YACUIBA
FINISECULAR, CONVIVENCIA EN LA FRONTERA SUR BOLIVIANA EN LOS PRIMEROS AÑOS DEL
SIGLO XX.
Por José Luis Claros López (*)
Fotografía Superior: Señor Don Jaime
Calbimonte y su familia en Caiza - Gran Chaco.
Foto realizada por Jean Baptiste
Vaudry. Invierno de 1903
Por ese mismo tiempo, finales del siglo XIX y
comienzos del Siglo XX en el sur de Bolivia en la Provincia Gran Chaco se
levantaba nuevamente de los escombros producto del terremoto que la destruyo, al
amanecer del 23 de marzo de 1899 un terremoto destruyo Yacuiba, la magnitud
estimada fue de 6,4 en la escala de Richter, a una profundidad de 30 km; y de
una intensidad de "grado VIII" en la escala de Mercalli. Después de
esa catástrofe natural, los que más se esforzaron por reedificar Yacuiba fueron
los padres Rafael Paoli y Manuel Lauroua y el conocido caballero don Jacinto
Delfín, que fue dos veces diputado por el Chaco y jefe de las colonias en 1898.
“…La población no es como se cree netamente tarijeña, es un pueblo cosmopolita,
se han radicado personas de todos los departamentos de Bolivia y de todas las
naciones del mundo…” el pueblo de Yacuiba. Para el año de 1898, Yacuiba tiene 400
habitantes[i]
en su mayoría indígenas.
Coexisten en el mismo espacio geográfico las tolderías
de los nativos y casas rústicamente construidas por los habitantes criollos de
la región evidencia de tales construcciones puede ser evidenciada en la página
80 de la Revista Argentina “Caras y Caretas” que difunde para 1908 una fotografía
de Yacuiba a comienzos del siglo XX.
“…figuraban
numerosas vistas fotográficas, que Yacuiva no era una ciudad sino un simple
rodeo de ranchos con 300 á 400 habitantes en su mayoría indios chiriguanos y matacos…”
Olascoaga, 1910, p. 16
A su vez, sus habitantes se proveían de carne que
compraban más al sur llegando casi a Tartagal en un lugar conocido como
Zoopota.
“…Zoopota
es un largo oasis longitudinal, depósito abundante de los ganados que los
indios arrebataban en todas las estancias del bajo Bermejo y provincias de
Santiago y Santa Fé, siendo por su puesto, guarida de numerosas tribus que
proveen de carne en pié y contribuyen á robarla para los especuladores
bolivianos que llegan desde Yacuiva costeando el rio Itiyuro hasta los mismos
cañadones donde se derrama dichorio.Zoopota en lengua chiriguana significa «quiere
carne»…” Olascoaga, 1910, p. 14
Existe a comienzos del siglo XX en Yacuiba, no
solamente una oficina de “Aduanilla” (Art. 6 del Reglamento General de Aduanas
de la República de Bolivia, de 21 de enero de 1901) sino también una escuela primaria
que para 1901 contaba con dos Profesores Clodomiro Catacora con un sueldo de 11
Bolivianos y Felicidad de Garrabulí con un sueldo de 20 Bolivianos[i].
Años antes, en octubre de 1898 Enrique Ibarreta intentando demostrar la
navegabilidad del Pilcomayo es asesinado por los indios Pilagas, sus restos
serán rescatados el 17 de junio de 1900. Un año antes de la muerte de Ibarreta,
extraviado en su camino a Yacuiba a las 14:30 del martes 23 de noviembre de
1897 era asesinado Ramón Listas explorador del Instituto Geográfico Argentino,
de acuerdo a un posterior Estudio Médico Legal se pudo concluir la dirección
real de la bala que lo habría victimado. En 1902, el explorador español Juan
Gonzales Montenegro, explorando la misma zona recorre la quebrada de Yacuiba y
sus inmediaciones, por aquel tiempo de cambio finisecular el Chaco y Yacuiba,
era lo más parecido en Bolivia con el “far west” mientras imperturbables
avestruces caminaban por las afueras de Yacuiba, algunos de los buscadores de
fortuna que habitaban está frontera creían que muy cerca de las Serranías de
Yacuiba existían yacimientos de oro[ii].
Fotografía Superior: Criollo junto a su caballo, Yacuiba invierno de 1903.
Foto realizada por Jean Baptiste Vaudry.
Fotografía Superior: Sargento Gonzales, Colonia Crevaux.
Septiembre de 1903.
Foto realizada por J.B. Vaudry.
Yacuiba, por entonces a comienzos del Siglo XX es
un pueblo constituido, Nordenskiöld lo
describe así:
“…El
18 de mayo, estábamos llegando a Yacuiba, un pueblo grande en la frontera entre
Bolivia y Argentina. En la actualidad existe un lugar bastante decente, pero
antes era un antro peligroso de los criminales, que escapaban hasta allí por
temor a la policía argentina…” Nordenskiöld. 1926, p. 18
Para ese momento nadie recordaba el pasado que
ligaba este territorio con el pueblo Chané, solamente los Chané lo recordaban y
es que a muchos lugares se les otorgaban antiguamente los nombres de los jefes
locales, en la actualidad parece que los referentes de la toponimia se deben
más bien al recuerdo de sus gestas legendarias. La familia cacical es la que
posee un conocimiento más articulado y consistente del territorio de varios
miles de hectáreas que antes ocupaban los chané. No es menos decisiva la contribución
del linaje cacical a la administración colectiva de la memoria y el tiempo. Uno
de estos capitantes Chané, llamado Mocapoy[i],
informante de Nordenskiöld a principios del siglo XX, parece haber sido un
hábil diplomático, como su padre, se considera de estos indios para gobernar,
puede ser extremadamente importante tener la lengua a su merced. Estas personas
pueden apreciar la sabiduría superior a la resistencia. Mocapoy también se
ocupaba de vigilar el territorio “estaba en disputa con los blancos, que
usurparon su país, y no podría gustar su idea, que eran sus inquilinos. Me
pidió consejo, cómo podía conseguir el blanco de reconocer los derechos
indígenas a la tierra.”(Nordenskiöld 1926:113), los Chanés en el pasado a
cambio del respeto a su propiedad sobre la tierra de sus ancestros, los
capitanes explotaban con maestría el juego de las alianzas, administrando la
dinámica del parentesco para obtener ventajas políticas. Para ello apelaban a
diversas estrategias, expandiendo o contrayendo los lazos de alianza según las
conveniencias coyunturales; por eso habían pactado y defendido las líneas de
aprovisionamiento de Rodríguez Magariños en 1843 contra los contingentes de
tobas que las hostigaban, por desgracia, en las luchas de los blancos contra los
indios casi siempre han luchado algunos jefes en el lado de los enemigos en
contra de su propia tribu.
