte de Chile: Es decir, siguiendo el “capacñam Inka” (camino del inca), Esto significa que debieron bajar desde Cuzco por el camino inca llamado “de la Sierra”, que corría al naciente de la Cordillera de los Andes, pasando por Rajchi, Hatumcolla, Chuquito, Desaguadero, Andamarca, Paria, Oma Porco de Aullagas y Tupiza, hasta llegar a Chuquiago. En este importante centro administrativo el camino se bifurcaba en dos ramales; uno de ellos continuaba directo hacia el sur por la Quebrada de Talina con los establecimientos incaicos de Chipihuaico y Chagua hasta llegar a Calahoyo, en la actual frontera entre Bolivia y Argentina. El restante ramal, era desde Chaquiago se dirige en un principio hacia el sur llegando al tambo inca de Villa Victoria, luego se desvía hacia el naciente en dirección a la Cordillera de los Chichas, internándose en el cañadón del Río San Juan Oro por el paraje Charaja, donde existe un pucara defensivo con componentes culturales incas y chichas.

Desde Charaja el camino continúa en dirección a Ñoquera, en el que se ubican un tambo inca y el puente en cuestión, luego prosigue por El Pasaje de las Lagunas de Tajzara con dos establecimientos incas. Desde allí en dirección a Tarija se han registrado los tramos empedrados más finamente construidos por el Tawantinsuyu al sur del Lago Titicaca. Los siguientes puntos con tambos incas responden a los topónimos de Calderillas, Abra del Inga, El Mesón, hasta llegar a Tolomosa y al Valle Grande de Tarija. Este ramal cubre aproximadamente la distancia de “quince leguas” (españolas), que de acuerdo al relato de Fray Lizarraga separa Talina de Tarija. Es probable que otro tramo de camino inca reconocido en la región de Orozas, El Baisal y Tariquia, sea la prolongación levantina de este sector de capacñam. Un importante segmento que desde la región de Tarija se internaba en los yungas del oriente boliviano.

Diego de Rojas usando guías cuzqueños y utilizando los tambos de apoyo, recorre un largo camino pasando por Chuquiago, Livi Livi, Ñoquera, Tajsara, La Patanka y Tolomosa, como ruta seguida por los españoles en su primer entrada a Tarija de 1539 (Raffino, Gobbo y Lácona 2006: 92). Así es como Diego de Rojas es también uno de los primeros españoles en explorar la región del Pilcomayo y las primeras estribaciones de la llanura chaqueña.

La fundación de San Bernardo de la Frontera de Tarija se debe a Luis de Fuentes, que por orden superior, emanada del Virrey Francisco Toledo, de 22 de enero de 1574 ordena la fundación de Tarija, al Capitán Luís de Fuentes y Vargas, otorgándole inicialmente la siguiente jurisdicción:

“Y porque estoy informado que en vos, el dicho Luís de Fuentes, concurren las partes y calidades que se quieren para usar de dicho oficio de Capitán y Justicia Mayor de la dicha Villa de San Bernardo de Tarija y su jurisdicción que ha de ser de veinte leguas de jurisdicción hacia los indios Chichas y tierra de paz; y en lo que toca a jurisdicción que habéis de tener hacia los indios Chiriguanáes y pueblos de Guayacane y Guacaya y Comechenes se os ha de dar y dará la jurisdicción que convenga, porque ha de ser sin perjuicio de las demás poblaciones que se hicieren y por ahora os señalo treinta leguas por aquella parte hacia los indios Chiriguanáes por la limitación que se hiciere en la medida de las leguas.” (Molina Gareca 2006)

Sin embargo la primera entrada española al Valle de Tarija ocurrió en 1539. Los protagonistas fueron quince soldados de Francisco Pizarro comandados por Pedro de Candia (el griego), acompañados también por el escribano Juan de Grájeda. Este último tuvo a su cargo la elaboración de varias actas que cubren un período entre mayo de 1539 y marzo de 1540 y contienen datos relacionados con la entrada y ocupación del valle en fechas situadas a apenas unos años después de la caída del Imperio Inca, entre los quince soldados se encontraba Diego de Rojas quien llego al Perú en 1536, como parte de un cuerpo de auxilio para ayudar al ejército de Francisco Pizarro.

