Olas vienen, olas van
Por José Luis Claros López
Entre otras cosas Pablo Neruda escribió en uno de sus versos: “Me gustas cuando callas porque estas como ausente y me oyes desde lejos y mi voz no te toca”. Entre otros significados olas: abundancia sucesiva de acontecimientos, también se puede decir muchas otras cosas pero en pocas palabras lo que depende de nosotros es interpretar esas palabras, por ejemplo puedo decir “entonces vemos cómo la fuerza del viento soplando sobre el agua la sacude y la dispersa en olas, así también sucede con el mundo pero solo cambia que sobre la tierra quienes se mueven son los seres humanos con sus historias”.
I
Primavera
Con tan solo encontrar las palabras precisas, entonces en la primavera toda historia de amor ya no se trataría solo de un fragmento aislado y las simples palabras de la esperanza humana construiría un hermoso sueño pintado de colores por la ilusión de volver a empezar en parte por culpa de las cosas simples que llenan los días y de los grandes sentimientos que unen a los seres humanos. Sin embargo ahora importa solamente saber que las cosas que escribo no sucederán jamás y que no sucedieron nunca. Ahora vos podes leer siguiendo sin ningún problema esta historia por los días de la semana.
Domingo
Sonó el teléfono y al otro lado de la línea era su voz hablándome…se que no fue un sueño, pero ¿Cuánto tiempo a pasado desde esa última vez que ella y yo hablamos? y realmente cuánto necesitaba escuchar su voz saber de ella y sin embargo esa sensación de falta de respiración impedía que pudiera decirle tantas cosas ¿Por qué soy tan cobarde y no digo lo que realmente siento? por un instante llegue a pensar que se trataría de un sueño, que en realidad no escuchaba su voz y que despertaría en cualquier instante, pero aquel momento era real, buscaba esas palabras con las cuales expresarme, palabras que me salven de este infierno gris de la desesperanza. Para decir que la quiero. Porque algunas veces se necesita únicamente de simples palabras. Es el dieciséis de junio.
Lunes
Después de tantos intentos de estar a tú lado, para poder compartir tus alegrías y tus penas; te escribo porque creo que lo único que me queda es resignarme. Resignarme a perderte tal vez para siempre. Cuando las heridas sanen y nuevamente este enamorado volverán los tristes recuerdos de un amor perdido, el amor de mi vida.
Por eso estoy llorando por una ilusión perdida, tus ojos, tú sonrisa, tú cabello, tú alegría y tus enojos, todo, todo lo extraño tanto, vos te convertiste en algo tan bello, tan puro, tan indispensable.
Tal vez lo mejor sea alejarme y no volver jamás a cruzarme por tú camino, tal vez sea lo mejor resignarme a perderte. Es el dieciocho de septiembre.
Martes
Sentía una ansiedad terrible producto del miedo y la esperanza de volver a encontrarnos, entonces ella apareció “Hola. ¿Cómo estás?” pregunte y me respondió que se encontraba bien, yo no podía dejar de recorrer con la mirada su rostro mientras la escuchaba decir: “no has cambiado nada” pero yo deseando decirle que la quiero, que eres lo más importante de mi vida. Es la noche del día de la amistad, caminando llegamos a una discoteca del centro de la ciudad sobre la calle Abaroa. Bailando en la pista envueltos por esa artificial atmósfera producto del juego de luces y el olor de los cigarros en el aire, se veía hermosa y esa inocente forma de sonreír al mover su cuerpo con el ritmo de la música, no quería alejarme de ella ni por un instante pero luego al acompañarla a su casa comenzamos a conversar como dos viejos amigos y sin embargo como la quiero hablábamos de tantas cosas sentía que habían transcurrido como un siglo desde la ultima vez que nos encontramos fueron tantas las historias que quisiera contar y por un momento logre acariciar su mano pero ella se da cuenta y trata de explicarme que solo somos buenos amigos y que no debo hacer esas cosas, pero como escribió un poeta, la quiero por todas las mujeres a las que no he conocido por todos los tiempos que no he vivido como explicarle con simples palabras todas las cosas que siento, porque la encontré una noche creyendo conocerla de otra parte, la quiero porque es diferente a las demás, la quiero porque me enseño a querer, por esas razones no estaré dispuesto a rendirme sin luchar sin intentar ganarme de nuevo un lugar en su corazón. Es el veintitrés de julio.