Fotografía Izquierda: Mujer Chiriguana en Yacuiba, Chaco
occidental, Bolivia.
Fotografía Derecha: Criollos junto con indígenas en Yacuiba.
Fotografías de Erland Nordenskiöld de su expedición de 1913 a 1914 al Chaco Boliviano.
Fotografía Izquierda: Calle San Pedro esquina Santa Cruz en Yacuiba 11 de septiembre de 1897;
Fotografía Derecha: corresponde a la Iglesia de Yacuiba, 11 de septiembre de 1897
Fotografías realizadas por Vicenzo Mascio.
De acuerdo a los testimonios recogidos en el libro “Yacuiba
Retazos Pueblerinos” de Pedro Ángel Coto se puede concluir que la convivencia a
finales del Siglo XIX y comienzos del Siglo XX en el pueblo de Yacuiba entre
los habitantes criollos y los pueblos indígenas era pacífica, sin embargo a
varios kilómetros Chaco adentro, aún los pueblos indígenas se resisten a las
incursiones de los “blancos” defendiendo su espacio territorial de las
incursiones sean de los soldados del ejército, de los criollos que quieren
ampliar la frontera ó de los exploradores que realizan trabajos de tipo científico.
Fotografía Superior: Campamento de Indios Chorotis,
en El
Palmar camino a Yacuiba invierno del año de 1903
foto realizada por Jean
Baptiste Vaudry.
(*) El autor, es Comunicador Social y Escritor.
Bibliografía.
BOLIVIA, República. Ley Orgánica y Estatuto General de Aduanas.
Imprenta del Estado. La Paz, Bolivia. 1901
BOLIVIA, República. Boletín de la Oficina Nacional de Estadística. Año
V Primer Trimestre de 1909. Tipografía Comercial de Ismael Argote. La Paz,
Bolivia. 12 de marzo de 1909
CLAROS LÓPEZ, José Luis. Todo tiempo de Crisis tiene solución. 31 de
diciembre de 2016. Consultado el 13 de enero de 2017 en http://desdeyacuiba.blogspot.com/2016/12/la-columna-de-jose-todo-tiempo-de.html
CLAROS LÓPEZ, José Luis. Entre Flechas, Espadas, Cruces y Balas.
Miércoles 22 de junio de 2016. Consultado el 13 de enero de 2017 en
http://desdeyacuiba.blogspot.com/2016/06/entre-flechas-espadas-cruces-y-balas.html
CLAROS LÓPEZ, José Luis. Pioneros de la Educación, en el Chaco
Tarijeño. Lunes, 4 de junio de 2012. Consultado el 13 de enero de 2017 en:
http://desdeyacuiba.blogspot.com/2012/06/pioneros-de-la-educacion-en-el-chaco.html
COTO, Pedro Ángel. Yacuiba Retazos Pueblerinos. Narraciones y Relatos.
2da. Edición. Imprenta Alar S.R.L. Santa Cruz, Bolivia. Julio 2005.
CRÉQUI MONTFORT, Georges de / SÉNÉCHAL DE LA GRANGE, Eugene.
Anthropologie Bolivienne. Tome Premier Ethnologie, démographie, photographie
métrique. Paris, Imprenta Nacional. 1908
GIANNECCHINI, Dorotéo. / MASCIO, Vicenzo. Álbum Fotográfico de las
Misiones Franciscanas en la República de Bolivia, a cargo de los Colegios
Apostólicos de Tarija y Potosí. Archivo y Biblioteca Nacionales de Bolivia.
Talleres Gráficos de Industrias Offset Color S.R.L. La Paz, Bolivia. 1995
MONTANER Y SIMÓN, Editores. Diccionario Enciclopédico Hispano - americano
de Literatura, ciencias y Artes. Tomo XXIII, Barcelona, Establecimiento
Tipográfico Editorial Barcelona. 1898
NORDENSKIÖLD, Erland. Investigaciones y aventuras. Estocolmo, Suecia.
Año de 1915
NORDENSKIÖLD, Erland. Indianliv i El Gran Chaco (Syd-Ameria).
Stockholm, 1926
OLASCOAGA, Manuel J. La cuestión de límites Argentina-Bolivia.
Conferencia del Coronel Manuel J. Olascoaga. Establecimiento Gráfico de Felix
Best. Mendoza, Argentina. 1910
SMITHSONIAN INSTITUTION, Bureau of American Ethnology. Bulletin. 1901
[i] Claros
López, José Luis. Pioneros de la Educación, en el Chaco Tarijeño.
[ii] Claros
López, José Luis. Todo tiempo de crisis tiene solución.
[i] Pág.
122. Tomo XXIII Diccionario Enciclopédico, 1898.
No hay comentarios:
Publicar un comentario