La
Columna de Jose (*)
LA
UNIVERSIDAD DE LOS TARIJEÑOS EN SU LABERINTO
El
2017 la Universidad de los Tarijeños por citar un estándar de medición ocupa el
puesto en el Ranking Mundial de Universidades número 11.405, en el Ranking
Continental el número 978 y a nivel del país ocupa el puesto número 10 en este
Ranking el Primer Lugar de Bolivia es ocupado por la Universidad Mayor de San
Simón (Universidad Pública de Cochabamba), el tercer lugar por la Universidad
Católica Boliviana y el quinto y sexto por la Universidad Privada Boliviana y
la Universidad Privada de Santa Cruz de la Sierra respectivamente, estos datos
pertenecen al Ranking Web Webometrics de Universidades 2017, esta clasificación se publica desde 2004 y es un Ranking académico independiente basado en distintos indicadores, centrados en la presencia web. El Ranking Webometrics es una iniciativa
del Laboratorio de Cibermetría que pertenece al Consejo Superior de
Investigaciones Científicas (CSIC) que se encuentra situado en el Centro de
Ciencias Humanas y Sociales (CCHS) en Madrid, España. Los resultados del ranking citado en el cual la Universidad de los Tarijeños ocupa
el Décimo lugar en Bolivia sólo pretenden motivar y reforzar el papel de la
universidad como productora y suministradora de contenidos web de calidad de
libre acceso. Al final los rankings globales promueven un cierto tipo de
universidad que serian instituciones muy selectivas, próximas al modelo de las
universidades privadas estadounidenses orientadas a la investigación que
integran la Ivy League (Brown, Columbia, Cornell, Dartmouth, Harvard,
Pensilvania, Yale y Princeton) una evaluación basada en el
modelo universitario privado Estadounidense viene a ser sólo una evaluación
descontextualizada. Un Ranking no puede reflejar lo que
representa la Universidad Pública, para medir a una Universidad Pública se
debería utilizar la variable inclusión, a partir de indicadores como nivel
socioeconómico de los estudiantes, o bien disponibilidad de becas de ayuda
económica. Además de medir la producción científica no solo por la publicación
en revistas especializadas, sino también en términos de aportes a debates
públicos y a la formulación de políticas de desarrollo. Porque una buena
universidad debería involucrar aspectos tales como la democratización de los
saberes, la relevancia del conocimiento que produce y la forma de gobernarse,
administrarse y tomar decisiones.
Supuestamente,
luego de tantos años de aplicación de un modelo impuesto por la esperanza de que
la Universidad de los Tarijeños sería una Universidad mejor, ahora vemos que
tan sólo perdió su alma, porque al igual que las demás universidades públicas
del sistema no son exactamente un buen referente académico en lo que se refiere
a investigación y mejoras en la calidad del proceso de enseñanza aprendizaje,
ni hablemos de responsabilidad social universitaria. Sin embargo; la
Universidad de los Tarijeños, al igual que otras universidades públicas
atraviesa por una grave crisis no sólo en la cuestión del equilibrio de poderes
(docente-estudiante) en el marco del co-gobierno paritario, sino que también
atraviesa una crisis profunda de valores morales, valores que son reconocidos
por el Estatuto Orgánico de la UAJMS en actual vigencia. Es evidente que parte
de la crisis de valores luego de aquel largo proceso de aplicación del Plan de
Acción para el Cambio y la Transformación de la Educación Superior en la UAJMS
que convirtió a la Universidad de los Tarijeños en la más neoliberal de las
universidades del sistema de la Universidad Boliviana, pero también ahora se
desnuda la existencia de otra crisis, la de la Autonomía Universitaria, parafraseando
a Waldo Albarracin actual Rector de la UMSA en Bolivia los Rectores son“genuflexos” (declaraciones realizadas
en una entrevista el 2 de julio de 2017 al periódico Pagina Siete) esto con respecto a la papel que han
jugado algunos Rectores en la Selección de los candidatos para ser Autoridades
del Poder Judicial y es que de verdad pareciera en Bolivia que las Universidades
Públicas ahora estuvieran de rodillas al Gobierno, obviamente los presupuestos
de las universidades públicas se han visto mermados producto de la crisis
económica pero antes del Boom de los Hidrocarburos y que un porcentaje del
Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH) beneficie a la Universidades
Públicas ya estás tenían graves problemas financieros pero también tenían un movimiento
estudiantil combativo que podía salir a las calles producto de su legitimidad,
pero en el caso de la Universidad de los Tarijeños durante los últimos años se
fue diluyendo esa mística del movimiento estudiantil, esta situación fue
producto de una serie de factores entre los cuales está incluido el accionar de
un segmento Conservador del Gremio Docente que para tener calma prefirió hacer
lo necesario para que suceda lo que sucedió con el movimiento estudiantil, las
consecuencias se las verá en el futuro cuando los ingresos del IDH sigan
disminuyendo y la Universidad Pública deba salir nuevamente como antes a las calles
para obtener un presupuesto que permita que la educación superior mantenga sus
puertas abiertas al pueblo.