Ese mismo año de 1539, Diego De Rojas partió del valle de Tarija, para explorar la zona del Pilcomayo. La expedición de Rojas, al Pilcomayo contaba con alrededor de unos trescientos hombres, entre los que se contaban algunos capitanes que más tarde habían de alcanzar sobresaliente actuación: Francisco de Villagra, Jeronimo de Alderete, Rodrigo de Quiroga y López de Ulloa, Gerónimo de Alderete y Mercado, Diego Centeno y Juan Ortiz de Zárate, pero no encontró a los chiriguanos, quizá porque desvió la ruta la expedición recorre los bosques del chaco por más de un año al llegar al Pilcomayo lo exploraron hasta los esteros de Patiño y desde aquel lugar tuvo que regresar al punto de partida. Al regresar al valle de Tarija Diego de Rojas se encontró con Pedro de Anzúrez, quien también, intentó una expedición al Chaco en 1542, tomando la vía de los Chichas, pero debió retroceder con su tropa desde Tupiza, a la noticia del asesinato de Francisco Pizarro, que desencadenaba la guerra civil en el Perú.

LA FRONTERA DE TARIJA EN EL SIGLO XVI.

Cuando en 1539 el capitán Diego de Rojas hizo su entrada en los valles de Tarija halló a las tribus locales quienes le contaron de las continuas guerras con sus vecinos Chiriguanos, así como a los daños ocasionados. Por esta razón, los indios Moyos moyos (una de las tribus que habitaban esa región) se retiraron de Tarija buscando el amparo de los españoles y hacia 1550 se habían afincado en las inmediaciones de La Plata. Algunos españoles establecieron estancias de ganado en Tarija pero sin fundar pueblo o ciudad, tal fue el caso de Juan Ortiz de Zárate quien aprovechó la mano de obra de los indios Carangas, indios de su encomienda, para desarrollar la actividad pecuaria. Estos indios habitaban desde tiempos prehispánicos una docena de asentamientos en los valles centrales de Tarija, la empresa se desenvolvía con relativo éxito, sólo opacado por las incursiones relámpago de los Chiriguanos. Hacia 1565 los Chiriguanos se apoderaron del valle de Tarija provocando la huida de los españoles. Es así como desde Charcas, las referencias sobre los Chiriguanos pasan de ser meramente geográficas a abiertamente condenatorias.

Entre 1565 y 1574 Tarija quedó fuera del dominio colonial y los Chiriguanos circulaban por la región acometiendo a otros indígenas, tal es el caso de los chichas a quienes les cobraban tributo.

El dominio inka de la región, ocupada previamente por el señorío Chicha, es señalado por varios cronistas, el franciscano R. de Lizarraga en su “Descripción del Perú, Tucumán, Río de la Plata y Chile”, escrita entre 1595 y 1607, confirma la participación de mitmaq inka en la defensa de la frontera: “...Quince leguas a la mano izquierda de Talina, declinando más al oriente, entramos al gran valle de Tarija...El Inga cuando era señor desta tierra, tenía aquí guarnición de gente de guerra contra estos chiriguanos...” (Raffino/Vitry/Gobbo 2004)

Las descripciones que los españoles hicieron de Tarija durante el decenio que estuvo fuera del dominio colonial son unánimes en cuanto a los asaltos, robos, cautiverios y muertes que causaban impunemente los Chiriguanos, no obstante cabe considerar que son escritos destinados a enaltecer las hazañas de guerra de los españoles. En esos años los valles tarijeños eran un área de paso hacia el Tucumán y también hacia el Paraguay y el Río de la Plata. En otras palabras, Tarija fuera de dominio implicaba un obstáculo para la comunicación con otras regiones del Virreinato, con los consecuentes perjuicios económicos. Debido a esta preocupación don Francisco de Toledo, virrey del Perú, partió de España con la orden del rey Felipe II de terminar con el problema de los chiriguanos; por tal motivo contaba con una declaración formal de guerra contra estos indios fechada en 1568. Este hecho es absolutamente inédito pues no se registran otras declaraciones oficiales de guerra del rey español hacia otros grupos indígenas americanos. No obstante, Toledo debía contar con la debida justificación y autorización otorgada por los miembros de la Audiencia para llevar adelante la guerra de conquista. Tanto la documentación elaborada por el presidente y los oidores de la Audiencia de Charcas como por Toledo dan cuenta de la enorme preocupación que generaba la inestabilidad del principal centro minero y la frontera sur como consecuencia del accionar de los Chiriguanos. A decir verdad, la preocupación era más amplia porque dentro del problema de la inseguridad que desencadenaban los Chiriguanos Tarija era sólo un punto dentro de una región mucho más extendida. Lo que se planificó para Tarija formó parte de un verdadero proyecto colonizador, cuyas características fueron debatidas entre los miembros de la audiencia y el Virrey Francisco de Toledo. Así, en 1573 el oidor Juan de Matienzo planteaba que debía llevarse adelante una "guerra de castigo" contra los chiriguanos que ingresaban "por Tomina y Tacopaya y otras tierras junto a estas y por los Chichas y Tarixa y por las yungas de la coca".

