La Columna de Jose (*)
EL ORGULLO DE SER CHAQUEÑO
Estoy orgulloso del lugar de mi nacimiento, ser ciudadano del Chaco en la frontera sur de Bolivia, tierra de monte verde colmada de promesas, protegida por un radiante sol que corona nuestro cielo, con un horizonte mágico en sus atardeceres, en agosto la verde y blanco flamea para recordarnos los incontables sacrificios que hicieron tantos ciudadanos que ayer encontraron su hogar aquí en este lugar, al escuchar una chacarera comprendemos que son los latidos del corazón de nuestra tierra, por eso siento que al final no importa por donde la vida me lleve siempre habrá en la caja fuerte de mi memoria un espacio especial para atesorar los recuerdos vividos con alegrías y con penas en este Chaco que tanto quiero.
Pero sin embargo como buen chaqueño también soy sincero y la verdad hay otras cosas que suceden en mi pago, de las que no siento ningún orgullo; por ejemplo de que sigamos igual que hace 30 años lamentándonos de que las riquezas de nuestra tierra no se transforman en desarrollo, lamento recordarles a los que se lamentan que al final eso es culpa únicamente de quienes nos gobiernan y en democracia el pueblo elige a sus gobernantes, los Chaqueños todavía seguimos esperando que algún día terminen de construir el aeropuerto más grande del mundo, seguimos creyendo los cuentos chinos de que nos construirán fabricas que dejaran sus desechos químicos contaminando nuestro espacio vital pero que supuestamente no importa porque (por lo menos eso nos dicen) será algo bueno, ingresaron tantos recursos de los hidrocarburos que al final hasta nos podíamos dar el lujo de construir monumentales obras que después de inauguradas no encontraban una razón de ser, pero las necesidades básicas insatisfechas de nuestra gente continúan sin ser atendidas, seguimos reclamando un mejor sistema público de salud, continuamos viviendo una realidad de injusticias, donde por citar un caso se le niega el derecho a un digno desayuno escolar a los niños ó donde las inversiones realizadas en el pasado en educación son archivadas bajo varios candados solamente porque simbolizan un tiempo que pretende ser borrado de la memoria, todavía esperamos lleguen esos días cuando nuestros políticos ganen elecciones y no sean tan irrespetuosos de olvidar sus promesas de campaña en un abrir y cerrar de ojo; la unidad que pregonamos los Chaqueños se acaba cada vez que los intereses de los grupos hegemónicos que regentan el caudillaje político local se ven afectados en sus bolsillos, somos los herederos de generaciones que soñaron que algún día sus descendientes tuvieran la oportunidad de tener su propia universidad, pero lamentablemente seguimos igual que antes con una dependencia de la universidad de los Tarijeños y con la permanente fuga de nuestro capital humano ambos factores contribuyen a nuestro subdesarrollo; queremos mejores días para el Chaco pero esos mejores días no van a llegar si nuestras autoridades, no comprenden que sobre todo nuestra juventud quieren oportunidades para el emprendimiento productivo, para el desarrollo de nuevas iniciativas, muchas veces vemos como los esfuerzos de nuestros jóvenes por constituir empresas se van por un barranco por la falta de políticas de incentivos, así también vemos como nuestros productores siguen mendigando en lugar de ir más allá de nuestras fronteras con su producción ó compitiendo en inferioridad de condiciones al no existir ninguna política local proteccionista de nuestra producción, seguimos teniendo grandes hacendados ganaderos que ruegan por agua mientras a su lado un menonita hace florecer el desierto, a este paso va llegar el día que cuando sea la serenata del Chaco ya no cantaremos el himno al Chaco sino que simplemente guardaremos un silencio apesadumbrado por vivir en un lugar que tenía un gran destino pero que al final todo quedo en nada. Está en nuestras manos cambiar las cosas, porque la verdad; no quiero que llegue ese día, ¿y vos?
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