El
25 de julio se conmemora en las Universidades Públicas del Sistema de la
Universidad Boliviana, el día de la Conquista de la Autonomía Universitaria, un
25 de julio de 1930, es promulgado en Bolivia el “Estatuto sobre Educación
Pública” con el propósito de implementar la autonomía universitaria para, “emancipar la educación pública de malsanas
influencias políticas y de hacer de ella una función social adecuada a sus
propios fines”, en lo que se refiere a la cuestión de la elección del
Rector para cada Universidad reconoce al Cogobierno como forma de gobierno para
la designación de la máxima autoridad de cada universidad “por una asamblea de profesores y alumnos, delegados de los diferentes
Institutos Superiores o Facultades. El número de alumnos será igual al de
profesores y la elección se hará por dos tercios de votos de los concurrentes”
(Ley de 25 de julio de 1930, Artículo 20, Inciso a), está Ley de 25 de julio de
1930 también reconoce la importancia del movimiento estudiantil al permitirle
designar por primera vez a Rector Interino de cada nueva Universidad, “Por esta primera vez el Rector será
nombrado, con carácter interino por el Ministerio conforme a indicaciones o
ternas de las respectivas Federaciones de Estudiantes” (Ibidem, Artículo
20, Inciso a), cabe señalar que al interior de las Universidades fueron los
estudiantes quienes se organizaron primero tanto en Centros de Estudiantes y
Federaciones Locales, en 1928 es creada la Federación Universitaria Boliviana (los
Docentes recién se organizarían a partir de 1983) que después de la Revolución
Nacional de 1952 se cambiaría de nombre por Confederación Universitaria
Boliviana; fue a partir de 1928 que los estudiantes organizados a nivel
nacional fueron impulsando hasta concretar la conquistar la Autonomía
Universitaria expresada en la Ley de 25 de julio de 1930 y después modificar la
Constitución Política en lo que se refería entonces al Régimen Universitario,
este pedido de modificación de la constitución en el que se incluía la cuestión
de la autonomía universitaria, el Decreto Ley de 27 de noviembre de 1930
disponía la realización de un Referéndum Popular donde se debía rechazar ó
aprobar un total de nueve reformas (el 6 de diciembre de 1930 se incluye una propuesta
de décima reforma) a incorporar en la Constitución Política, entre estas
propuestas de reforma la Octava Reforma era la que se refería al Régimen
Universitario; el 11 de enero de 1931 se desarrolla este Referéndum Popular de
acuerdo a los resultados (el Referéndum no se desarrolla en el Beni y en
algunos otros distritos del país debido a diversos factores) el Decreto Ley de
23 de febrero de 1931 aprueba de acuerdo a los resultados obtenidos la
incorporación inmediata en la Constitución Política de las Reformas propuestas
menos de la Reforma Octava que se refiere al Régimen Universitario, sin embargo
tanto la Convocatoria a Referéndum Popular como la Reforma de la Constitución dispuesta
en la presidencia del General Carlos Blanco Galindo, no fue un acto
constitucional ni plenamente participativo. La Constitución vigente (1880)
había sido vulnerada por el golpe militar que destituyó a Hernando Siles, en
los últimos meses de su gobierno y el mecanismo de la consulta popular no se
contemplaba en la Constitución violada. Luego, con los resultados de la
consulta se intentó reformar la Constitución vulnerada. Finalmente, el
plebiscito constituyó el marco normativo electoral con el que se convocaron a
elecciones presidenciales y legislativas (marzo 1931), que ganaron los
republicanos genuinos, bajo la candidatura de Daniel Salamanca. No fue hasta la
promulgación de la nueva Constitución del 30 de octubre de 1938, bajo la
presidencia de Germán Busch B., quien también había asumido la presidencia
producto de un golpe de Estado que se incluyen las propuestas de Reforma de
1931. Esta Constitución, la de1938, es considerada históricamente como la
reforma que sigue a la Constitución de 1880. La Constitución Política de 1938 establece
mediante su Artículo 159 “Las Universidades públicas son autónomas e iguales en
jerarquía. La autonomía consiste en la libre administración de sus recursos, el
nombramiento de sus Rectores, personal docente y administrativo, la facción de
sus estatutos y planes de estudio, la aprobación de sus presupuestos anuales,
la aceptación de legados y donaciones, la celebración de contratos y
obligaciones para realizar sus fines y sostener y perfeccionar sus institutos y
facultades. Podrán negociar empréstitos con garantía de sus bienes y recursos,
previa aprobación legislativa.”; constitucionalmente desde la Constitución
Política del Estado de 2009 actualmente consiste: “en la libre administración
de sus recursos; el nombramiento de sus autoridades, su personal docente y
administrativo; la elaboración y aprobación de sus estatutos, planes de estudio