En las sesiones de la Audiencia de Charcas de 1573 se acordó que, por lo descripto, era justo y lícito hacerle la guerra a los Chiriguanos y adicionalmente porque eran apóstatas. Algunos líderes indígenas bautizados renegaban del sacramento y continuaban con sus antiguas prácticas, en ocasiones se los nombra infieles pero, en cualquier caso, es evidente que la desobediencia a Dios formaba parte del estereotipo. En la misma fecha, el oidor Antonio López de Haro calificaba su forma de vida como abominable, contraria a la ley divina y humana, ya que eran apóstatas, idólatras y homicidas antropófagos. En relación con la antropofagia o canibalismo Cathertine Julien no cree que tal práctica estuviera extendida entre los Chiriguanos; en su opinión la acusación fue uno de los elementos constitutivos del estereotipo negativo que ideó Toledo. Esta afirmación se basa en la inexistencia de información concreta sobre actos de canibalismo, tal como descripciones de contextos específicos donde se llevara a cabo dicha práctica.

Como queda dicho, el virrey Toledo fue el gran ideólogo de la campaña contra los Chiriguanos y de su imagen negativa. En una carta al Rey de 1573 sintetiza su opinión sobre este colectivo indígena afirmando que eran la "peor gente que con ánima racional vive" por ser belicosos, crueles, antropófagos y sodomitas. Frente a esto, en función de las ordenanzas del rey y el apoyo de la audiencia, estaba decidido a hacer la guerra a los Chiriguanos de la frontera personalmente dado que representaban, o eso afirmaba en su discurso legitimador, todas las maldades imaginables hacia los súbditos y vasallos españoles.

En 1574, contando con el apoyo del rey y la audiencia, el virrey Toledo resolvió encabezar una guerra de castigo a fuego y sangre. La campaña que se dirigió al norte de Tarija no tuvo los resultados esperados. El 2 de junio de 1574 Toledo partió de La Plata y entró a la cordillera chiriguana por la zona de confluencia del río Pilaya y del río Pilcomayo, aunque lideró un nutrido grupo de 500 españoles y unos 1000 indios de servicio los "rebeldes y astutos" chiriguanos lo vencieron y debió retirarse huyendo con gran pérdida de propios e indios. La jornada tuvo el efecto contrario al esperado porque la victoria le permitió al enemigo sentirse más seguro en su posición y continuó sus entradas para robar, matar y provocar el despoblamiento de pueblos y estancias.

Hacer la guerra contra los Chiriguanos formó parte del proyecto colonizador dentro del cual cobraron protagonismo los valles de Tarija. Toledo había planeado fundar una serie de poblados para frenar el avance de los Chiriguanos, y desde allí ir tierra adentro para "castigarlos". En función de este objetivo, en 1574 el Virrey capituló la fundación de Tarija con Luis de Fuentes y Vargas, hasta entonces empresario minero con intereses en Potosí población que vivía la constante paranoia de una incursión de los chiriguanos: Desde Potosí fue a enfrentarlos (a los Chiriguanos) el corregidor, cuando corrió el rumor de que salían miles en guerra y se acercaban a la villa, lo que resultó falso (Glave 2007: 21).