Miércoles
Soñando siempre soñando, que sos vos mí más grande amor, aunque comprendo que vos no me quieres como yo te quiero, todavía así deseo escribir sobre las cosas que escribo, en estas cartas que luego envió con la esperanza de recibir alguna vez una respuesta así solo sea una palabra, ya que sufro por un amor no correspondido, confieso que después continuare escribiendo acerca de otras historias y que conoceré otros labios pero ningún amor reemplazara este amor, confieso que las cosas que escribo desde hace bastante tiempo son tristes porque me condene a sufrir las penas y alegrías de un amor no correspondido pero para vos eso nada significa. Es el cinco de diciembre.
Jueves
El amor que sentís por ella es tan grande que si se produce el milagro que te permitiría volver a nacer no cambiarias nada solo por volver a conocerla pero decilé en fin, si esta será la última vez que la puedas tener entre tus brazos y tus labios puedan besarla al menos que te conceda el permanecer a su lado un minuto o un segundo más ya que nunca antes habías querido de la manera en que la quieres pero solo pudiste decirle yo te amo.
Empezare a contar que desde aquella noche cuando nos encontramos creyendo ambos que nos conocimos en otra parte me acerque a ella, recuerdo que era jueves estuvimos durante casi toda la noche mirando el desarrollo de los partidos del campeonato sentados en la parte más alta del coliseo sin que sucediera nada extraordinario. Tiempo después comenzó a notar que la casualidad provocaba nuevos encuentros y al llegar el momento de enfrentar a la inevitable despedida yo murmuraba que decir adiós era lo único que no me gustaba, ella inocentemente pregunto la razón, porque me falta tiempo empecé a responder inmediatamente para decir tantas cosas, ella me miro con ternura diciendo que podíamos dar todavía otra vuelta porque no es tan tarde, entonces yo otra vez no pude decírselo, que eran las cosas que querías decirme pregunto ella con curiosidad, también sonriendo le pregunto ¿qué vas a hacer el domingo? Ella me miro como no esperando aquello y la invite para ir al cine, a qué hora me pregunto, te parece a las cuatro está bien contesto ella sonriendo al agregar “ahora si adiós y nos vemos el domingo”.
Vuelvo a mirar la hora, preguntándome como pudo pasar mi reloj daba las cuatro y diez una vocecita interior me exigía caminar más rápido mientras trataba de pensar en la razón que justificaría la tardanza y si comenzara a mentirle: “sabes que me paso tal cosa” o “crearías la verdad que me quede dormido”. Decido que la verdad parece una mentira infantil caminaba maldiciendo la hora que para colmo parece avanzar a toda marcha lanzando maldiciones a todas las piedras que jugaban a intentar hacerme caer, tan solo diré se presento algo y me pidieron que ayudara simplemente no me pude negar ojala se lo crea, faltando una cuadra comencé a caminar un poco más despacio para aparentar no estar cansado al llegar a su casa el reloj marcaba las cuatro y veinte ella todavía me estaba esperando en la puerta, después de saludarnos comenzamos a caminar alejándonos de la calle donde ella vivía, entonces me dice: “hoy no voy a poder ir al cine con vos, estoy resfriada” yo la miraba y no conteste nada continuamos caminando llegamos a la esquina recuerdo haber dicho, “bueno entonces nos vemos mañana” ella no se despedía me miro y contesto sigamos caminando sin querer llegamos al cine, el mismo cine que siete meses después cerrara sus puertas para siempre. Pregunte si realmente quería entrar, que si contesto ella, entramos cuando la película comenzaba, fue en algún momento mientras charlábamos bien bajito para no molestar a los demás, todavía recuerdo su mano busco la mía, pero yo solamente logre decir “que te párese la película” note que ella se molestó porque no contesto y faltando unos minutos para que aquella película de la cual recuerdo vagamente la trama que creo trataba de un tipo que enfermo de celos perseguía a la mujer de la que estaba supuestamente enamorado con la evidente intención de asesinarla, pero solo recuerdo eso porque en ese momento nosotros abandonábamos el cine y caminando llegamos hasta la plaza, nos sentamos en una de las bancas y por fin se lo dije me gustas mucho y vos a mí también me respondió ella, fue entonces que perdí el control sobre mis palabras y comencé a enredarme hasta que al final cuando ya solo quedaba por preguntar ¿queres ser mi corteja? Sucedió. Solamente me quede callado y no logre continuar.
