La Columna de Jose
(*)
TODAVÍA COCINAN CON
LEÑA EN EL BARRIO AGUARAGÜE DE YACUIBA LA CAPITAL DE LA REGIÓN DEL CHACO
Eleodora, vive
desde hace veinte años en el barrio “Aguaragüe”, distante a quince cuadras del Hospital
Municipal Ruben Zelaya, principal centro de salud de Yacuiba, pero para llegar hasta
la esquina de su casa donde una cerquita de madera protege su vivienda, hay que
caminar subiendo los pies de la serranía del Aguaragüe, en un barrio donde los niños
están jugando a la vera del camino entre la tupida vegetación, en cada casa hay
vecinos en el rol de labriegos que con sus herramientas, preparan el cultivo de
sus huertas, un vecindario sin aceras y con la calle de tierra con un rustico
puente construido por los vecinos para cruzar una profunda quebrada, es como
retroceder cien años atrás, en el tiempo y ver cómo eran entonces las calles de
Yacuiba. Mariposas de vivos colores, que sólo se ven en lo profundo del monte
revolotean por el aire y el sonido de las aves de corral, el aullar de los
perros guardianes acompañado del relincho de algún caballo, es interrumpido por
el sonido de un televisor encendido, que nos permite comprender que no viajamos
en el tiempo, hasta este barrio donde más de cien familias viven preocupados
que llegue la temporada de lluvia.
Los vecinos del
barrio, en los meses de fuertes precipitaciones pluviales, deben resignarse a
no poder salir de sus hogares, porque las calles se transforman en peligrosos y
profundos ríos, “cuando llueve comienzo a rezar, porque tengo temor que suceda
una desgracia por la fuerza del agua”, confiesa Eleodora, pero después de
tantos años, los vecinos del barrio todavía esperan que llegue hasta ese rincón
de Yacuiba el desarrollo.
¿Qué pasó en el
Chaco con la plata del gas?, es una pregunta que también se hace doña Eleodora,
que no tiene gas domiciliario, ella una vecina de la capital de la Región
Autónoma del Chaco, todavía cocina con leña, todavía camina por una calle de
tierra, todavía no cuenta con todos los servicios básicos, solamente la luz a
llegado hasta su hogar. Eleodora, también es madre, sus hijos estudian en el
Colegio “Néstor Paz Galarza”, para no faltarse a clases en los días de lluvia,
sus niños tienen que sacar sus humildes calzados y caminar con el barro que les
llega hasta las rodillas.
Eleodora, todavía
espera que algún día, se termine de construir el drenaje pluvial, una obra
paralizada, cuyos restos son prácticamente invisibles por la maleza y la tierra
que por el paso de los años cubre lo poco que se había empezado a construir.
Ahora, solamente los vecinos del barrio Aguaragüe, esperan que las autoridades locales
algún día, asfalten las calles del barrio y puedan canalizar la quebrada que,
con cada temporada de lluvia, va devorando pedazos de las viviendas más
cercanas.
Una calle del barrio "Aguaragüe", en la ciudad de Yacuiba,
capital de la Región Autónoma del Chaco Tarijeño
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