La mutación de un gen podría explicar el hecho de que algunas personas necesiten dormir menos que otras, afirman investigadores cuyo estudio fue publicado el jueves en la revista Science.
Un equipo de científicos, llevado adelante por Ying-Hui Fu, profesora de neurología en la Universidad de California (oeste de Estados Unidos), descubrió, mientras realizaba un vasto estudio sobre el sueño, un gen mutante en una madre y su hija, quienes sólo dormían seis horas por noche y no sentían sueño.
"El equipo identificó a una madre y su hija que durante toda su vida tuvieron menos necesidad de dormir que la mayoría de los individuos", explicó la científica.
El tiempo medio de sueño necesario en un individuo se ubica entre 8 y 8,5 horas, y 7,75 horas luego de una jornada sin trabajar.
El análisis de un gen, el DEC2, conocido por regular los ciclos del sueño, estaba modificado en estas dos personas.
Para confirmar su hipótesis, los investigadores introdujeron este gen mutante en el organismo de ratones y observaron su sueño. "Los ratones dormían menos (...) y tenían menos necesidad de descansar cuando habían sido privadas de sueño", afirmó Fu.
Según ella, el gen DEC2 "podría estar involucrado únicamente en la modulación de una cantidad de sueño o en el proceso de mantenerse despierto".
"El caso de los ratones nos tiene que dar la oportunidad de estudiar de manera más precisa si hay otros comportamientos u otras condiciones fisiológicas asociadas a este síndrome del sueño corto", concluye la principal autora del estudio.
Un equipo de científicos, llevado adelante por Ying-Hui Fu, profesora de neurología en la Universidad de California (oeste de Estados Unidos), descubrió, mientras realizaba un vasto estudio sobre el sueño, un gen mutante en una madre y su hija, quienes sólo dormían seis horas por noche y no sentían sueño.
"El equipo identificó a una madre y su hija que durante toda su vida tuvieron menos necesidad de dormir que la mayoría de los individuos", explicó la científica.
El tiempo medio de sueño necesario en un individuo se ubica entre 8 y 8,5 horas, y 7,75 horas luego de una jornada sin trabajar.
El análisis de un gen, el DEC2, conocido por regular los ciclos del sueño, estaba modificado en estas dos personas.
Para confirmar su hipótesis, los investigadores introdujeron este gen mutante en el organismo de ratones y observaron su sueño. "Los ratones dormían menos (...) y tenían menos necesidad de descansar cuando habían sido privadas de sueño", afirmó Fu.
Según ella, el gen DEC2 "podría estar involucrado únicamente en la modulación de una cantidad de sueño o en el proceso de mantenerse despierto".
"El caso de los ratones nos tiene que dar la oportunidad de estudiar de manera más precisa si hay otros comportamientos u otras condiciones fisiológicas asociadas a este síndrome del sueño corto", concluye la principal autora del estudio.
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