LA COLUMNA DE JOSE: SOBRE EL PORTAVOZ, EL CEPILLO DE DIENTES Y EL IV FESTIVAL INTERCOLEGIAL DE TEATRO
Por José Luis Claros López
“El Portavoz” es una obra interesante de Roberto Barbery Suárez que obtuvo el Primer Premio Casa de Cultura de Santa Cruz, en 1988 y sin lugar a dudas fue aquel mundo imaginario que se construyo sobre las tablas del escenario que hizo alcanzar ese reconocimiento a esta historia que ponía en evidencia la lacerante tragedia humana del auge del narcotráfico, dramatizando la soledad, la esquizofrenia y la desintegración de la familia. La particularidad de esta obra teatral es que marca un viraje notorio del género costumbrista del teatro boliviano hacia lo que podría ser un teatro más urbano, donde se trata obviamente de jugar con el lenguaje local pero con problemas que atingen ya a la ciudad que está surgiendo. La puesta en escena que dio inicio al IV Festival Intercolegial de Teatro fue realizada por el elenco teatral Campo Grande B con una actuación proveniente de aquel ambiente formativo que tiene una larga tradición en festivales y certámenes de teatro y literatura como son los colegios del área dispersa del municipio de Yacuiba, donde desde hace muchos años se desarrollan de forma continua y sin interrupción los Encuentros Literarios.
“El Cepillo de dientes” de Jorge Díaz bajo la dirección de Héctor Bautista fue la obra seleccionada para concluir el IV Festival Intercolegial de Teatro con una actuación que bien merece ser considerada como sobresaliente por el desempeño de los actores Marcos Exeni y Rosario Rojas, ahora bien hablar de las técnicas del Teatro del Absurdo es hablar del juego del lenguaje buscando la liberación del subconsciente y eso sucedió con la obra “El Cepillo de Dientes” donde predominan los sucesos verbales, ya que el tema central de la obra es la incomunicación de un matrimonio de tal suerte que toda la obra es un “dime y te diré” entre los dos personajes, en una suerte de principio de progresión, ya que en la obra cada vez va aumentando el grado del conflicto, en las discusiones que los dos personajes establecían, hasta llegar a un máximo grado de suceso y esta situación concluyo con la intensidad dramática superior de las escenas finales de la obra “El Cepillo de Dientes” interpretada por el Grupo Teatral “Busch” y dirigida por Héctor Bautista S. quienes llevaron a buen fin en un plano de rigurosa exigencia una puesta en escena de buena calidad.
El IV Festival Intercolegial de Teatro concluye en esta versión 2011 destacándose el comité organizador de este Festival por su puntualidad a la hora de dar inicio a cada obra, pero es importante mencionar también el buen desempeño y responsabilidad de todo el personal que realizo la importante tarea del maquillaje, los teloneros, los responsables de vestuario, de sonido, de diseño artístico de escenografía y de vestuario. A su vez al comienzo de las noches de teatro que siguieron a la inauguración del certamen el 18 de octubre pasado, se dio un breve incidente: La suspensión de una de las presentaciones por la ausencia de publico, lo cual deja de manifiesto que todavía nuestra gente en Yacuiba no considera el Teatro en su real dimensión motivo por el cual los que no se animaron asistir a la noche de inauguración se perdieron la segunda puesta en escena de “El Portavoz” interpretado por el colegio Campo Grande B. Sin embargo también es bueno señalar que ya en el resto de las presentaciones el público sí acompaño las mismas, aunque la mayoría de los asistentes eran estudiantes del colegio pero es bueno comprender que por lo menos los mismos estudiantes aprecian, respetan y valoran lo que sus compañeros hacen sobre las tablas de un escenario. Porque cada elenco teatral dio su mayor esfuerzo, si bien existieron los actores que quizás subieron al escenario pensando simplemente cumplir con la obligación de actuar, también existieron otros que supieron encantar al publico haciendo real la magia del teatro, a su vez cada Director también busco que sus elencos alcancen el máximo de los desempeños posibles de forma tal existieron quienes se arriesgaron demasiado y quienes no se arriesgaron nada. Queda en evidencia que alcanzar el aplauso del público, depende del guión seleccionado, pero también de cómo se lo adapte y sea puesto en escena, al final como escribió Arthur Miller “El Teatro no puede desaparecer, porque es el único arte donde la humanidad se enfrenta a si misma”.
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