miércoles, 27 de mayo de 2020

Educación superior pública virtual, errores y aciertos en la universidad de los tarijeños


Educación superior pública virtual, errores y aciertos en la universidad de los tarijeños
Por José Luis Claros López (*)

En un pasaje de la obra, La Celestina, escrita en el siglo XV por Fernando de Rojas, el personaje llamado Calisto, lamenta: “Por mucho que madrugue, no amanece más pronto”. Con el tiempo, la expresión, se aplica en el momento de aconsejar la inconveniencia de precipitarse.

La Universidad Autónoma Juan Misael Saracho (UAJMS) universidad de los tarijeños, decidió reiniciar el 18 de mayo de 2020; las clases.

El Gobierno Nacional, implementó una cuarentena total en todo el país por Emergencia Sanitaria, en marzo y que con el DS 4229 continua hasta el 31 de mayo. El citado decreto, entre lo dispuesto por su artículo 2, ordena la “suspensión temporal de clases presenciales en todos los niveles y modalidades educativa”.

Al retornar precipitadamente a clases, la UAJMS, contrarió al Gobierno Nacional, el llevar la contra, sí es para bien y produce buenos resultados, estaría formidable. Pero, en éste caso la universidad de los tarijeños, ejecuta con las clases virtuales un sistema desordenado y excluyente.

La UAJMS, pretender continuar las clases, sin cambiar nada, manteniendo un sistema de calificaciones obsoleto, que menosprecia el esfuerzo académico del estudiante. Un sistema que redujo el proceso de enseñanza-aprendizaje (PEA) a la obligación de ir a clases. Menoscabando así la interacción social o poner la teoría en práctica. En la UAJMS, a partir del año 2000, comenzó la deshumanización de la educación.

Con excusas diversas, la mercantilización ganó terreno, las ventajas tecnológicas no fueron aprovechadas para masificar la educación superior pública. Freire lo explicaba, en la Pedagogía del Oprimido (1997) “Enseñar no es transferir conocimiento, sino crear las posibilidades para su producción o su construcción. Quien enseña aprende al enseñar y quien enseña aprende a aprender”.

Pero la universidad de los tarijeños, que acabó con la educación superior nocturna, dejando a los trabajadores sin oportunidades. ¿Comprenderá la importancia de la responsabilidad social? ¿Entenderá la necesidad de que todos tengan las mismas oportunidades? ¿Aceptará que la razón de ser de la universidad son los estudiantes?

Con los hechos, al implementar el plan de retorno a clases olvidando considerar distintos factores, demuestra que la respuesta será negativa.

La UAJMS, debate desde 2016, realizar cambios para salir del oscurantismo intelectual como resultado de una educación memorística. Retrotrayéndonos en el tiempo, a finales del siglo XX, la universidad de los tarijeños, también pasó por un proceso caracterizado por ilusionar con cambiar y transformar la educación. Pero aplicar recetas foráneas nunca llevará por buen camino.

Escuchar para corregir errores, es importante, pero la UAJMS, prefiere menospreciar las sugerencias. Encerrada entre sus murallas, el alma de la universidad sigue prisionera. Rechazar las críticas de una oposición constructiva, no tapará los problemas para siempre. La historia nos demuestra, que ir por ese camino no es la mejor opción.

Actualmente, los problemas que afectan la educación superior pública en la UAJMS, se puede resumir en el acceso de sus estudiantes al servicio de internet.

La universidad de los tarijeños, prefiere no vincular la situación económica del estudiante con el PEA, cuando éste también es un factor a tomar en cuenta. ¿Acaso un estudiante con el estómago vació puede atender en clases? ¿Un trabajador que pasa 10 o 12 horas trabajando podrá también cumplir con el horario regular de clases?

Ante las interrogantes, la UAJMS, dejo a los estudiantes dos opciones: “estudiar” o “trabajar” y no se habló más, del asunto. Pero ahora, la realidad difiere a la normalidad de antes. Ahora más que nunca, la cuestión económica es un factor que debería ser vinculante con la educación superior pública.

Varias voces, en la UAJMS, de los estamentos docente y estudiantil, además de las autoridades, prefieren caer en la miopía de creer verdades relativas. Prefieren negar, que sólo el 5 por ciento de la población en Bolivia tiene acceso a internet ilimitado. Y sin ese factor, cómo pueden acceder a una educación virtual de calidad los estudiantes.

