La Columna de
Jose (*)
EL BONO
SEMBRANDO FALSAS ESPERANZAS
Triste voy caminando por las calles pensando, hasta
llegar a la zona norte de la ciudad de Yacuiba, acercándome con curiosidad a
una señora que vende caramelos a la puerta del Colegio Mariscal Sucre, pregunte
por el valor de un diminuto alfajor, dos Bolivianos es la respuesta; la tarde
siguiente afuera del Mercado Campesino consulte a una vendedora de empanadas,
cuanto valía cada una y me responde mientras va sacando varias de un oscuro
aceite caliente, que sólo cuestan dos Bolivianos cada una (era una empanadita
como para Santa Anita, de las que se comen en un solo bocado), la mañana
siguiente me atreví a preguntar en una tienda de fruta por el centro de la
ciudad, el valor de una manzana y me responden que costaban dos por tres
Bolivianos (sentí alegría porque pensaba que me sobraría cambio de una monedita
de dos Bolivianos que llevaba en el bolsillo) y le dije a la vendedora que me
vendiera sólo una manzana y al extenderle la moneda me quede ahí esperando un
ratito el cambio, hasta que fue inevitable preguntar el costo de la pequeña manzana
que ya casi había desaparecido en sólo dos mordiscos, la respuesta fue un seco
dos bolivianos cada una y dos por tres bolivianos. Moraleja con dos bolivianos en
Yacuiba ya no puedes comprar nada que se pueda comer en cuatro bocados. Sin
embargo ahora resulta que el desayuno escolar que distribuirá el Gobierno
Autónomo Municipal de Yacuiba tiene un valor por unidad de sólo dos bolivianos,
parece que las Autoridades Yacuibeñas han olvidado que la Ley Nº 622, de 31 de
diciembre de 2014 determina en su Artículo 11 que es Responsabilidad del Gobierno
Autónomo Municipal: Inciso b) Incorporar la Alimentación Complementaria Escolar
como parte de su planificación territorial del desarrollo. Inciso C) Proveer y
distribuir de forma permanente y adecuada los alimentos destinados a la
Alimentación Complementaria Escolar de las unidades educativas de su
jurisdicción, durante la gestión educativa. En definitiva el Gobierno Autónomo
Municipal de Yacuiba deliberadamente quiere olvidar que el objetivo del
desayuno escolar, es combatir la desnutrición infantil y evitar la deserción
escolar, obviamente todos estamos consientes que la reducción del IDH afecta
considerablemente a la provisión del desayuno escolar ó alimentación
complementaria, pero las autoridades locales deberían buscar soluciones junto
con los representantes de los padres de familia para poder administrar la pobreza
por así decirlo y no generar malestar entre la ciudadanía.
Ya se acerca el doce de agosto y aún nada del
cuento de las mochilas escolares ó del famoso bono sembrando esperanza, que
durante la campaña que llevó a Ramiro Vallejos a la Alcaldía formaba parte de los
discursos que daba en barrios y comunidades, con razón el pueblo rebautizó
aquel famoso Bono como “Sembrando Falsas Esperanzas”, mientras nuestro pueblo
sufre, los Concejales Municipales siguen aplaudiendo los discursos; de un
Alcalde que no sabe que los Colegios se caen a pedazos, que la seguridad
ciudadana es un mal chiste, que sí te hablan de la salud y de ir al hospital
municipal te persignas como doce veces, realmente qué lástima que andemos cómo
andamos, pero ya viene la serenata y todo será fiesta, pero cuando pasen la
bulla de los juegos artificiales y el despilfarro de tiempo por parte de las
Autoridades locales en gestiones realizadas para conseguir los recursos financieros
para garantizar la presencia de grupos musicales traídos de distintos lugares,
nos quedará la otra bulla, la del murmullo que cada día que pasa se hace más
fuerte, recordándole al Alcalde que nuestra ciudad ya no avanza. ¿Será que al
Alcalde, le importa realmente Yacuiba? ¿Será que le tiene cariño a este lugar
que es nuestro hogar?
(*) El autor, es Comunicador Social y Escritor.
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