Nadie debería olvidar, la
contribución a la sociedad, en la Yacuiba finisecular, entre 1999 y 2001 realizada
por el movimiento estudiantil Asociación de Centros de Estudiantes (ASOCES), una
juventud comprometida con la discusión y difusión del ideario anarquista y de
justicia social. Convencidos en la importancia de la educación, como instrumento
para la conquista de la justicia social. “La complejidad social de la
injusticia, la opresión y el sufrimiento ha desdibujado la imagen del opresor y
el oprimido y, consecuentemente, modifica el pensamiento emancipador de la
educación.” (Montané, 2015) Protagonizaron, el 11 de mayo de 2001, una marcha
sin precedentes y que jamás fue superada, que recorrió con la fuerza de una
marea incontenible las calles de Yacuiba, desafiando a la autoridad, los
estudiantes en esa ocasión no fueron ovejas que se movilizaron repitiendo
consignas, caminaban codo a codo, alzando la voz para exigir un espacio pero
también reclamaban por la falta de aplicación del DS 25290 que desde 1999 no
pasaban de ser sólo letras impresas sobre un papel que los poderosos no
deseaban poner en práctica.
Con relación a la participación
de los anarquistas en las luchas de los movimientos sociales, Liber Forti decía
“Se hace militancia cuando se lucha por ideas concretas”, eso sucedió en
Yacuiba, en las postrimerías de 2001, él un camarada anarquista que nació en
Argentina, pero que vivía en Bolivia, llegó hasta Yacuiba en 1957 junto a su
compañía de teatro “Nuevos Horizontes”, justamente fue aquel contacto
establecido con la juventud del sureste boliviano, que revelaría para varios
integrantes de aquella generación un horizonte nuevo, años después sus
enseñanzas junto con un legajo de conocimiento sobre anarquismo penetraría en
la mente de los referentes del ASOCES. No se podría, comprender aquel legado,
sin la profunda convicción de las ideas anarquistas sembradas.
Liber Forti, nació un 20 de agosto
de 1919, durante su vida fue un anarquista comprometido con la cultura, la
lucha sindical y la educación como instrumento para la liberación de los
pueblos, sin su aporte no se habría podido constituir la Universidad Nacional
de Siglo XX, fundada en 1986; años después, él fue nombrado Doctor honoris
causa por esa universidad con sede en la ciudad de Llallagua, que actualmente
forma parte del Sistema de la Universidad Boliviana como reconocimiento al
apoyo en la creación de dicha casa superior de estudios.
(*) El autor José Luis Claros
López, es Comunicador Social y Escritor.
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