La Columna de Jose (*)
LOS YACUIBEÑOS Y LA ADMINISTRACIÓN DE LA POBREZA.
Este año 2017, el Gobierno Autónomo Municipal de
Yacuiba a presupuestado más de 268 Millones de Bolivianos para poder atender
las necesidades de la población, está cantidad de 268 Millones de Bolivianos, supera
por varios Millones la cantidad de recursos administrados durante la Gestión
2007 (menos de 217 Millones de Bolivianos), como también los recursos recibidos
durante los años del quinquenio siguiente, pero esos fueron los años cuando se
inició la etapa de construcción y modernización de las antiguas
infraestructuras educativas y de salud, cuando las Asociaciones Productivas del
Municipio tuvieron la gran oportunidad, de recibir el apoyo que durante años
desde la caída del comercio de frontera (2001) venían solicitando como una contraparte del
Sector Público para producir el despegue de una Industria Local. La inversión
en desarrollo humano sostenible durante aquellos años con menos recursos que
los que se administran ahora, permitieron además incrementar los ingresos
propios provenientes del pago de impuestos al Gobierno Municipal, porque los
vecinos por fin sentían que los recursos de los Yacuibeños se materializaban en
obras que transformaban el paisaje urbano de la ciudad.
Pero, a partir del año 2015 las autoridades locales
comenzaron a manejar la expresión tercermundista de: “administrar la pobreza” y
a utilizar hasta el hartazgo el esfuerzo propagandístico de posesionar en el
imaginario Yacuibeño, la cuestión de una catastrófica disminución de recursos para
el sostenimientos de las anteriores y la inversión en nuevas políticas públicas
de Desarrollo Social, está situación que se resumía en una economía de las
palabras que las reducía a una expresión breve, incuestionable y contundente de
sólo diez caracteres “no hay plata” cuando en realidad, existen actualmente más
recursos que los que se administraban hace diez años. Pero más allá de los
números se pregona constantemente que los Programas Sociales implementados durante
la Gestión de Carlos Brú; no solucionaron el problema de la pobreza, pero no se
debe olvidar que todos los Asistencialismos Sociales proporcionados por los
niveles de gobierno, son la prueba de que se prefiere administrar la pobreza en
lugar de combatirla, la inutilidad de los programas sociales al final sucederán
sea quien sea el gobernante, porque los beneficiarios no asumen la realidad del
objetivo de dichos programas “es ser simplemente un alivio momentáneo de la
situación de pobreza”, pero no existe un “mea culpa” por parte de los sectores
organizados que recibieron recursos públicos durante más de una década para llevar
a Yacuiba rumbo a un horizonte distinto que permita el despegue de la
producción local, salvo un par de contadas excepciones como paso con el tema de
los Productores de Uva, en este punto falló el sector privado que recibiendo la
contraparte del sector público no pudo evolucionar de un modelo asociativo al
empresarial productivo y emprendedor, toda la inversión pública depositada en
estos sectores fluyo por la economía local transformada en un capital que no
generaba plusvalía; según la opinión de varios vecinos de Yacuiba, el Gobierno Municipal
ya no invierte recursos en la obra pública lo que permitiría dinamizar la
economía, como tampoco resuelve los problemas de las necesidades básicas de la
gente. Mientras tanto, de acuerdo al Censo 2012 tres de cada diez Yacuibeños
son extremadamente pobres y es que la razón del problema, va más allá. Solucionar
la pobreza no es nada simple, peor todavía cuando en Yacuiba, se escoge entre
personas para ocupar cargos públicos, pero no se escoge entre modelos alternativos
de sociedad. Sin un cambio de modelo, ninguna política pública implementada en
el Municipio conseguirá la ampliación de capacidades y oportunidades para que
los ciudadanos de Yacuiba, puedan experimentar la promoción del desarrollo
socioeconómico sostenible e igualitario, la preservación y promoción de valores
culturales, la conservación del medio ambiente y el establecimiento de un buen
gobierno, mejorando los indicadores de felicidad de los Yacuibeños.
(*) El autor, es José Luis Claros López Comunicador
Social y Escritor.
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