MARTES, 27 DE SEPTIEMBRE DE 1932 (Sobre lo que
sucedió en el Fortín Boquerón)
I
A CONTINUACIÓN: FRAGMENTOS DE ARTÍCULOS PUBLICADOS
DE LOS HECHOS SUCEDIDOS EN BOQUERON EL MARTES 27 DE SEPTIEMBRE DE 1932, POR LA
PRENSA ARGENTINA DE LA CIUDAD DE SANTA FE:
OTRA COLUMNA DE AUXILIOS A LOS SITIADOS, CAYÓ BAJO
EL FUEGO DE LOS PARAGUAYOS. LAS TROPAS QUE FORMAN EL CERCO SE HAN APODERADO DE
UNA CANTIDAD DE MATERIAL BÉLICO REALMENTE IMPORTANTE, COMO LO AFIRMA UN
COMUNICADO DEL MINISTERIO DE GUERRA DE ASUNCIÓN. EL CAMPO DE BATALLA.- 27 de
septiembre de 1932. Desde temprano circularon en la capital (Asunción) noticias
acerca de una victoria obtenida por las armas paraguayas en los campos de
Boquerón, causando las mismas indescriptible entusiasmo. Un comunicado del Ministerio
de la Guerra, informó posteriormente que las fuerzas paraguayas que sitian a
Boquerón habían aniquilado a una columna boliviana que acudía en auxilio de los
sitiados. Agrega que cayeron en poder de las fuerzas paraguayas jefes y
oficiales y abundante material bélico. El comunicado del Ministerio de la
Guerra a que nos hemos referido anteriormente, dice así: "Ayer fue
destrozado completamente un fuerte contingente enemigo que apareció por el lado
de Fortín Castillo y que venía en socorro de los bolivianos sitiados en
Boquerón. Tomamos prisioneros a dos capitanes, un teniente y 45 individuos de
tropa, e igualmente cayeron en nuestro poder cinco ametralladoras pesadas, 6
livianas, 68 cajas de cintas para ametralladoras, 100 fusiles, diversos
accesorios y gran cantidad de municiones. Se continúan recogiendo armas y
elementos bélicos abandonados en el campo de batalla". (FUENTE: EL
LITORAL, SANTA FE - ARGENTINA. AÑO XV NRO. 3475)
INMINENTE TRIUNFO PARAGUAYO EN BOQUERON. LA LIGA DE
LAS NACIONES RECORDO SUS COMPROMISOS A LOS 2 PAISES. HAN LLEGADO A CHILE MÁS
ARMAS PARA BOLIVIA.SE ENVIO UN CABLE A LAS NACIONES. Mientras tanto en el Chaco
se continúa peleando intensamente. INFORMES.- Ginebra, 27 de septiembre de
1932. Reunido hoy el Consejo Superior de la Liga de las Naciones, volvió a
tomar en consideración el asunto del Chaco Sudamericano acerca del cual ya se
informará a los representantes, en la sesión de ayer. Se hicieron sobre este
particular algunas observaciones y finalmente se resolvió enviar un cable a
ambos Gobiernos recordándoles en forma solemne las obligaciones que tienen con
la Liga. Estas obligaciones que son las inherentes a todos los países que
forman parte de la institución, ponen a Bolivia y al Paraguay en situación de
tener que acudir a las autoridades de la Liga para dirimir sus cuestiones,
antes de resolverlas por las armas como lo están haciendo actualmente. Hasta el
momento no se ha recibido respuesta de ninguno de los dos gobiernos.
EN BOQUERON. Asunción, 27 de Septiembre de 1932. La
Batalla de Boquerón continúa desarrollándose en forma intensa y se lucha
incesantemente en todos los sectores vecinos a las fortificaciones en cuestión.
Las fuerzas paraguayas llevaron en horas de la madrugada violentos ataques
contra la defensa boliviana logrando conquistar posiciones de evidente
importancia. A este respecto el Ministerio de Guerra dio en las primeras horas
de la tarde el siguiente comunicado: "Los paraguayos rompieron en tres
puntos las fortificaciones bolivianas de Boqueron, tomando numerosas
ametralladoras, pertrechos de guerra y prisioneros". MÁS ARMAS. Santiago
de Chile, 27 de septiembre de 1932. Informan de Arica que se están
desembarcando en aquel puerto 100 toneladas de pertrechos de guerra que han
llegado para Bolivia. Los materiales en cuestión quedan en depósito, pero se
supone que se les dará libre tránsito. TRES FORTINES.- Asunción, 27 de
septiembre de 1932. Informaciones oficiales hacen saber que el regimiento
denominado Guerrilleros de la Muerte, ha obtenido una serie de importantes
victorias en los últimos días, prosiguiendo su avance entre las líneas
paraguayas. Han caído en poder de dicho regimiento los fortines de Saavedra,
Sorpresa y Tinfunken. (FUENTE: EL ORDEN, SANTA FE - ARGENTINA. AÑO V NRO. 1549)
II
Las
cinco de la
mañana. El enemigo
vuelve al ataque.
Intenso tiroteo es
el despertar de
este nuevo día.
Los soldados paraguayos
convencidos seguramente de que nuestras defensas se encontraban totalmente
destruidas o, por lo menos que la moral combativa había desaparecido entre sus
defensores, atacan con ímpetu. Si bien es cierto que las bocas de fuego habían
disminuido no así la seguridad de
sus disparos. Cada uno de estos es
una baja que cae al pie de las trincheras bolivianas; y
si consiguen sobrepasar,
el defensor le
ensarta el cuchillo-bayoneta. El
asedio se va
tornando momento a momento más peligroso para nuestros
heroicos soldados.
La lucha se hace ahora a escasos metros de
distancia. La muerte se codea con más confianza. Casi le miramos la cara. Su aliento
frío, que viene entre los silbidos de los proyectiles, nos entona canciones
macabras a las cuales les sonríen aquellos espectros del Honor Nacional. Es la
enamorada que quiere cautivar a sus posibles presas en este reducto. Han pasado
dos horas de combate.
Esta lucha ha
dejado impresa con
mayor intensidad sus
señales de destrucción
en el ánimo
de los sitiados. De cada diez
muchachos, por lo menos dos están con los oídos sangrantes. Otros, sangran por
las narices. Todos tienen los ojos aletargados y soñolientos. Las lenguas
resecas, se pegan al paladar como ventosas, para luego separarlas con un ruido
peculiar.
Hoy a las
nueve y media
de la mañana,
nos han hecho su
visita los aviones
paraguayos; nos arrojaron
unas cuantas bombas que no
hicieron efecto y luego una andanada de
proyectiles de sus ametralladoras que, tampoco nos causó baja alguna; y como si
hubiese causado grandes destrozos, el avión se alejó ufano...
Hace tres días que los defensores de Boquerón no
han probado bocado. El pan que arrojan los aviones bolivianos, apenas es un
bolo nutricio que se queda en las gargantas. Ya no llega hasta el estómago
porque desaparece al llegar a esta bolsa digestiva. ¡Es
tan pequeño...! Los
cueros de mulo,
también han desaparecido.
Los lagartos, todos
han sido cazados,
si existen algunos, no salen de sus cuevas por temor a los dientes
ávidos de los defensores de Boquerón... Las ansias de comer de
los soldados, hacen
ver con mirada
devoradora a los
cuervos que revolotean
alrededor de los
cadáveres paraguayos y que se encuentran tendidos en el pajonal, muchos
de estos rapaces tienen aún los picos sangrantes después de su festín macabro.
¿Serán las próximas víctimas quienes aplaquen en algo el hambre que
desconcierta a los defensores?
Desde luego, se puede disparar un cartucho para
matarlos. ¡Total, es una presa que se puede cocinar; por algo se dice “ave que
vuela, cuece bien en la cazuela...! En el puesto sanitario, los heridos han
aumentado hasta la cantidad de 156. La mayor parte de ellos tienen heridas que
les imposibilita cualquier movimiento.
Están tendidos en
el suelo, no
gozan siquiera de
un cotense (saco
para contener escombros) como
tapa. Las heridas cubiertas con un pedazo de colchoneta empapada en agua de
permanganato, despiden un hedor nauseabundo. Hace días que el algodón, la gasa, así como las drogas, se han agotado.
Las moscas hacen su agosto... El calor
es tan intenso, que es
imposible permanecer dentro del puesto. A esto hay que añadir el
vaho que se levanta del pajonal por los olores asfixiantes que despiden
los despojos de lo que fueron soldados paraguayos.
Los
defensores caminan dando
tumbos. Sus cuerpos
escuálidos y esqueléticos,
parecen los dibujos
caprichosos de un pintor surrealista. Sin drogas, y sin un hálito de esperanza, esta agonía lenta significa la gangrena que
muy pronto debe llevarse a la tumba a los sobrevivientes de la metralla
paraguaya.
Veamos qué dice Vergara Vicuña, referente a estos
días aciagos de la Campaña el Chaco: “Habían llegado los postrimeros días de la
resistencia. El asedio habíase ido estrechando paulatinamente y los denodados
defensores debieron abandonar sus trincheras exteriores para concentrarse en la
“isla” donde tenían sus mejores obras de fortificación. La única esperanza de
continuar resistiendo se iba desvaneciendo gradualmente a medida que el rumor
entrecortado, isócrono y agudo de los combates de Yucra, Lara y Ramírez,
parecía interrumpirse amenazando caer en mortal colapso. Esto indicaba a los
sitiados que las probabilidades de rompimiento del cerco se esfumaban, aunque
con lentitud desesperante. Con todo, el paso raudo de un
avión, que dejaba
caer un saco
de pan o de municiones,
infundía aliento a esos corazones
valerosos y seguían empuñando ardorosos sus armas
procurando aprovechar bien los escasos proyectiles que constituían su
remanente, de no más de cinco cartuchos por individuo... Sus propios adversarios,
sobrecogidos de respeto ante ese cuadro que rememoraba y reeditaba los dolores
y tenacidad estoica de los sitios más relevantes de la Historia, ya no atacaban
con el mismo ímpetu y parecían en cierto modo paralogizados por un sentimiento
de fraternidad y hasta de admiración...
Estado inexplicable del espíritu que en cualquier momento podía ser cambiado
por una orden perentoria de su Comando de exterminar de una vez las
convulsiones agónicas de esa legión de sombras...”
“Con razón un periódico de Buenos Aires estampaba
en sus columnas, en esos días, este juicio laudatorio que equivale a un laurel: En
Boquerón están escribiendo
unos pocos soldados
bolivianos la más
bella página de
heroísmo americano.
Contados centenares de hombres luchan desde hace
quince días no sólo contra enemigos infinitamente más numerosos, sino contra el
hambre y la sed que les han impuesto los sitiadores. Antes que rendirse quieren
la muerte”.
Son las doce del día. Se escucha ruido de motores
de aviación. Son aviones bolivianos, dos de guerra y un Junker. Hacen evoluciones
sobre el cielo de Boquerón... Ha
descendido el Junker hasta una
altura que puede ocasionar su derribo. Da varias vueltas.
Otros aviones arrojan bolsas de pan y municiones; las primeras caen en campo
enemigo, pero algunas caen dentro de las posiciones bolivianas. La munición
está totalmente retorcida o deshecha. El avión Junker en uno de sus pasos por
encima de las posiciones, arroja un pequeño paquete. Este ha sido recogido y
llevado ante Marzana. Su contenido es un mensaje del que entresaco algunas de
sus partes más sobresalientes: “...Diez días más de inquebrantable resistencia
y la victoria será nuestra. Habéis escrito la página de oro de la Historia
Patria y vuestra huella luminosa iluminará con impañable fulgencia la ruta de
heroísmo que deberán seguir las futuras generaciones...“ Otra proclama, aunque
en forma tardía, llega a conocimiento de los defensores y dice así: “PARA SU LANZAMIENTO EN BOQUERÓN —
Soldados: Vuestro heroísmo y
valor no precisan elogios. Ahí
está nítido, blanco e
inalterable en la
página de oro
de la Historia
Patria. Tamaña bravura
y tan grande
esfuerzo, no pueden
ser estériles. Pocos días más y el sol de la victoria iluminará vuestra
hazaña, mostrándoos como a los elegidos del destino para salvar la
honra de la
Patria. Todos vuestros
camaradas os envidian;
el mármol y
el bronce esculpirán
mañana vuestros nombres. Defendéis
toda la tradición
de heroísmo de los
Próceres de la
Patria y Libertad.