Según lo confirma el propio Virrey la región de los valles tarijeños era uno de los puntos por donde los Chiriguanos entraban, con mayor frecuencia, en la parte sur de Charcas desde sus poblaciones, identificadas vagamente a unas quince leguas -aunque sus tierras comenzaban a cinco o seis. El 4 de julio de 1574 se realizó la fundación de San Bernardo de la Frontera de Tarija, estuvo a cargo de un grupo de 50 españoles y 70 indios tomatas. Algunos testigos españoles relatan las dificultades durante los primeros años de su fundación a raíz de la presión que seguían ejerciendo los Chiriguanos. Por tal motivo, los tiempos iníciales se caracterizaron por el hambre y la desazón, lo cual producía huidas y obligaba al fundador a perseguir a los prófugos y retenerlos en los valles tarijeños, bajo pena de fusilamiento por incumplimiento de sus compromisos.

La situación se tornó cada vez más difícil haciéndose evidente que no bastaban las esporádicas entradas realizadas por Fuentes para perseguir a los Chiriguanos que asaltaban a los colonos de noche tomando cautivos y huyendo tierra adentro. La inestabilidad de la frontera se reflejaba en los informes escritos por autoridades y vecinos de Tarija pero también de Tomina y Santa Cruz.

En la probanza de méritos y servicios de Fuentes y Vargas encontramos numerosos ejemplos sobre el accionar de los Chiriguanos en el frente pionero. De hecho en esos escritos vemos al estereotipo funcionando en todo su esplendor, los Chiriguanos son presentados como verdaderos "cucos" de la frontera: "gente más belicosa, ardilosa y mala que hay". El haber "pasado malos días y peores noches" luchando contra los Chiriguanos fue el eje vertebral de la argumentación de Fuentes para la solicitud de mercedes que realizó en su probanza.

DEL GUADALQUIVIR AL CHACO Y JUAN PORCEL DE PADILLA.

El fundador de Tarija, Luis de Fuentes y Vargas, declaró en sus probanzas de méritos y servicios que antes de la fundación los Chiriguanos mataban y llevaban cautivos a los indios de Tarija y de la provincia de los Chichas. En su opinión el accionar de los Chiriguanos tuvo dos consecuencias; por un lado, llevó a la despoblación de ambos espacios, por el otro, obligó a los chichas a tributar cada año a los Chiriguanos para que les permitieran vivir en sus tierras.

El 25 de septiembre de 1577 se produce un asalto a la ranchería de los Tomatas, acto hostil de los Chiriguanos como resultado, treinta personas quedaron cautivas. Salieron en pos del enemigo seis españoles y le quitaron la presa; pero en la refriega quedó gravemente herido uno de ellos que al otro día murió. (Corrado 1884: 13-14) algunos meses después también atacaron la Villa de San Bernardo de la Frontera luego reuniendo mayor cantidad de Chiriguanos pusieron sitio a la Villa, en aquel tiempo el Capitán Luis de Fuentes no estaba así que la defensa fue asumida por el Capitán Blas Gonzales Cermeño. De tal forma que a orillas del Guadalquivir y en el resto del valle de Tarija, sus primeros pobladores de origen español debían estar constantemente prevenidos y armados:

Tantas y tan continuas hostilidades no dejaban a los colonos un momento de tranquilidad. Andaban con las armas en las manos; al oscurecer tenían el cuidado de recoger y encerrar sus bestias, para preservarlas de los robos nocturnos; veían se obligados a sembrar juntos un poco trecho y en los contornos de la villa; ni se atrevían a salir de sus estancias sin llevar escopeta y cota para hallarse prevenidos donde quiera que tuviesen noticia de acudir a las defensas y al socorro. En los días solemnes, mientras el pueblo asistía en la iglesia, una cuadrilla de hombres bien pertrechados estaba de guardia para evitar el que alguna improvisa incursión de Chiriguanos no turbase la quietud de las funciones. (Ídem: 15-16)

En 1583, igual que había hecho el Virrey Francisco de Toledo la década anterior, la Audiencia declaró la guerra "a fuego y sangre" a los Chiriguanos y autorizó a Luis de Fuentes y Vargas a entrar en tierra Chiriguana y "hacer en ellos el daño que pudiere".

