La Columna
de Jose (*)
EL ALCALDE NO
TIENE QUIEN LE DIGA LA VERDAD
En algún lugar del sur cuyo nombre no quiero
escribir para no acordarme que hace frio, había una vez un Alcalde que cada que hablaba lo embarraba todo y cuando creían que ya no la podía
embarrar más, la embarraba todavía peor y vivía rodeado de una cofradía de lo
más picaresca, pero no entraremos en la polémica. El caso es que nuestro
Alcalde de la historia que voy a contar no tenía el mínimo reparo de andar
ausente por largas y prolongadas épocas, al punto en el cual ya había otro que
ocupaba su lugar porque como dice un dicho, todo barco necesita tener un
capitán, no importa que sea el peor ó el mejor, pero siempre se necesita de un
voluntario que no tenga problemas en ponerse la banda de Alcalde así no se la
ponga en público, para que la gente no le tire tomates.
El Alcalde, de esta historia era tan chévere que sonreía
todo el tiempo porque vivía en un mundo mágico donde no existían problemas, así
que cada que alguien no le aplaudía le largaba todo el lenguaje florido que se había
aprendido y por ese su mal carácter y comportamiento es que va terminar siendo
una estadística más, sin nada nuevo que contar. Porque quien promete mucho y no
tiene la intención de cumplir ni el uno por ciento de lo que prometió nunca
termina bien; por eso no tiene quien le diga la verdad y quiere creer a toda
costa que las promesas se las lleva el viento bien pero bien lejos, hasta
desaparecer de la memoria igual que desaparece la pintura de mala calidad de la
señalización de los pasos de peatón. Y hasta tiene un poco quizás del complejo,
de los que les gusta ver su reflejo, no sólo en un espejo sino también en tapas
de revistas y computadoras, en gigantescos retratos y sobre todo su nombre en placas
honorificas que le permita seguir creyendo lo que sus aduladores le dicen a
cada rato, porque los tipos soberbios, son los que peor caen ante los
cortesanos que le rinden honores al Megalómano de turno que desea ser poderoso
antes que encantador, y prefiere ser temido a ser amado, ya lo ven es cien por
ciento cierto eso de que sí le das poder a un ciudadano, él te demostrará quién
es en realidad. A ningún pueblo le gusta ser gobernado por hombres de doble
moral, por eso el voto del pueblo premia y castiga; menos mal los malos gobernantes
no son muchos y eso me recuerda que Dolly, el primer mamífero clonado a partir
de una célula adulta, nació el 5 de julio de 1996, pero espero que jamás
lleguemos a ver el día en que un mal gobernante que se crea el más capo de
todos decida clonarse a sí mismo. Es una pena que no a todos les guste recordar
lo que Pedro Calderón de la Barca escribió en, El alcalde de Zalamea: “¡Cuántos,
teniendo en el mundo algún defecto consigo, le han borrado por humildes; y
cuántos, que no han tenido defecto, se le han hallado, por estar ellos mal
vistos!”
(*) El autor de la Columna es Comunicador Social y
Escritor, artículo publicado en http://www.desdeyacuiba.blogspot.com
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