Dos días después ella me devolvió un libro que le había prestado una semana atrás diciéndome: “Entre sus páginas, hay una carta que te escribí” después al abrir el libro encontré entre las paginas una hoja suelta con un hermoso dibujo hecho a mano de una ventana y de unas flores, en el reverso unas líneas que ella escribió empezaba diciendo unas simples palabras “olas vienen, olas van” y terminaba con un “recuérdame siempre”. Es el doce de agosto.
Viernes
Era viernes, el día señalado para el último examen del año yo estaba sentado junto a la puerta del colegio tratando de calmarme para recordar mejor, cuando la observe acercándose, la escuche saludándome y también me escuche decirle hola, después ella pregunto: ¿Por qué ya no acostumbras hablarme? pensé que estabas enojada conmigo fue mí respuesta, no nada de eso me contesto ella y después hablamos de otras cosas al final se despidió deseándome suerte y se marcho, luego llego el tiempo del examen con la tradicional orden de guardar las carpetas yo comencé por la tercer pregunta una hora después el profe mostrándome la calificación me dice: “con esfuerzo todo se puede”, al salir del colegio aquella tarde sin querer nuevamente nos encontramos, ella estaba afuera de su casa conversando con Cristian que al ver que queríamos estar solos se despidió. Durante largo rato ella y yo charlamos, luego comprendimos que posiblemente ya no volveríamos a vernos, en aquel instante la noche había llegado pero los dos permanecíamos todavía en silencio pensando en tantas cosas que pudieron ser y no fueron, su hermana salió por tercera vez para decirle que su madre la estaba llamando, entonces solamente nos quedamos con la despedida. Es el final del día viernes, veintitrés de noviembre.
Sábado
Que el sueño más extraño y a la vez real que recuerdo es un sueño en el cual, creo no estar soñando porque creo sentir cosas que solo pueden sentirse estando despierto. Sin embargo durante el sueño todo es tan real que tardo en comprender que se trataba de una mezcla de recuerdos vividos y olvidados de forma voluntaria en un rincón de la memoria, pero en un instante el sueño se transforma en un recuerdo de un tiempo que todavía no llega y de lugares que conozco y desconozco, luego despertando dentro del mismo sueño – en un despertar que no es tal – porque sigo soñando y solamente he soñado despertar comienzo a caminar sin desear buscarla, pero sin embargo nos encontramos y después de un largo momento termino diciéndole todas las cosas que no logre decirle una década antes y ella me escuchaba y mientras continuábamos caminando me reclama porque no le dije esas cosas antes y acercándome a ella intento darle un beso al tiempo que le contesto que comprendo que todo esto es solo un sueño, pero que no importa que lo importante es que todavía la quiero y ella no resiste el beso y dice que comprende que todo es solo un sueño, pero que también todavía me quiere. Es el amanecer del sábado, catorce de julio de dos mil dos.
II
Invierno
La primavera es como un barquito fabricado con papel cuadriculado, abandonado en la corriente de un rió y dispuesto a desaparecer de este cuento por el secreto temor a reconocer las cosas simples que llenan los días durante el invierno. Sin embargo solamente importa saber que las cosas que escribo posiblemente sucederán en algún tiempo y que están sucediendo en este momento en algún lugar mientras vos solamente lees estas líneas y por una coincidencia posiblemente eres tú a quien le sucedieron. Bueno ahora vos podes leer cumpliendo un antiguo deseo ándate hasta el final de este cuento y comienza a leer solamente los fragmentos numerados desde el final pero de acuerdo al orden que indican los números empezando desde el uno y continuando desde abajo hacia arriba dicen que doce meses tiene el año adivina cuantos fragmentos debes leer para conocer el final del cuento.
12
También es necesario recordar que la primavera y el invierno se complementan no puede existir el invierno sin la primavera o la primavera sin el invierno, pero entre otras cosas necesito decir que la verdad es demasiado tarde. Por eso solamente vos podes terminar esta historia imaginando el final que desees después de todo nunca existió un orden exacto solamente fue el capricho de ponerle una cierta condicionante esperando que te atrevieras a romper la regla preestablecida dentro de este cuento y puedas leerlo como se te ocurra después de todo la verdad es que solamente vos podes colocar un final no solamente a la historia que transcurre por estas líneas, si no también a tú propia historia personal, pero eso vos ya lo aprendiste hace bastante tiempo desde antes de empezar a leer este cuento sin embargo siempre es necesario recordarlo.
11
— Pasaste el tiempo escribiendo lo que paso y no volverá a pasar.
Solamente los sentimientos fueron sinceros durante aquel tiempo.
— Para terminar escribiendo ahora que el peor error del ser humano es juzgar a las personas, por lo que se dice de ellas y no por quienes son en verdad, juzgar a quien te quiere por acciones que otros dicen cometió, cuando en la realidad tan solo conoces fragmentos de una “verdad” espero sinceramente que algún día puedas entender y si no quieres hacerlo de todas maneras el tiempo te lo explicara.
Quizás este dialogo sucedió entre ella y yo, el veinticuatro de marzo. (Ahora leer el fragmento señalado como número Doce)
10
Confieso que no soy un poeta, confieso que solo soy un tonto enamorado que vive del recuerdo de un amor que se fue perdiendo hasta ser en este momento algo irreal como una fantasía, pero lo que la gente no se atreve a confesar es de todos los males sufridos por quien lucha sin fuerzas por recuperar el amor perdido. (Ahora leer el fragmento señalado como número Once)
9
Si vos algún día sin saber porque olvidas el significado de la amistad y no encuentras con quien hablar estoy seguro que esa fuerza que habita en todo corazón humano te ayudara a descubrir el camino para derrotar toda amargura reencontrándole un sentido a la vida, por eso no te olvides nunca que la vida no es nostalgia es aprender a sonreír, no se trata solamente de sufrir la rutina del triste ensayo incierto de una pena llevadera, simplemente se trata de vivir. Quizás sea ahora el veintitrés de octubre. (Ahora leer el fragmento señalado como número Diez)
8
Recuerdo cuando era posible soñar y amar,
Recuerdo el lugar donde yo acostumbraba encontrarte.
Luego la crueldad del destino: por las calles vagar
Y vivir la pesadilla de no encontrarte,
La realidad se impone, el tiempo del amor se término
Solamente queda un triste verso
Una historia a la que vos pusiste término.
Recuerdo el sabor del último beso,
La sensación de mis labios deslizándose sobre tú piel,
Cuando era posible soñar y amar
Es la hora de confesar, despertarse y olvidar,
Pero ¿Cómo olvidar?
No existe peor despertar, que despertar con este dolor.
Cansado de caminar buscando encontrarte
Parezco ser un triste espantapájaros sin tú amor,
Un pobre abandonado, solo un imbécil enamorado.
Pueden palabras simples, atreverse en verso a transformar
Palabras que pensando en vos escribo y son las últimas,
Realmente es verdad, se término el tiempo de soñar y amar
Después de este verso, despertase y olvidar
Conformarme con la realidad, decirte hola y nada más.
Al final de la hoja una fecha borrosa que podría ser un veinte de junio. (Ahora leer el fragmento señalado como número Nueve)
7
Nuevamente estoy mintiendo para escapar a este sentimiento, evitando encontrarme con ella cumpliendo de esta forma con la promesa de olvidarla, sumergiéndome en una realidad que devora gustosa mis sueños debilitando a la esperanza de aquel bello sentimiento que experimente por un breve tiempo y que ahora es solo nostalgia. Quizás sea el cuatro de marzo. (Ahora leer el fragmento señalado como número Ocho)
6
Soñar despierto no cuesta nada pero llega a doler bastante, el problema fue que en realidad soñé demasiado y que por alguna extraña situación los sueños se transformaban en una realidad acompañada por el temor secreto a que los sueños terminen, pero se decidió que debía terminar y me despertaron.
Una noche soñé que encontraba al amor de mi vida, después la encontré a ella y otra noche soñé que nos dábamos un beso sentados en una banca de una plazuela que muchos años después seria borrada de la realidad y simplemente una tarde ese sueño fue también cumplido llenándome de alegría, pero a la vez me desconcertaba pensar que sucedería cuando los sueños no se puedan convertir en realidad y ahora comprendo que los sueños son la esperanza y que también se puede vivir de una esperanza soñada pero esperanza al fin. Es quizás el tres de enero. (Ahora leer el fragmento señalado como número Siete)
5
Un día sin fecha, eran las diez de la noche coloco un cd en el reproductor y comienzo a sumergirme en a nostalgia, recuerdo esos versos que te mande junto a una rosa que robe para vos. Comprendiendo que únicamente el corazón es poeta, sabiendo que cada vez que te vea por la calle mis labios te dirán simplemente una palabra: “hola” así en mi corazón quiera decir un te quiero y preguntar como estas, a pesar de continuar estando enamorado de vos deberé simplemente continuar sin detenerme para no ver que tus labios besan otros labios y para no escuchar como vos dices palabras de amor a otra persona, recuerda siempre pero que lo esencial es invisible a los ojos. También deseo que vos encuentres la paz y la felicidad que por un bello momento yo encontré estando a tú lado, porque a pesar de todo: te amo. En esta vida jamás encontrare alguien como vos, que tan solo con una palabra, una mirada o la sola compañía llenaba este vació que existía en mi corazón, por eso mi única verdad es que te amo. (Ahora leer el fragmento señalado como número Seis)
4
Escribió Cortázar en un capitulo de Rayuela: “Estoy vació con una libertad enorme para soñar y andar por ahí sin ningún problema”. Yo también pensaba que se puede andar por ahí sin la necesidad de dar o recibir amor, pero el amor es algo simple y por eso no podía entenderlo hasta ese día cuando nos enamoramos. Descubriendo entonces la simplicidad de las cosas, repudie el tiempo perdido por culpa de ser tan complicado y no decir las cosas por el nombre que tienen, reflexione sobre todo el tiempo perdido por la necesidad de llenar cuadernos o el disco duro de la computadora con tantas palabras que al final ni siquiera me importa si tienen sentido. Puede que sea hoy el veintitrés de Octubre de dos mil dos. (Ahora leer el fragmento señalado como número Cinco)
3
— Sin embargo no volver a hablarnos es algo demasiado simple. — contestó ella.
— Esta vez las cosas que quiero decirte son cosas simples. — Dijo él.
— Por favor, las cosas con vos son complicadas siempre. — Dice ella.
Él prefirió continuar.
— Comienzo por aceptar que me aferre demasiado a un sentimiento tan frágil y que con tanta facilidad se hace pedazos.
— Pero todo eso ya no importa. — Interrumpió ella — No volver a vernos es todavía algo más simple.
— Porque o eras vos quien buscaba la manera y las palabras para escapar del tema, como esa noche del día de la amistad cuando caminábamos abrazados por la Calle Comercio sin atrevernos a reconocer que el amor podía renacer.
— Cuando yo pregunté si vos todavía me querías. — dice ella.
— Cuando vos me preguntaste si yo aun te quería. — repitió él.
— Nunca respondiste a esa pregunta.
— Sabes que cuando nuestras conversaciones llegaban a ese punto el mismo mundo conspiraba por interrumpirlas.
— Entonces ahora decide tú respuesta.
En ese momento aparecieron de la nada tus amigas.
Por último hay una canción que a vos te gustaba mucho y acostumbrabas por aquel tiempo cantar bien bajito a ratos perdidos sin darte cuenta, recuerdo que se trataba de una canción sobre las promesas que se hacen al momento de la despedida y de poder soñar con retornar una y otra vez al preciso momento cuando la casualidad del primer beso sucede aunque solo sea por un segundo para poder nuevamente vivir la complicaciones y alegrías del primer amor. Ahora sí se puede comprender que tal vez las despedidas son siempre de esa forma alguien termina deseando que nunca llegue a suceder. (Ahora leer el fragmento señalado como número Cuatro)
2
Solo sé que te quiero, con toda mi sed de ternura, por tú mirada tranquila y por el apacible suspiro del viento errante, porque la verdad el amor tiene algo de poeta así como toda poesía tiene un poco de verdad.
Existió un tiempo cuando estaba convencido que el amor era otra cosa. Luego descubriendo las verdades de la vida, una veces al caer y otras al levantarme fui dándome cuenta como decía un escritor de los sesenta que todo amor era impuro, porque el verdadero amante amaba sin esperar nada fuera del amor, aceptando ciegamente que el día se volviera más azul y la noche más dulce y que fuera de esa verdad lo demás era cualquier cosa menos amor. Quizás escribo posiblemente las anteriores palabras una noche en Tarija, durante el verano de dos mil cuatro. (Ahora leer el fragmento señalado como número Tres)
1
Un mensaje que llegó como llegan ahora por email y con esta referencia “whit love” escrito por una mujer que alguna vez dijo amarme: “Cuantas cosas útiles y bellas se van borrando de la vida olvidadas en un rincón como objeto despreciado una de ellas es la carta donde uno expresa la ternura con palabras que hablan sobre el amor, el derecho de leer y releer, así yo esperaba los sobre de color violeta con tus cartas, que solo de recibirlas me provocaban, ilusión y alegría cosas que nunca nadie me había hecho sentir”. (Ahora leer el fragmento señalado como número Dos)
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