Miénteme hasta que te regale una rosa
Por José Luis Claros López
A las tres y treinta de la mañana del día de esta historia, ambos permanecían con los ojos cerrados en silencio simulando estar dormidos.
De memoria comenzaron a doblar el papel que sostenían en sus manos y donde habían escrito minutos antes cada uno de ellos sus sueños hasta transformarlos después de cinco movimientos en la conocida figura de un avión de papel, lo siguiente que él dice es: “Ahora quiero decirles que la verdad es que uno tiene miedo en algunos momentos de la vida pero en este instante olviden el miedo y dejen volar sus sueños”. Una lluvia blanca de pequeños aviones de papel voló desde la azotea del edificio y un viento suave de agosto se encargo de desparramar los sueños de aquel grupo de jóvenes por la inmensidad del mundo.
Todo empezó a terminar cuando él se atrevió a robar una rosa roja de un rosal que estaba en la esquina de las calles La Madrid y Campero. Cuarenta y cinco minutos después ambos se encontraron en el lugar acordado.
Mientras los aviones de papel volaban él recuerda la conversación con Valeria cuando ella le explico que los sueños siempre serán solo sueños y que no existe magia posible que permita a los sueños transformarse en realidad.
A las Siete y treinta de la mañana del día de esta historia, Valeria le pregunto si se encontrarían al medio día, él finge estar dormido entonces ella se aburre de esperar su respuesta luego escucha desde la cama como Valeria quien era siete años mayor que él, decirle nuevamente que se encontrarían al medio día en el lugar acostumbrado luego solo existieron el sonido de la puerta y de los pasos de ella que se aleja.
Al medio día se encontraron en el lugar acordado y Ella le dijo entonces su respuesta. Esa rosa solo era otra rosa y le recuerda que ambos habían prometido no enamorarse y que ella cumplió esa promesa. Después de ver como ella arrojo la rosa al suelo él se fue sin despedirse y en la esquina de las calles Bolívar y Sucre se encuentra con Daniel a quien contaría lo mal que se sintió cuando Valeria le dijo como si se tratara de cualquier cosa que ella había tomado la decisión de abortar. Daniel simplemente lo escucho.
Mucho tiempo después el día de la conferencia sobre los sueños su amiga lo observo de lejos y al bajar las escaleras le pregunto porque se había puesto tan triste al ver volar los aviones de papel y él entonces comenzó a contarle la historia que empezó una noche en la esquina de las calles La Madrid y Campero junto a un hermoso rosal donde él y Valeria se dieron el primer beso un tiempo cuando le dijo algo así como Miénteme hasta que te regale una rosa.
Por José Luis Claros López
A las tres y treinta de la mañana del día de esta historia, ambos permanecían con los ojos cerrados en silencio simulando estar dormidos.
De memoria comenzaron a doblar el papel que sostenían en sus manos y donde habían escrito minutos antes cada uno de ellos sus sueños hasta transformarlos después de cinco movimientos en la conocida figura de un avión de papel, lo siguiente que él dice es: “Ahora quiero decirles que la verdad es que uno tiene miedo en algunos momentos de la vida pero en este instante olviden el miedo y dejen volar sus sueños”. Una lluvia blanca de pequeños aviones de papel voló desde la azotea del edificio y un viento suave de agosto se encargo de desparramar los sueños de aquel grupo de jóvenes por la inmensidad del mundo.
Todo empezó a terminar cuando él se atrevió a robar una rosa roja de un rosal que estaba en la esquina de las calles La Madrid y Campero. Cuarenta y cinco minutos después ambos se encontraron en el lugar acordado.
Mientras los aviones de papel volaban él recuerda la conversación con Valeria cuando ella le explico que los sueños siempre serán solo sueños y que no existe magia posible que permita a los sueños transformarse en realidad.
A las Siete y treinta de la mañana del día de esta historia, Valeria le pregunto si se encontrarían al medio día, él finge estar dormido entonces ella se aburre de esperar su respuesta luego escucha desde la cama como Valeria quien era siete años mayor que él, decirle nuevamente que se encontrarían al medio día en el lugar acostumbrado luego solo existieron el sonido de la puerta y de los pasos de ella que se aleja.
Al medio día se encontraron en el lugar acordado y Ella le dijo entonces su respuesta. Esa rosa solo era otra rosa y le recuerda que ambos habían prometido no enamorarse y que ella cumplió esa promesa. Después de ver como ella arrojo la rosa al suelo él se fue sin despedirse y en la esquina de las calles Bolívar y Sucre se encuentra con Daniel a quien contaría lo mal que se sintió cuando Valeria le dijo como si se tratara de cualquier cosa que ella había tomado la decisión de abortar. Daniel simplemente lo escucho.
Mucho tiempo después el día de la conferencia sobre los sueños su amiga lo observo de lejos y al bajar las escaleras le pregunto porque se había puesto tan triste al ver volar los aviones de papel y él entonces comenzó a contarle la historia que empezó una noche en la esquina de las calles La Madrid y Campero junto a un hermoso rosal donde él y Valeria se dieron el primer beso un tiempo cuando le dijo algo así como Miénteme hasta que te regale una rosa.
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