De acuerdo con la Agencia de Gobierno Electrónico y Tecnologías de Información y Comunicación (AGETIC), 94% de los usuarios se conecta mediante celular y conexiones móviles a internet. Es decir, el internet que fue declarado como un derecho humano, en el caso de Bolivia todavía su acceso es bastante limitado para la población.

Sin embargo, la universidad de los tarijeños, igual que las autoridades nacionales del Gobierno de Transición, hablan de la educación virtual pero no ponen los medios.

Que fácil, es decir, ahora el calendario académico se reformulará prolongando las clases del semestre I/2020 hasta septiembre. Pero eso no es el fondo del problema, no se trata de aumentar o quitar días de clases. De lo que se trata, es de que todos tengan igualdad de oportunidades.

Sí la UAJMS, fuera una Universidad completamente privada, no habría problemas, para que hagan lo que quieran. Los estudiantes, sí fueran clientes de la UAJMS, en base a la oferta y demanda realizarían un análisis y tomarían una decisión. Pero no es así, la UAJMS es una universidad pública.

La razón de ser de la Universidad son los estudiantes y la UAJMS, pretende olvidar que su misión es servir a todo el estudiantado. Prefiere caer en el despropósito de continuar el calendario académico, aplicando el principio darwiniano, de sobrevivencia del más apto. En éste caso, el más apto, es aquel con los recursos económicos suficientes para continuar estudiando. ¿Dónde queda entonces la educación pública? Esta situación, refleja los males del capitalismo entre los cuales también está la mercantilización del conocimiento.

En Bolivia, la Ley 342 dispone desde 2013, que los estudiantes universitarios del sistema público tendrán acceso gratuito a internet dentro de las universidades. Pero ahora con las universidades cerradas, la Universidad debe proporcionar ese beneficio a los estudiantes.  

Educación superior pública virtual en la UAJMS, los aciertos.

El principal acierto, consistiría en el hecho mismo de aceptar su implementación. Obviamente, no lo realizan por voluntad propia sino por el peso de los acontecimientos.

No debemos olvidar, que la UAJMS, inició un programa desde 2014, que benefició a los docentes con la otorgación de un equipo de computación. Además, durante los últimos años desarrolló diversas capacitaciones para promover la utilización de las nuevas tecnologías en el PEA, por parte de los docentes.

La UAJMS, fue pionera en los primeros años del siglo XXI en la implementación de un gobierno electrónico y la inserción de los estudiantes a ese sistema.

Educación superior pública virtual en la UAJMS, los errores.

Los errores, son varios, pero podríamos resumirlos en los siguientes seis puntos planteados como un petitorio por los estudiantes que convocaron a un Paro Virtual que se realizó el pasado 26 de mayo.

1.         Cumplimiento de promesas realizadas por las autoridades (desde 2014), para otorgar gratuitamente a los estudiantes universitarios acceso a internet y computadoras.
2.         Creación de una plataforma virtual, que no tenga costo en datos al estudiante, para que pueda continuar con su formación profesional.
3.         Extender a todas las materias un sistema de cursos a ritmo propio, es decir que ya no estén regulados por una temporalidad arbitraria y que así los estudiantes puedan ingresar en cualquier momento del día y tengan la oportunidad de presentar sus tareas y pruebas hasta la conclusión del semestre regular.
4.         Flexibilizar el sistema de calificaciones permitiendo al estudiante aprobar con 51 en evaluación continua y anular el parámetro de obligatoriedad de asistencia a las clases virtuales y mantener únicamente la calificación por el cumplimiento de las actividades virtuales como participación en foros, tareas y pruebas.
5.         Implementar ayudantías virtuales en la totalidad de materias (teóricas y prácticas), impartidas por auxiliares de cátedra.
6.         Dejar sin efecto la Resolución Rectoral 12/10 para garantizar la permanencia de los estudiantes.

Profundizar en un debate y encontrar soluciones a estos seis aspectos, permitirá que la educación superior pública virtual se consolide. Masificando así la educación superior en el departamento de Tarija.

(*) El autor José Luis Claros López, es Comunicador Social y Escritor.

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