En julio de 1584 Fuentes lideró una entrada desde Tarija, junto a 70 hombres y durante tres meses combate a los chiriguanos, Luis de Fuentes, debe combatir para defender su territorio conquistado y donde ha fundado en 1574 la Villa de San Bernardo de la Frontera. Para lo cual incursiona a la región dominada por los chiriguanos quienes provenían del sur del Pilcomayo. En una carta dirigida a la Audiencia de Charcas el 8 de septiembre de ese mismo año, Fuentes menciona a su enemigo principal: el “curaca principal Chiquiaca”, cuyas comunidades son “el riñón y fuerza de todos los chiriguanaes”, en esa misma campaña militar, Fuentes asalta a un pueblo chiriguano “que está cauce el Rio Grande”, es decir por el río Bermejo; se menciona, también, a un jefe chiriguano llamado Coyonbaio [Cuyambuyu]. Como en otras partes, se nombra a los pueblos por el nombre de sus caciques (Combés 2007: 265). En 1584, entonces, los chiriguanos están bien establecidos al sur del Pilcomayo, e incluso hasta el río Bermejo al sur, donde se ubica la comunidad de Cuyambuyu.

Durante esta campaña realizó matanzas, quemó poblados, cultivos y almacenes de maíz y obligó a los indígenas que escaparon con vida a replegarse tierra adentro. En 1586 realizó otra entrada de menores proporciones que la anterior pero también con nefastas consecuencias para los chiriguanos. En esta ocasión se obligó a los chiriguanos a desplazarse fuera de las inmediaciones de Tarija, hasta una zona identificada como "el río Grande a las vertientes del río Bermejo que va al río de la Plata"; es decir, el río Grande de Tarija.

EL FINANCIAMIENTO DE LA EXPEDICIÓN DE JUAN PORCEL DE PADILLA.

El financiamiento proviene de una Capitulación que era un convenio o acuerdo entre los monarcas españoles y un particular para el descubrimiento, poblamiento y explotación de nuevas tierras, cuyo origen se remonta a los últimos siglos de la edad media (a cargo de los reyes castellanos) y que tuvo su pleno desarrollo en los inicios de la edad moderna, especialmente en lo referido a la exploración y colonización del Nuevo Mundo, entre Juan Porcel de Padilla y el Virrey del Perú Juan de Mendoza y Luna, marqués de Montesclaros. En aquella época, el Marqués de Montesclaros quería favorecer los proyectos expansivos en los Andes orientales a fin de ensanchar el dominio de la Corona y quebrantar la presión de los belicosos indios en la frontera. Costo de la Expedición es de 98 mil Pesos (Paz 1936). Para cubrir este capital necesario para la concretización de su expedición, Juan Porcel de Padilla hipotecaria para el efecto, las casas, ingenios, minas, estancias, molinos y otras heredades y haciendas que tenía en Potosí, como en los Valles de Tarija y Guaicoma.

A cambio el Virreinato se comprometía a otorgarle en recompensa varios títulos y mercedes ya que la política de la corona en el siglo XVI era oponerse a la creación de una nobleza legítima o titulada en Indias. La conexión familiar entre altos funcionarios (Gobernadores y miembros de la Real Audiencia) y linajes nobles de Castilla constituyó la fuente fundamental de dicha formación (Saguier 1990: 2), como por ejemplo el corregimiento de Tarija y Las nuevas Ciudades que fundase por dos vidas es decir seria hereditario el cargo de Corregidor para un miembro de su familia, el derecho de encomendar a los indios que sometiese, la exención de alcabala para los nuevos pobladores por 30 años, el derecho de trasladar indios Tomatas y Churumatas a la región que descubriera. El cargo de Justicia Mayor Vitalicio, no solo en la ciudad a fundar sino en las demás que siguiera estableciendo entre los Chiriguanos. Con esta expedición que parte desde la villa fundada por Luis de Fuentes y Vargas, Juan Porcel de Padilla, amplia la jurisdicción de Tarija hasta llegar al rio Paraguay.

CONCLUSIÓN.

Diego de Rojas llegó primero a Tarija y atravesó luego los territorios del actual Chaco Tarijeño, frente a la hostilidad permanente de los pobladores locales que resistían la presencia de los españoles. Los colonizadores del Este fracasan en su intento de penetrar el Gran Chaco, pero desde el Oeste se establecen los españoles maravillados de las bondades de estas tierras. Durante los siglos XV y XVI. Los Chiriguanos lograron con éxito desbaratar las incursiones y a las guarniciones incas y luego, a partir de 1564, a los ejércitos españoles que intentaban «entrar» en el chaco desde Tarija o de otros lugares. Como resultado de su belicosidad de los Chiriguanos es que el propio Virrey Toledo en 1574 fracasa en su expedición, llegando como punto máximo la zona que se denominó «Cordillera Chiriguana» (Saignes 1985: 105). El único remedio a partir de aquel momento en la política colonial fue de cercar “la frontera” con la fundación de unas villas encargadas de contener las irrupciones de los pueblos que para los colonizadores españoles eran “bárbaros” a pesar que el Papa Pablo III declaro en una bula que "todos los indios eran hombres y no bestias". Pero que Diego de Rojas haya partido a explorar el chaco se debió sobre todo a otros factores y no tanto así a la necesidad de conquistar esos territorios. Estos factores serían más que todo de tipo político ya que para Cristóbal Vaca de Castro Gobernador del Perú, consideraba que tener bajo su mando tantos aventureros sin realizar ningún tipo de actividad era peligroso, así que decide por ese motivo enviarlos a diversas misiones de conquista. Después de la muerte de Luis de Fuentes y Vargas fundador de Tarija, Juan Porcel de Padilla, amplia la jurisdicción del territorio tarijeño hasta llegar al rio Paraguay

Con el fracaso de la entrada del Virrey Francisco de Toledo (1574) el proyecto colonizador del sur andino tambaleaba. El fundador de Tarija repelía las incursiones chiriguanas con asistencia de la Audiencia que le enviaba pertrechos para la defensa. Las peticiones de ayuda de Fuentes se fundamentan en la posibilidad palpable de ataques Chiriguanos, ante esto los oidores respondían enviando pólvora a los puntos fronterizos de Tarija y Tomina. Lo cierto es que el proyecto Toledano de fundación de ciudades obtuvo los resultados esperados en el mediano plazo. Los españoles asentados en Tarija lograron contener el avance chiriguano que dejó de ser un problema inquietante luego de las entradas de Fuentes. Los chiriguanos continuaron establecidos en el chaco tarijeño y el estereotipo de salvajismo continuó pesando sobre ellos. Desde principios del siglo XVII la relación con los chiriguanos se dio a través de los eclesiásticos aún cuando sus proyectos de evangelización recién tuvieron éxito hacia el siglo XVIII. Esta cuestión merece un análisis en profundidad que excede la propuesta del presente trabajo. Simplemente mencionaremos que la fama negativa de los Chiriguanos se constituye en una suerte de cliché y circula entre los sacerdotes a cargo de la evangelización de los pueblos no andinos. Así llegó hasta el Padre Lizárraga quien a principios del siglo XVII escribía sobre "las calidades" de los Chiriguanos, explicando que no eran naturales de los valles interandinos sino advenedizos. El sacerdote los acusó de no guardar la ley natural pues eran viciosos y tocados del vicio nefando, mantenían relaciones sexuales con sus hermanas, comían carne humana sin ningún asco y andaban desnudos; además, consideraban a todas las demás poblaciones indígenas como esclavas. De esta manera, al calor de los fallidos intentos de evangelización numerosos pecados fueron incorporándose a la definición del ser Chiriguanos.

*El autor es Director de Contenidos de NEMBOATI.com

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SAIGNES, Thierry. La Guerra "Salvaje" en los confines de los Andes y del Chaco: La Resistencia Chiriguana a la Colonización Europea. Edit. Quinto Centenario. Universidad Complutense de Madrid. 1985



[1] El concepto de “Nación”, en términos coloniales, explicaba una agrupación de personas sobre base lingüística y territorial. Si bien con diferencias internas, los guaraníes fueron los que opusieron la mayor resistencia a la conquista colonial. La identidad guerrera de ofensa y defensa les permitió mantener una fuerte cohesión que, sin embargo, inhibía toda concentración de poder local y regional, visualizando en él un concepto de Estado. Calzavarini, Lorenzo. La última versión de algunos escritos de Thierry Saignes. (¿una leyenda negra eclesial?). Centro Eclesial de Documentación. Convento Franciscano de Tarija. Tarija, 6 de noviembre de 2007

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