Como hasta ahora,
seguid luchando como bravos y soportad con resignación y estoicismo
todas las privaciones. Preferid morir con gloria, dejando un legado suntuoso de
heroísmo a vuestra heredad, a la ignominia de rendiros o caer en poder del enemigo,
el que, a más de martirizaros, no respetará
vuestras vidas. Tres
o cuatro días
más y la
8ª División de
refuerzo al brioso
empuje de sus bayonetas, conseguirá vuestra liberación,
ejecutando completo barrimiento de las posiciones enemigas. Defendéis la honra del país
y el prestigio
de su institución
armada. Tamaña honra,
bien merece el
sacrificio y la
resignación a todas
las privaciones. YA VUESTROS
CORAZONES SENTIRÁN LATIR
LA CONDECORACIÓN QUE
OSTENTAREIS EN VUESTROS PECHOS
QUE OS HA OTORGADO YA EL SUPREMO GOBIERNO Y CONSTITUIRÁ EL BLASÓN ETERNO DE
VUESTRA GLORIOSA ACCIÓN. Nuestros gloriosos pilotos cuyas proezas habéis
espectado, se esforzarán a diario por lanzaros víveres que aseguren vuestro sustento.
No obstante, es preciso que restrinjáis vuestra alimentación reduciendo a lo más estrictamente
necesario. El alimento
moral puede muy
bien compensar las
privaciones físicas. Pletóricos
de valor y bizarría, seguid teniendo fe en la santa
causa de la Patria. Dios está al lado de las causas justas, Él está con
nosotros y... ¡adelante!... Viva Bolivia!... El Gral. Cmdte. del C1CE (Fdo.)
Gral. Quintanilla.” ¡Formidable!
¡Rimbombante! ¡Estruendoso! Pero...
hay muchas cosas
irrealizables en el
campo de la
verdad. ¿Podría el General Quintanilla estar con el estómago
vacío tan sólo tres días? ¿Podría soportar dos días sin probar algún líquido
que remoje su gargüero?
¿Puede acaso mantenerse
en posición defensiva
sin armas, ni munición
contra un enemigo
que le atormenta día y noche? Si
fuese así... el general Quintanilla es un ser sobrenatural. ¡Diez días
más de resistencia...! ¿Cómo
se pide diez
días más, cuando
sus cuerpos destrozados
con los trallazos
del combate apenas se
ponen de pie?
¿Se nos pide
más días de
resistencia, sin agua,
sin víveres, sin
medicamentos, sin munición y por
último, con sólo las calamidades que nos acompañan? Señores “generales”,
fácil es redactar
proclamas; enviar y
dar órdenes... ¡Boquerón
está en agonía,
señores! ¡Boquerón perecerá! ¡No
ante el enemigo, sino ante los elementos adversos que la naturaleza ha colocado
en contra suya! ¡No será ante el enemigo
que fustiga día
y noche; porque
él reconoce nuestra
superioridad moral. Es por las
imprevisiones de nuestros
comandos superiores. Ellos tendrán la culpa. Ellos serán los causantes de
nuestra desgracia. ¡Ellos, y nadie más que
ellos...!
BIBLIOGRAFÍA.
ARZABE REQUE, Antonio. BOQUERÓN DIARIO DE CAMPAÑA.
Mes del sitio del glorioso reducto chaqueño. EDITORIAL UNIVERSITARIA, ORURO –
BOLIVIA 1961
EL LITORAL, diario de Santa Fe – Argentina (Argentina,
1932)
EL ORDEN, diario de Santa Fe – Argentina (Argentina,
1932)
SEIFERHELD, Alfredo. La Guerra del Chaco. 2007
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