y presupuestos anuales” (Constitución Política del Estado, 2009, Art. 92
Parágrafo I), la Autonomía Universitaria también es una Autonomía Política,
debe recordarse que antes de la Promulgación de la Ley de 25 de Julio de 1930 la
designación de Cátedras y Autoridades para las Universidades era más que todo
una cuestión de devolución de favores políticos entre los integrantes de cada
facción ó partido que ocupaba el Gobierno de la República; en el presente la
fuente jurídica directa que regula a las Universidades Públicas Autónomas es
inequívocamente la Constitución Política del Estado, el Estatuto Orgánico de la
Universidad Boliviana y el Estatuto Interno (que sólo tiene aplicación para la
Universidad que lo emite junto a la demás normativa complementaria) de cada
universidad pública, sin embargo en el caso de la Universidad de los Tarijeños,
desde las elecciones universitarias de 2011 se viene arrastrando una falta de
legitimidad de los mecanismos electorales y normativos, situación que se
reflejo en los resultados de las elecciones de Rector de 2015 cuando se realizó
una interpretación antojadiza de los resultados electorales con el objetivo de
beneficiar a un candidato sin respetar lo dispuesto por la normativa electoral universitaria
de la Universidad Autónoma Juan Misael Saracho, en mayo de 2016 se desarrolla
nuevamente un proceso electoral pero los resultados declaran que no existe un
ganador. Luego por diversos factores no se convocó a nuevas elecciones durante
los 90 días siguientes tal como lo indicaba la normativa electoral de la UAJMS,
transcurridos más de 12 meses de aquel momento se desarrollará nuevamente un
proceso electoral en la Universidad de los Tarijeños y por fin Habemus Rector; posiblemente
a partir del próximo mes de Septiembre de 2017, eso el tiempo lo dirá.
La
cultura capitalista de consumo, nos hace creer que una Universidad sólo es buena
sí participa de los Ranking y más aún sí figura en los primeros lugares, está
percepción es errónea, estos Ranking pueden aplicarse a la Educación Superior
Privada en la lógica de la comercialización del conocimiento aunque de todas
maneras está demostrado que influyen muy poco, sólo tiene una influencia en lo
que se refiere al mercadeo de la imagen de los centros de enseñanza en su
relación competitiva con otras instituciones de la educación superior, la creciente
globalización del mercado de las universidades ha desatado en los últimos años
una dura competencia internacional entre las instituciones de educación
superior que, a su vez, ha hecho que los rankings universitarios cobren cada
vez mayor importancia, pero, estos listados adolecen de limitaciones a la hora
de reflejar la realidad de las universidades y buscan fórmulas para que los
resultados sean más fiables y útiles. Sí bien es cierto, que los rankings
universitarios están de moda. También es cierto que tan sólo proporcionan datos
indicativos, al ser instrumentos sesgados y comerciales, intentando definir de
manera abstracta qué es una buena universidad, algo que tiene un significado
diferente en cada sociedad. Muchos rankings globales le asignan demasiada
importancia al factor de la reputación, que es el elemento menos aceptado,
porque no responde a “datos”. Otra limitación es la concentración exclusiva en
la investigación y no en la enseñanza, que como mínimo tiene la misma
importancia. Una tercera limitación es el claro sesgo hacia el idioma inglés: para
saber qué universidades hacen investigación de calidad, se observan solo las
publicaciones y las citaciones en inglés. En conclusión a todos estos elementos
de la crisis del co-gobierno, la crisis de los valores morales, la crisis de la
Autonomía Universitaria, la crisis de la mercantilización del conocimiento se
debe sumar la cuestión de la negación del reconocimiento de la Deuda Histórica que
tiene la Universidad de los Tarijeños con la Educación Superior Pública en
Yacuiba que afronta la realidad de una Educación Superior Pública de Primera aunque
con sus limitaciones para la Capital y una Educación Superior Pública de
Segunda para Yacuiba. Con la derrota de un modelo pseudo-empresarial que no consiguió
visibilizar a la Universidad de los Tarijeños en ningún “Ranking” del modelo
globalizado de la cultura capitalista de consumo, ni tampoco replicar e
introducir a sus Carreras en los parámetros de acreditación y autoevaluación
bajo estándares académicos externos. Llega el momento de que la Universidad de
los Tarijeños pueda encontrar un camino rumbo a una salida en ese laberinto, debe
recuperar su alma, ser más democrática, cumplir con su misión y servir al
pueblo.
(*)
El Autor José Luis Claros López, es Comunicador Social y Escritor. El presente
artículo fue difundido en http://desdeyacuiba.blogspot.com/2017/07/la-columna-de-jose-la-universidad-de.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario