sábado, 11 de julio de 2009

Un cuento de Invierno

Un cuento de invierno

Autor: José Luis Claros López

Ven a la cama te dice ella, pero vos no puedes decirle nada. Hace frío te dice ahora ella y entonces enojada se va quedando dormida.

Vos continúas en la computadora sin poder dejar de escribir. Tic Tac Tic Tac suena un reloj que no sabias que existe en la habitación y que tal vez solo existe en tu imaginación.

Ven a la cama te dijo ella nuevamente olvidando su enojo, luego ella dice que hace frío pero vos no la escuchas. Solo piensas en el trabajo que debes terminar y continúas escribiendo líneas de código.

Terminara la noche y llegara el día. Sientes como si alguien esta en la habitación es ella que se despertó con el ruido de la vieja impresora a cinta que él ha decidido no cambiar por economizar en tinta y por un momento se decide a dejar el trabajo pero entonces ya es tarde.

Él no escuchaba lo que ella dice, que hace horas le preparo café caliente pero que ahora estaba ya frío, que extrañaría mucho su cariño como también extrañaría la forma en que la abrazaba en el invierno pero que ahora ya es tarde y que ese ya no es su lugar.

Él no dice nada simplemente calla, sigue en la computadora escribiendo líneas de código entonces ella toma su abrigo, abre la puerta, sale a la calle y simplemente se escucha en la habitación el sonido sin descanso de los dedos de él escribiendo en el teclado.

Setenta y siete horas y siete minutos después, la computadora deja de imprimir y el sonido del teclado se detuvo, es de noche hace frío y entonces él dice en voz alta que ya todo esta terminado, siente frío es invierno y quiere sentirla a ella pero entonces comprende que ella ya no esta.

Dos mundos después él comprende que puede cambiar la historia.

Ven a la cama te dice ella, pero vos no puedes decirle nada porque estas comprendiendo que esta escena sucedió en otro tiempo y espacio. Hace frío te dice ahora ella y entonces vos dejas de escribir las líneas de código y te acercas a ella que enojada se estaba quedando dormida, le susurras al oído que hace frío y le preguntas también que si puede todavía estar con ella en la cama y ella sonriendo le dice simplemente que sí.

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